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miércoles, 8 de febrero de 2012

Sobre Gastronomía Peruana y Gustos: El artículo que desató polémica

El discutido artículo de Thays sobre la Gastronomía Peruana y blogs que opinan: En El País.com, blog Vano Oficio
Con la tinta aún húmeda (Título del artículo de Thays)
Por: Iván Thays| 01 de febrero de 2012


Sobre el autor
Ivan Thays. (Lima, 1968) Autor del libro de cuentos Las fotografías de Frances Farmer y las novelas Escena de caza, El viaje interior, La disciplina de la vanidad, Un lugar llamado Oreja de Perro, Un sueño fugaz y El orden de las cosas. Ganó en el 2001 el Premio Principe Claus. Fue finalista del premio Herralde 2008. Fue considerado dentro del grupo Bogotá39 por el Hay Festival. Sus novelas han sido traducidas al francés, italiano y portugués. Dirigió durante siete años el programa televisivo Vano Oficio. Actualmente administra el comentado blog Moleskine Literario

Cocinero en su tinta es la cuarta novela del escritor peruano Gustavo Rodríguez (nacido en 1968). La editorial Planeta anuncia que su protagonista de nombre estrafalario, Rembrandt Bedoya, es un chef peruano que debe preparar un plato digno del boom gastronómico que vive el Perú en el evento Madrid Fusión. Dice que la novela ha sido escrita, además, siguiendo los "consejos culinarios" del chef Pedro Miguel Schiaffino y aparecen mencionados otros chefs auténticos, como el español Ferrán Adriá o el peruano Gastón Acurio. El blurb del libro cita con orgullo: "Se trata de la primera novela sobre la gastronomía peruana".

El Artículo:
Keith Gessen, editor de la revista literaria N+1, declaró que harían falta 50 años, por lo menos, para que apareciese la primera gran novela sobre el 11S. Claro está, eso no ha detenido a los escritores norteamericanos, que se han volcado a escribir sobre el tema golosamente. Pero no solo el 11S sino que también la crisis financiera internacional ha empezado a asomar en las contratapas de las nuevas novelas norteamericanas. ¿Quién puede resistirse al momento?

Uno de los primeros libros que se escribió sobre el 11S -ocurrido en el 2001- no salió de manos de un norteamericano sino de un francés. Se trata del sensiblero Window of The World de Fréderic Beigbeder, publicada en el 2003. No debe ser casual que Beigbeder llegase a la literatura desde la publicidad, al igual que Gustavo Rodríguez, uno de los mejores y más reconocidos publicistas del país. Es cuestión de olfato o, mejor aún, de timing. Como aquel chiste del alcalde analfabeto obligado a ser jurado de un concurso de matemáticas en un colegio de su región. Ante la pregunta: "¿Cuánto es 100 + 300?" un niño levanta rápido la mano y grita "600". El alcalde lo felicita y le da la medalla. Tras él, un segundo niño corrige: "Pero si suma 400". El alcalde, incapaz de aceptar el ridículo, anuncia: "En este pueblo gana el primero que habla".

En literatura, desde luego, no es el primero que habla el que gana (si acaso hay algo que ganar) aunque los editores -y algunos autores- se precien de ser los primeros que escribieron sobre la fontanería en las zonas urbano marginales o que introdujeron la técnica del monólogo interior en segunda persona. Lo cierto es que logros tan paupérrimos como esos han solventado carreras literarias bastantes largas en el Perú y en América Latina. No he leído aun la novela de Gustavo Rodríguez, que acaba de aparecer, pero sin duda, de dejar una huella en la literatura peruana, no será por ser la primera en hablar del "boom" gastronómico peruano sino por méritos que, espero, puedan sostener una trama tan coyuntural e incluso frívola.

