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miércoles, 30 de enero de 2013

Un Viaje por el Viejo Mundo: Segunda Parte: Un Crucero por el Mediterráneo


El 2 de Noviembre le dijimos adiós a Viena, y después de medir cuidadosamente los espacios que ocuparían nuestras maletas nos subimos a una camioneta BMW nuevecita rumbo a Venecia, adonde nos embarcaríamos en un barco que nos llevaría a un crucero por el Mediterráneo.

El viaje nos tomaría aproximadamente 6 horas y nos teníamos que embarcar máximo a las 6 de la tarde de ese día, así que salimos muy apuraditos para llegar a tiempo.  Los cruceros tienen sus reglas y hay que estar allí a la hora especificada o no nos dejan subir.  Éramos 4 personas llenos de maletas con nuestras mejores ropas porque en el crucero hay que andar más elegantes que lo corriente…así se estila.  Y así salimos, como nos autodenominamos unos días antes:  La madre superiora, el  paciente boy scout guía y las dos súbditos.  Atrás quedaron los pacientes monaguillos, los perritos de nuestros anfitriones.
Fue un viaje entretenido, cruzando montañas, pasando por parajes bellísimos y pintorescos, como los que se ven en las postales que vemos colgadas en las tiendas de recuerdos.  Paramos en un paraje a almorzar unos deliciosos sánguches y proseguimos nuestro viaje, tratando de vencer al tiempo.
Llegamos a Venecia, cruzando por el Puente Libertad que desemboca en la Piazzale Roma, lugar donde se encuentra la estación de tren y donde llegan los ómnibus de transporte y los carros que se parquearán o desembarcarán pasajeros.  Llegamos justo a tiempo para abordar el barco. 
Después de dejar el carro en el parqueo, nos pusimos en la cola de pasajeros para entregar nuestras maletas y recibir nuestras tarjetas de identificación que nos acompañarían como documento indispensable cada vez que desembarcáramos y volviéramos a subir al barco durante la travesía.  ¡No lo podía creer!  Allí estábamos, frente a un gigante de 15 pisos, que sería nuestra casa por 11 días; era el viaje que yo siempre había anhelado y nunca me había decidido hacer hasta ese entonces.  No puedo describir la emoción que sentíamos yo y mis amigos 



El Barco:
Lo primero que hicimos fue ir a nuestras cabinas para refrescarnos un poco .  Gran sorpresa que tuvimos, pues el cuarto , el mobiliario y las comodidades de la cabina sobrepasaban nuestras expectativas.  Además, teníamos un balcon desde donde se divisaba el mar; y en ese momento, la ciudad de Venecia a lo lejos.  Sobre la mesita, frente al sillón, había un plato con frutas frescas, y al costado del moderno televisor, nos esperaba una botella de champagne heladita y lista para ser descorchada y consumida si así lo deseábamos. La compañía Celebrity Cruises no vacila en nada para darle gusto a sus pasajeros elites y proporcionarles lo mejor de lo mejor.  Nos anunciaron que teníamos un mayordomo a nuestro servicio que estaría a nuestra disposición cada vez que lo necesitásemos. 



Después de que nos dieron una pequeña orientación acerca de las reglas y características del barco y de sus servicios, nos retiramos para prepararnos para la cena.  Esta vez habíamos escogido un restaurante de especialidad, en el que por un precio módico podíamos disfrutar de una comida diferente a cualquier experiencia gastronómica que hubiésemos tenido en nuestras vidas.  Al grupo se nos sumó una pareja muy simpática, a los que después bautizaríamos como el Canciller y la Madre asistente, por sus gran don de gentes, su capacidad de resolver los problemas”políticos”que se nos presentaron, y por sus dotes de organización y solución de dilemas.  Nuestro grupo no podía haber estado mejor constituído porque durante todo el viaje disfrutamos como en familia y nos sentimos protegidos entre nosotros.
La cena estuvo amenizada por varios mozos que nos presentaron comidas de todo el mundo en pequeños platitos decorados en forma artística,  algunos puestos sobre repisas, mientras nos describían los ingredientes y las regiones de donde venían. Y lo más gracioso de todo, es que los pedidos se hacían con un Ipad, que nos resultó medio difícil usar,para aquellos que no estamos totalmente familiarizados con esta tecnología.  Tomamos muchas fotos de nuestra comida y de nuestro primer día en el barco y tuvimos una agradable conversación donde nos pusimos al día sobre nuestros gustos y alegrías.