Hablando de coyunturas, confieso que el motivo de este post, más que literario, es una pataleta, porque soy de esos pocos peruanos que detestan la burbuja de aire que llaman el boom de la gastronomía peruana y que no consideran que nuestra comida es la mejor de Latinoamérica y quizá -para no caer en falsas modestias- del Mundo. Soy un pésimo anfitrión: no conozco restaurantes, huariques ni chiringuitos donde preparan el mejor cebiche o el ají de gallina con la receta de la abuela (mi abuela, por cierto, no cocinaba). No pretendo obligar a ningún turista a beber Inka Kola ("la bebida del sabor nacional" en un país donde el concepto "nación" es una incógnita), ni a deglutir los dulces más empalagosos que he comido jamás (bajo nombres estrafalarios como Supiro Limeño), y menos aún hago proselitismo a favor del pisco peruano en contra del pisco chileno. Mis restaurantes favoritos son de los de pasta y creo, honestamente, que la comida peruana es indigesta y poco saludable. Casi sin excepción se trata de un petardo de carbohidratos al cubo, una mezcla inexplicable de ingredientes (muchos de ellos deliciosos en sí mismos, hay que decirlo, pues los insumos son de primera calidad) que cualquier nutricionista calificado debería prohibir. Cada vez que alguien habla de la fama de la comida peruana en el mundo, pienso en las carencias de un país necesitado del reconocimiento extranjero para sentir respeto por sí mismo. Me imagino que el día en que en una película de Woody Allen, en vez de pedir comida china pidan comida peruana de un delivery de Manhattan, por fin podremos sentirnos parte de un país con marca registrada.
Pero volviendo a lo literario, queda claro que tenemos temas para tratar más allá de la agenda de PromPerú (en cuyos comerciales nunca aparece, ni por asomo, algún integrante de la cultura peruana que no sea un cocinero o un cantante popular). La literatura de la violencia política peruana, por ejemplo, aunque podría decirse -como lo muestran diversas antologías sobre el tema- que empezó casi al mismo tiempo que las primeras bombas, no fue sino hasta muchos años después, en la primera década del 2,000, en que dio frutos interesantes. Una vez que se logró superar la apología ideológica o el retrato costumbrista y se volvió vehículo de conocimiento, de memoria y reconciliación, se originaron libros fundamentales como La hora azul de Alonso Cueto o Retablo de Julián Pérez. Y probablemente sea solo el inicio de una literatura que profundizará sobre un hecho tan trascendente como son los años del terrorismo peruano.
No sé nada de cocina, así que ignoro en qué condición debe prepararse un calamar para que sea considerado "en su tinta". Pero sin duda, para que una obra sea un logro artístico y humano la tinta tiene que estar bien seca.
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Críticas:

Ataques de patriotismo gastronómico

Por: Mikel López Iturriaga| 06 de febrero de 2012
La lima que usaron los fanáticos para hacer cebiche con Iván Thays. / AINHOA GOMÀ
Como víctima ocasional de ataques furibundos por herir sensibilidades patrióticas en mis recetas y artículos, he sentido cierto alivio al ver la marimorena que ha armado Iván Thays en su blog Vano Oficio. El escritor peruano se ha atrevido a poner de vuelta y media la gastronomía de su país, lo que le ha valido toda clase de improperios por parte de sus paisanos en los comentarios y en Twitter, e incluso apariciones en las portadas de los diarios digitales de allá. Digo que he sentido alivio porque me reconforta pensar que no soy el único al que le pasan estas cosas, no por estar de acuerdo con los patriotas culinarios que piden la cabeza de Thays, claro está.
No comparto las opiniones del autor sobre la comida peruana, que él califica de "indigesta y poco saludable, casi sin excepción un petardo de carbohidratos al cubo, una mezcla inexplicable de ingredientes que cualquier nutricionista calificado debería prohibir". No puedo estar de acuerdo con él porque nunca he estado en Perú, y mis conocimientos de lo que pasa allí se limitan a algunas lecturas, el seguimiento del blog Cucharas Bravas, unas pocas visitas a restaurantes peruanos en España y un par de pisco-sours en el stand del país en Madrid Fusión. Vamos, que en un gesto muy poco español, me declaro no capacitado para discutir sobre un asunto del que sé poco o nada.
Sobre lo que sí tengo opinión es sobre la airada reacción que el post de Thays ha desatado. Lo que dice el autor, faltaría más, es discutible, y desde la distancia veo razonables las críticas sobre la amplitud de sus descalificaciones. Cargarse toda la comida de un país tan grande, al que supongo diferentes tradiciones dependiendo de las zonas, suena bastante aventurado. Personalmente, detesto este tipo de generalizaciones: cada vez que oigo a alguien decir que la comida francesa no le gusta "porque le ponen mantequilla a todo", que la británica y la estadounidense "son una basura" o que los japoneses "no comen más que pescado crudo", tiendo a identificar al interlocutor como un ignorante gastronómico al que sólo le faltan las orejas de burro.
Sin embargo, entiendo el artículo del escritor como una pataleta -él mismo usa esta palabra- contra un fenómeno a su entender inflado: el boom de la cocina peruana, encabezado por cocineros como Gastón Acurio y promovido, como no podía ser de otra forma, por las instituciones de aquel país. Si en su opinión es un bluff, creo que Thays hace muy bien en decirlo. La autocrítica del producto nacional es un ejercicio muy sano que deberíamos practicar más.
En España se nos llena la boca con nuestros maravillosos chefs y nuestra sensacional materia prima, y tendemos a olvidar una larga lista de carencias gastronómicas: la recesión de una cocina casera cada vez menos practicada, el bajo nivel de los restaurantes de rango medio, la desfachatez con la que se sirven carísimos bodrios a los turistas, el dramático desplome del sabor de algunos productos (¿qué fue del tomate de verdad?), el desinterés generalizado por saber de dónde salen los alimentos y bajo qué condiciones se han elaborado, la pésima calidad media del pan y de la repostería...
No estoy diciendo que aquí se coma mal en todas partes: por suerte, todavía hay signos de vida en la cocina popular española, y muchos profesionales tratan de darlo todo tanto en la producción como en la restauración. Tampoco hay que fustigarse, y me parece muy bien que se ponga en valor lo bueno que tenemos. Pero el hecho de que Ferran Adrià sea el mejor cocinero del mundo y de que algunos establecimientos españoles estén con justicia en la cumbre no convierten a nuestro país en un paraíso terrenal de la comida.
Decir estas cosas en alto no es un ataque a nuestra cocina, sino un intento de promover su mejora. Los energúmenos que han pedido la deportación, la cárcel o la quema en hoguera pública de Iván Thays quizá deberían leer su post en esta clave. El ciego patriotismo gastronómico del "lo nuestro es lo mejor" no conduce a nada más que a la autocomplacencia y al estancamiento. Los peruanos no deberían ponerse furiosos porque alguien critique su comida, sino reflexionar sobre qué parte de verdad puede contener dicha crítica. ¿Que no contiene ninguna? Pues entonces se rebate con argumentos o directamente se ignora a quien la profiere. Y en cualquier caso, se le respeta aunque no se esté de acuerdo: en este sentido, me alegran las sensatas llamadas a la tolerancia desde la discrepancia de Acurio o de Cucharas Bravas.
Defendamos la tradición y la personalidad de cada cocina, pero dejémonos ya de gastronacionalismos bobalicones. Si la cocina peruana es buena, poco daño le podrán hacer las malas palabras de un escritor, por mucho que las difunda un medio extranjero con la audiencia de EL PAÍS. Aunque a muchos se les olvide en su rabia, al fin y al cabo el artículo de Iván Thays, como éste, no es más que eso: la opinión de un señor.

Dicho lo dicho ¡Un salud con pisco sour!

Publicado por: Alexander | 06/02/2012 21:30:40 Por supuesto que hay una burbuja de la cocina peruana, pero acaso no la hay de la cocina española? He estado recientemente en Perú y sinceramente, se come de maravilla. Perú es un país que gracias a su variedad climática tiene unos productos excelentes, por no hablar de sus pescados, el segundo país en importancia del mundo tras China. Si es cierto que se abusa un poco del picante, que se han subido muchos al carro de la nueva gastronomía y que hay mucho restaurante para turistas, sobre todo en Cuzco, pero es un país que sorprende por su gastronomía, a mí al menos.
De Gastón Acurio, he estado en Astrid Y Gastón, en la Cebichería La Mar y en Tanta, y los tres, cada uno en su estilo, excelentes, tanto en la atención como en la calidad de sus platos.

Publicado por: Purificación | 06/02/2012 21:29:07
No es suficiente saber escribir, es necesario y muy importante saber de lo que se escribe. De la comida del Perú dejemos que coman, escriban, hablen etc etc los que saben, y por lo que dice, Ud. e Ivan no parecen saber mucho.