Los días siguientes fueron una constante sorpresa sobre las bondades del barco.  Nuestra visita a Venecia, que describiré más adelante; la partida del puerto al día siguiente como de película con canto de despedida en cubierta, arias italianas y esos adioses de película en los que todos los tripulantes se despiden con emoción al enrumbar hacia un viaje de constante aventura…uno se contagia, porque yo me puse a vociferar mis adioses sin importarme lo que dijeran los demás en la cubierta… Nos íbamos a un viaje emocionante por el Mar Mediterráneo y el Adriático, que duraría 11 días; el gimnasio y el spa de película, con unas bancas de piedra calientes y relajantes, y unos cuartos de sauna aromáticos y con tratamientos para rejuvenecer a cualquier individuo “a la carta”.  En un ratito te diagnosticaban si tenías pies problemáticos y te vendían unas plantillas “state of the  art”para curártelos;




 los shows con cantantes, malabaristas, cómicos, cocineros, e imitaciones de Broadway; los ambientes privados, como jardines, canchas de tennis,piscinas y jacuzzis relajantes y enormes sillas para dos con sombrilla incluída; los restaurantes lujosísimos con especialidades de cocina (hasta podías hacer tu picnic en un jardín, con parrillada incluída) o te podías comer dos o tres colas de langostas, si así lo deseabas;


las fiestas y comidas elegantes y el despliegue de grandeza de cada uno de los pasajeros que lucían lo mejor de sus joyas y vestimentas; la amplitud del barco, la atención desmedida de los 1000 miembros de la tripulacion, desde el capitán, hasta los cocineros y los ayudantes de servicio en las cabinas; ese bar de vinos espectacular con vista al mar y todo enchapado en madera donde servían vinos conservados a través de un novedoso sistema Enomático que te sirve el vino en vasos al gusto del cliente con sólo pasarle la tarjeta de pasajero por una ranura acondicionada para aquello…con sus quesitos de yapa; 

las excursiones  especializadas en cada uno de los sitios en los que paraba el barco, aunque si uno quería se las organizaba uno solo; las conferencias de arte e historia; los remates de cuadros costosísimos; las tiendas de diseñadores; y sobre todo la tremenda dedicación y servicio de cada uno de los miembros de la tripulación que en cada momento no vacilaron en tenernos más engreidos que a reyes,no importa la clase en la que viajaras.  Pero hay algo que no puedo de dejar de alabar, pues durante el impacto del huracán Sandy en New York y New Jersey, cuando estábamos en altamar, el personal muy gentilmente prestó sus teléfonos a todos los que teníamos seres queridos afectados, para ponernos al habla con ellos y enterarnos de su situación.Creo que esto, de por sí, nos muestra el lado humano de una compañía que inteligentemente mantiene vivo su recuerdo a través de su servicio desinteresado a la comunidad de  casi 2800 pasajeros que constantemente ocupan sus instalaciones.
Nos llamó la atención la cantidad de personas de la tercera edad que viajan en estos barcos, hasta con sillas de ruedas y personal de atención especializado, que disfrutan en primera fila de todo el entretenimiento y la buena comida que les ofrece el barco.  Aquí les presento dos videos para que se den una idea de lo que les estoy explicando.

Descripción de los puntos geográficos que tocó el crucero:

VENECIA, Italia



Venecia es la hermosa ciudad de los canales y considerada una de las más románticas y queridas del mundo.  Tiene actualmente una población aproximada de 272,000 habitantes (2011).  Está formada por 118 islas situadas sobre una laguna pantanosa conectadas entre sí por 455 puentes de piedra, madera y cemento. Las islas de Murano y Burano, también son consideradas parte de Venecia.
Los edificios estan soportados por millones de columnas que han sido insertadas en terreno pantanoso.  Está conectada a tierra firme  a través del puente Libertad, de 3 millas de largo. En épocas de marea alta, la cual se presenta entre los meses de Noviembre a Mayo, la ciudad se inunda, comenzando por la Plaza San Marcos que es la zona más baja.  Ya están preparados para este fenómeno e instalan planchas de madera para poder tener acceso a diversos lugares de la ciudad.  Esto se está haciendo cada vez más frecuente por el calentamiento global y se teme que la ciudad desaparezca, ya que los cimientos de las construcciones se están deteriorando; se dice que se está sumergiendo a razón de dos milímetros por año.  Actualmente, está a punto de terminarse un billonario contrato para instalar muros de protección ante mareas cada vez más fuertes y el aumento del nivel del mar. El gobierno italiano prepara un proyecto, denominado "MOSE" (Modulo sperimentale elettromeccanico), para levantar unos diques móviles que se cerrarían en caso de aumento del nivel del agua del mar.
Venecia fue fundada en el siglo V por grupos que trataban de huir de los ataques de los bárbaros y formó parte del Imperio Bizantino o Constantinopla (Imperio Romano del Oriente en la Edad Media), transformándose en 812 en una de sus provincias y en el centro principal de comercio de Europa con China y la India hasta el siglo 18; en el que después de ser dominada por los franceses y austriacos, pasó a ser parte de Italia.    
En el año 828, al debilitarse el imperio del Bizancio, los venecianos se robaron el cuerpo de San Marco de Alejandría y lo nombraron patrón de la ciudad reemplazando a San Teodoro. En el año 1200, con la derrota de Constantinopla, durante la epoca de las Cruzadas, Venecia se convirtió en una importante  potencia marítima. Con las posteriores invasiones de los turcos y la toma de Constantinopla por estos, y con la conquista de America y el descubrimiento de nuevas rutas comerciales, Venecia perdió mucho de su hegemonía.
Venecia estaba regida por un dux o jefe máximo elegido por la aristocracia que tenía  poderes limitados por el Consejo de los Diez y otros órganos colegiados. Ellos gobernaron por más de 1000 años pero no tuvieron un cargo hereditario. El último dux, Ludovico Manin, fue depuesto cuando Napoleón conquistó el norte de Italia y tropas francesas tomaron Venecia en mayo de 1797.  
En 1866 tras la guerra de la independencia, Venecia pasó a formar parte de Italia.
Es la cuna del rico comerciante Marco Polo, quien escribió allá por el siglo XIII, un libro sobre sus viajes a la China, el lejano Oriente y Burma donde trazó las rutas que recorrió.  Venecia es una ciudad con muchísima historia y guarda obras de arte incalculables en su basílica, en sus innumerables iglesias y palacios, en el Palacio del Dux y en la famosa Plaza San Marco.
En Venecia no hay transportación rodada, por lo que la gente se transporta de un lugar a otro atravesándola a pie, o a través de la vía principal que es el Gran Canal, en botes colectivos llamados vaporettos, o en taxis o transportes privados.  Los turistas no dejan de admirar las famosas góndolas negras,que han servido de  transporte privado para los enamorados que gustan de las canciones entonadas por los remeros a través de los canales.
La verdadera Venecia, con todos sus recovecos, se conoce caminando por sus oscuras callejuelas bordeadas de miles de tiendas orientadas hacia el turismo y hacia el negocio de la comida.  El mes de febrero es el mes del carnaval y los pobladores se visten de los mejores lujos y confeccionan máscaras que se han hecho famosas en todo el mundo por su calidad artistica.