Publicado por: alfredo | 06/02/2012 21:20:56
bravo estoy de acuerdo al 100% Añadiria la escasa capacidad de encaje a la critica q tenemos en España. Hace poco se me ocurrió criticar en su pagina web a un restaurante de moda (dos estrellas michelin) que conozco desde hace tiempo cuya cocina es excelente pero que se esta convirtiendo por influencia de los criticos gastronomicos y su clientela "de postin" en un sitio insufrible por afectado y prepotente. Un restaurante de moda en el peor sentido de la palabra...
La respuesta del cocinero fue tremenda. Habia perdido "su respeto y su cordialidad" Como si fueramos amigos...
Yo le respondí invitándole al debate y claro no me respondió. Nos encanta vomitar y luego retirarnos a nuestra cueva convencidos de tener la razon..


Publicado por: jaime | 06/02/2012 21:00:50
Antes que nada, la imagen de arriba corresponde al limón peruano no a la lima. Me parece su comentario más equilibrado y quizás no entre a mayor profundidad por el mismo desconocimiento que usted dice tener de la comida peruana; sin embargo es importante siempre manejar el sentido común cuando se busca ir contracorriente sin base que lo respalde. Thays quiso jugar, en tierras lejanas a la que quizás siempre añoró por su ilusión de creerse escritor, al crítico furtivo. Pero se equivocó porque él mismo recononoce que de comida peruana conoce poco. Entonces apelo de nuevo al sentido común para escribir con tanta autoridad sobre un tema que desconoce. Vaya responsabilidad escribana. Ni incluso en las novelas uno se puede dar esos lujos. Pero sobre lo que habló es realidad. Y con esto no quiero decir que la cocina peruana se la excelencia, sólo que va por buen camino debido al rescate de sus fortalecesas y rquezas que estaban adormitadas. Un paladar desabrido e histriónico no puede saborear lo que millones de personas sienten en el mundo.

Publicado por: Peter | 06/02/2012 19:44:16 Desde hace tiempo vengo pensando en que el problema muchas veces no es el contenido del mensaje, sino la forma en que se expresa. Una misma crítica puede ser expresada tanto como un insulto lacerante como como una sugerencia para convertirnos en dioses. Tal vez ahí esté la diferencia.

http://wewe0.wordpress.com/2012/02/06/aprendiendo-a-hablar/

Publicado por: Javi | 06/02/2012 19:43:36
Esto no solo pasa con la gastronomía. Todo el mundo ha pasado de dialogar a discutir, a si no estás conmigo estás contra mi, a refutar opiniones con insultos en vez de con argumentos y al yo chillo más y por eso tengo razón... en definitiva, a ver blanco o negro sin pensar que hay una infinita gama de colores en medio.

Publicado por: Paco | 06/02/2012 19:34:54
Buen artículo; es increíble el enconamiento de los pseudo patriotas con el artículo de este señor. Ronald, que aquí comenta, debe leer solamente delicadezas, por que los comentarios, como alguno aquí, rozaban lo vergonzoso. Es una opinión, sobre un bluff, un globo de papel, que es la propaganda interna que se hace en el Perú sobre la comida peruana, como si fuera esto o lo otro, etc... Una mentira, es buena, punto. Como bien dice un excelente artículo de Fernando Iwasaki en otra parte de este periódico (El Locro filantrópico), no vengamos ahora a decir que se inventó la pólvora, ni allí ni en la gran mayoría de los fogones patrios en todo el mundo. Más pragmatismo y generosidad, menos estrechez de miras e intolerancia.

Publicado por: AES - Barcelona - España | 06/02/2012 19:10:39
@Agal no estoy en absoluto de acuerdo con tu apreciación. Tenemos buena cocina y buenos restauradores que ofrecen en pequeños locales precios muy competitivos , utilizando materias primas de calidad. Te dejo un ejemplo
http://www.lee-gratis.com/index2.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=162&Itemid=30

Publicado por: ana | 06/02/2012 19:04:21
Javicho ha expresado aquí lo que muchos peruanos expatriados hemos vividos: pasamos de ser un país de terror (violencia ciega de senderistas o de un dictador criminal y corrupto) a un país mas abierto al mundo y en vía de democracia. Pasamos de ser el país de los pobres inmigrantes que sufren la violencia brutal de la crisis económica a un país con perspectivas de crecimiento.
El problema no es lo que dice un escritor, el problema es que su provocación hiere el sentimiento de orgullo de millones de peruanos.
Qué mejor que la transmisión de una cultura por la gastronomía? Los amigos españoles que conocen peruanos, saben bien como somos: nos gusta recibir y transmitir lo nuestro. Es nuestra cultura de HOSPITALIDAD.
Lo unico que puedo recomendarte Mikel es venir a mi casa (vivo en Ipanema, Brasil) o de otro peruano y ver como millones de no peruanos, descubren el Peri por intermedio de nuestra cocina o pisco. Comprenderás mejor que nuestra gastronomía no se limita a un plato (grasoso o no como lo pueden ser unos callos o caucau): es el Perú que nosotros le ofrecemos.
No es por nada que el Perú sea valorado ahora como uno de los mejores lugares donde mejor se come, mira el link (si retiras el vino, estoy seguro que Peru pasa primero en le ranking): http://www.tripadvisor.es/TravelersChoice-Food-cTop10-g291958

Publicado por: Alexis Benavides | 06/02/2012 18:24:00
Esto es como dice mi madre (que por cierto cocina de que te mueres) ni tanto, ni tan calvo. Pero está bien que haya polémica y que la cosa se mueva (ladran luego cabalgamos, que diria el otro). Nosotros mismos, no podemos mirarnos el ombligo Adriá mientras te dan gato por liebre fusión en muchos sitios con ínfulas de medio pelo. Es la eterna disputa de los tradicionales y los vanguardistas, los omnívoros y los veganos, estos y los ovolactos,los del norte con los del sur, etc, etc.... Espero que algún día consigamos separar el grano de la paja para ver lo que queda.

Por cierto, hemos creado en face un grupo llamado REDSISTENCIA de consumo responsable y creo que es tambien aplicable al mundo de la cocina. Mikel, ¿que tal un artículo sobre eso?
http://50maneras.blogspot.com/

Publicado por: alvaro | 06/02/2012 18:11:42
Ya era hora que un peruano haga hecho lo que estaba en la garganta de algunos de nosotros: Nuestra comida tiene sus calidades pero tiene tambien sus defectos. Y no justifica que nuestro pais haya promovido el sueño profesional entre los jovenes de que sean todos cocineros. Por Dios! Y las combinaciones "exoticas" que ahora hacen con algunos platos peruanos Uaaaaggggggg!!!

Publicado por: Carmela | 06/02/2012 18:10:46
Lo que indigna no es que al señor Thais no le guste nuestra comida o le caiga mal. Lo que indigna es que se exprese en forma negativa de una actividad, que un grupo de empresarios peruanos, encabezados por el señor Acurio, han sabido sacar adelante, poniendo al Perú entre uno de los destinos gastronomicos del mundo, incrementando nuestro turismo y la industria alimentaria.
Por sujetos como este Thais, es que America Latina se encuentra rezagada. Sujetos que tienen que soltar alagos a otros y dilapidando lo suyo para lograr ser aceptado en otros lugares, ya que en su Páis han fracazado.
Y finalmente, el comer en exceso le cae mal a cualquiera, en cualquier parte del mundo, así coma solo verduras y pollo al vapor.

Publicado por: Gustavo Cusman P. | 06/02/2012 17:55:08
Estimado Mikel, enhorabuena por tu post. Lo cierto es que la gastronomía se está mourinhizando demasiado en los últimos tiempos. O se es vanguardista o se es retrógrado. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Lo único que me queda claro es que tal y como está el patio debemos demandar sitios donde la calidad y el precio vayan esposados. Menos cuento y más calidad. O como decía Emilio Aragón en sus comienzos en TVE, viejuno que es uno, menos samba y más traballar.

Publicado por: Almanaque | 06/02/2012 17:52:24
Muy buena tu apreciación.
La comida peruana es muy basta, diversa, sabrosa, tenemos comidas propias de las regiones, la comida de la sierra, de la costa, de la selva, la norteña... todas a su estilo con condimentos propios de la región.

Que que el escritor Ivan Thays haya dicho que la comida peruana es indigesta y no saludable ha dado motivo a serias críticas e insultos de los más bajos, he leído muchos comentarios, el 95 % dan asco, de cómo pueden valerse de las redes sociales para dedicarse a insultar a un escritor que si bien es cierto no era muy conocido en el mundo de la" farándula", su espacio Vano oficio que conducía en un canal del estado, me gustaba, porque me actualizaba sobre libros y autores que muchas veces por falta de tiempo y dinero no leía un buen libro ( ya que comprarse un buen libro que no sea pirateado es un privilegio)

Quizás, si hubiera dicho que algunos platos de la comida criolla es indigesta y no saludable, quien sabe nadie se hubiera arañado como lo hicieron, pero en realidad no dijo ninguna mentira, su error fue generalizar. ¿Qué puede opinar un escritor sobre comida si sólo se dedica a lo suyo?,como reza el dicho, zapatero a sus zapatos, existen periodistas críticos gastronómicos que saben lo suyo, porque han estudiado o son aficionados a la cocina y hacen sus críticas con conocimiento de causa, no soy Cheff, soy una ama de casa aficionada a la cocina que hice un pequeño negocio de cáterin el cual lo hago a conciencia( no dando gato por liebre a mis comensales)
Nadie es profeta en su tierra.
Chochi


Publicado por: Cocina Fabulosa | 06/02/2012 17:45:16
Pues a mí me queda bien claro, ni conoces la cocina peruana ni tienes interés en conocerla, exactamente igual que yo. cocidos raros y diezmil formas de malmeter un gran pescado. Lo único bueno es el cebiche, así que debe ser chileno.

Publicado por: chabi | 06/02/2012 17:34:57
Soy una Ecuatoriana que vive en Bogotá. Hace algunos meses tuve la suerte de pasar unos días en Lima y de este viaje puedo decir que lo más destacable es la comida, muy buena y muy bien de precio. En Quito y Bogotá mis restaurantes favoritos son peruanos... de esos a los que una va cuando quiere darse un lujo y sentirse bien tratada. Comida Peruana, acompañada de un excelente vino Argentino... una combinación espectacular!!!

Publicado por: Eugenia | 06/02/2012 17:31:27
Si hay que hilar muy fino en cada tema nos faltaría hilo, palabras y hasta países.
Soy un peruano viviendo ya 12 años en Madrid y aunque reconozco que me dejo envolver a menudo por las grandes polémicas Barsa-Madrid, e incluso Perú-Chile, o Alianza-U (rivalidades locales en mi país de origen) he asistido con un agradable entusiasmo a las réplicas al Sr. Thays, quizá mal acostumbrado al nivel de "arde Roma" en los temas mencionados anteriormente, he podido ver comentarios constructivos, respeto y hasta entendimiento del distinto pensar del autor del polémico post. Escucho por aquí palabras como linchamiento, hogueras y demás, pero extráñamente todos los reportajes que he visto en youtube y notas de prensa peruanas (elcomercio, peru21...) si bien han sido críticas, no se han salido de un tono razonable y alturado el propio Sr. Acurio hizo un llamado a tomar el post de Thays como una crítica de la que aprender y el Sr. Rodríguez, autor del libro criticado, 'tres cuartos' de lo mismo. No he podido leer los 800 comentarios al post original pero de los aprox. 50 que sí he leído, con alegría calculo un 90% de contenido de gente preparada y razonable, frente a un 10% que haya usado alguna palabra malsonante. Para mi emergente país esta distribución, les aseguro que es un logro.
En conclusión, dejando de lado el tema de la comida peruana, que por cierto me encanta en un 95% calculo yo (perdonen, soy de ciencias), me alegra ver que muchos de mis compatriotas han demostrado una apertura de miras y con ello un buen indicio de que las cosas están cambiando para bien, que estamos aprovechando nuestro potencial mejorando nuestra materia prima humana, esa misma que seguirá mejorando nuestra rica comida peruana, mejorable por supuesto y eso es lo que haremos. Cordialmente.

Publicado por: Ronald | 06/02/2012 17:30:04
Creo que en este artículo hay dos cosas, que aunque parece mentira, están convirtiéndose en contrapuestas se trata de la generalización de los conceptos de cocina, sea del país que sea y la restauración. En España tenemos muy buena cocina y una restauración, con excepción de las estrellas, bastante mediocre y en general cara. En este último capitulo, entran los restaurantes medios y pequeños. En general en los restaurantes que podremos denominar de menú, la cocina es muy mediana y generalmente no está asistida por profesionales, es la cocina de "la Señá María", que abunda en aceites, mala elaboración y muy poca imaginación. Ya se que esta cocina no es la que califica a un país, pero desde luego a un país volcado al turismo si que lo tendría que ser. Conozco a muchos extranjeros que se quejan de esta comida y tienen toda la razón. Platos típicos como la paella están generalmente mal elaborados y super encarecidos. Los canelones en Ctalunya, suelen ser malos y con unas besameles indignas y así podríamos seguir con cosas tan sencillas como los gazpachos o las tortillas.

Publicado por: Agal | 06/02/2012 17:16:42
No conicía esta polémica sobre la cocina peruana pero tu artículo Mikel me parece de lo más sensato. Ojalá todo el mundo se parara a reflexionar (como has hecho tú) un poco antes de decir o escribir cosas que luego, en el mejor de los casos, tendrán que rectificar. Gracias no sólo por las magníficas recetas sino también por tus inteligentes reflexiones .

Publicado por: polsil | 06/02/2012 17:11:36
Me gusta bastante lo poco que conozco de la comida peruana, básicamente cebiches y tiraditos, ají de gallina, papas a la huancaína, y un pastel de carne picada con patata, aceitunas y huevo duro que no se cómo se llama. Ah, y junto con algunas variedades españolas y griegas, tienen unas de las mejores aceitunas de mesa que he probado.
Pero eso no hace que haya que sacrificar a este señor por lo que ha dicho, es respetable, como también lo era lo que dijo Santi Santamaría en su 'rajada' y por la cual casi le rejonean en plaza pública...

Publicado por: Lobito bueno | 06/02/2012 17:04:36
TE PICAS…
http://www.junglerias.com/2012/01/chilero.html

Publicado por: JUNGLERX | 06/02/2012 16:57:59
Vivimos inmersos en tanta información que solo llegan a nuestros oidos los excesos. Por favor, reflexionad. Si Iván hubiera hecho un comentarios mesurado, prudente y razonado ¿nos habríamos enterado? ¿verdad que no?

Publicado por: Polux | 06/02/2012 16:42:10
De acuerdo, muy buen articulo, en ambas partes, la polémica peruana, y su símil español, (conozco ambas realidades), es bueno conocer opiniones diferentes expuestas con sensatez, sin llegar al insulto. Por otro lado, todos los países requieren forjar una identidad común entre sus ciudadanos, en el caso de Perú, un país tan diverso y criollo, resulta que no es fácil, la cocina, según mi punto de vista se ha acercado en algo a convertirse en este ligamento de la sociedad.
No se debe caer en el totalitarismo de ideas respecto a un plato de bandera, un lugar de bandera o una costumbre de bandera, discrepar sobre estos asuntos no nos hace enemigos de quienes opinan distinto.
Un saludo


Publicado por: Harry | 06/02/2012 16:20:39
Cuando llegué a Madrid hace dos décadas, si alguien me preguntaba de dónde era y yo contestaba que del Perú, muchas veces la pregunta siguiente era: ¿Y qué tal os va con el Fujimori ese y con el Sendero Luminoso? Actualmente si le digo a alguien que soy peruano, muchas veces lo que sigue es: “jo macho, estuve en Perú y se come de maravilla”. O bien: “me encanta la comida peruana, hay un restaurante en la calle tal y tal…” En veinte años el Perú ha conseguido que Sendero Luminoso sea un horrible recuerdo, que Fujimori vaya a prisión y que su cocina sea conocida fuera de sus fronteras. Esto último no se ha conseguido por que los peruanos seamos como David Beckham, Penélope Cruz, Steve Jobs o Angelina Jolie. Guapos y millonarios. Se ha conseguido con el continuado esfuerzo de restauradores, personal de cocina, proveedores, etc. Mi problema con los artículos de la marimorena es que destilan esa ideología premoderna y colonial de la peor pituquería peruana, (el pijerío) que no tiene ni asomo de respeto por la notable labor de unos trabajadores. Thays les mira por encima del hombro y basurea globalmente sus logros. Podía perfectamente haberse declarado disidente de los sabores del Perú sin ofender a nadie. En vez de eso, ha agredido gratuitamente el esmerado trabajo de mucha gente, con la pose de señorón limeño al que le importa un comino lo que pasa en el interior de su cocina. Nos ofende a muchos, ya que los emigrantes peruanos pusimos también nuestro granito de arena en esta historia, invitando a nuestros amigos españoles a suculentas comilonas en casa o llevándoles a comer a los “huecos” (restaurantes poco conocidos). Por cierto Comidista, muy bueno tu artículo. Lo subo al feis.

Publicado por: Javicho | 06/02/2012 16:14:22
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