Vale la pena cruzar por el  reconstruido Puente de piedra de Rialto, que es el más viejo y cruza el Gran Canal.  Éste se construyó originalmente como un puente flotante con tiendas a sus lados con cuyo pago de impuestos al Tesoro, se mantenían sus reparaciones. Su última reconstrucción fue hecha en 1598 por el arquitecto Antonio Da Ponte. Al costado queda el mercado del Rialto que  existe desde 1097.  Las calles del mercado llevan los nombres de los gremios que las ocuparon años atrás.  El Gran Canal en Venecia está cruzado además por tres puentes adicionales que son el Puente de la Academia, el Puente de los Descalzos y el Puente de la Constitución.
Caminamos por callecitas románticas hasta llegar a la famosa Plaza San Marcos, llamada así en honor al Patrón de la ciudad.  Es un deleite ver las miles de palomas que se apostan donde pueden en este espacio, y que son el encanto de los niños.  Se tienen varias teorías acerca de su procedencia, como que fueron las que trajeron de regalo para la mujer del Dux, con la llegada del ejército de Atila o que son las crías de las palomas que se solían liberar con la finalización de la Semana Santa.  Alrededor de la Plaza están el Palacio del Duce, la Basílica de San Marcos, la Torre del Reloj (marca las horas,fases de la luna y el zodiaco y servía de orientacion para los navegantes),  el Campanario de ladrillo (que servía de faro para los navegantes y que por intermedio de sus 5 tipos de campanas se anunciaban las reuniones del Consejo y Senado, las ejecuciones o las horas de la jornada laboral. Tiene una altura de 98.1/2 mts,y desde su torre coronada por un ángel dorado, se tiene una vista fabulosa de toda la ciudad).   Delimitando la gran plaza, con una longitud de casi 350 m, están los dos edificios llamados Procuradurías Viejas y Procuradurías Nuevas, cuyas fachadas tienen arcadas continuas. 
El propio Palazzo, se abre hacia la laguna y tiene un muelle adornado por dos grandes columnas, con el León de San Marcos, símbolo de Venecia, en una, y San Teodoro, antiguo patrón de la la ciudad, en la otra. Antiguamente la plaza estaba separada del Palacio por un gran canal y  fue un amplio recinto herboso recorrido por un río y delimitado por dos iglesias: San Teodoro y San Gemignano.  En el siglo XV se rellenó el río y se amplió la plaza.
El Palacio Ducal es una obra de arte portentosa.  El palacio fue residencia de los dux, sede del gobierno y de la Corte de Justicia y Prisión de la República de Venecia.  Su acceso principal es la Porta della Carta, admirable edificación de estilo gótico del siglo XV, llena de esculturas, y contigua a la Basílica.  El patio del palacio, con la Escalera de los Gigantes, de Sansovino , donde se coronaba al dux, es muy suntuoso.  El interior conserva parte de las estancias originales con pinturas maravillosas de Tintoretto,Veronese y  otros y rodeado de frisos dorados.
La Basílica fue construida para albergar los restos de San Marcos en el siglo XI.  Destaca su airoso Campanile, señal de identidad de Venecia, notablemente separado del cuerpo de la Basílica y precedido de la Loghetta o Pórtico de acceso a este monumento, obra de Jacobo Sansovino. En el interior, sorprenden los mosaicos, de aire decididamente oriental, y la Pala d'Oro, pequeño retablo de filigrana de oro, esmaltes y piedras preciosas.
Venecia, como albergue temprano de la cristiandad, desde sus años primeros, cuenta con muchísimas Iglesias de una belleza sin igual, así como con otros edificios como Palacios, la Biblioteca, el Arsenal y la Galería de la Academia, que contiene pinturas de una belleza comparable con las mejores pinturas del mundo.
El Lido es una isla de 12 km de largo situada al frente de la ciudad de Venecia, en la que viven unos 20.000 habitantes y que forma un rompe muelles natural que protege a Venecia de la fuerza del Mar Adriático.  Allí, cada año  se celebra el Festival Internacional del Cine de Venecia.
Una experiencia inolvidable fue la de regresarnos en Vaporetto desde la Plaza San Marcos hasta la Plazetta Roma, desde donde caminaríamos hacia el trencito que nos llevaría al muelle donde estaba anclado nuestro barco.  Pudimos experimentar el bullicio de una Venecia que aún en tiempos modernos, sigue viviendo del ayer.

RAVENA, Italia




Ravena está situada en la costa del Mar Adriático en la región noreste de Italia llamada Emilia Romana, muy rica en agricultura, industria e historia.  Tiene una población aproximada de 160,000  personas.
La bondad de su clima le permite cultivar vides fenomenales y vinos incomparables.  Se caractericzan también por sus quesos y prosciuttos.  ¡Si vieran qué rico huelen en las tiendas donde los venden y lo enormes que son!
Los orígenes de Ravena se remontan al primer milenio antes de Cristo y en el 89aC se volvió en  una ciudad federada de la República de Roma.  Tuvo importancia por su ubicación fronteriza y por ser un puerto importante hasta la Edad Media.  Durante el imperio romano prosperó enormemente, y su emperador Trajano construyó un acueducto de 72 kms de largo en el siglo II.  En el 402,  los visigodos de Alarico, aprovechando la débil situación del Imperio de Occidente, fuerzan al emperador Honorio a refugiarse en la inexpugnable ciudad de Rávena y marchan de nuevo sobre Italia, llegando incluso a saquear la ciudad de Roma en agosto del año 410 (tras tres asedios e intentos frustrados de llegar a un acuerdo con Honorio).  Alarico reclamó al emperador Honorio ser nombrado general de los ejércitos del Imperio (magister militum), pretensión que no vería jamás cumplida.  Sin embargo, de Roma se llevó como botín a la hermanastra del emperador, a la princesa Gala Placidia, la hija de Teodosio, el último emperador de todo Roma Occidental y Oriental y medio hermana de Honorio.   Alarico murió,  al año de su rapto, y ella se casó con el cuñado de él, Ataúlfo, y tuvo un hijo que murió joven.  Después de muchas vicisitudes, pudo volver a Roma, donde su medio-hermano Honorio, la forzó a casarse con el General Constancio del cual tuvo dos hijos, Valentiniano III y Honoria.  Cuando murió su esposo, Honorio trató de abusar sexualmente de ella y ella se refugió en Constantinopla hasta  la muerte de él, en 423.  Su hijo Valentiniano fue proclamado emperador del occidente en 425 y su madre rigió 12 años por él, ayudada por el General Aecio que fue el jefe militar más influyente del Imperio del Occidente.  Galia, murió en el 450.  Fue una mujer muy religiosa y   en sus últimos años construyó y mejoró varias iglesias.  Mandó edificar las basílicas de San Juan Bautista y de la Santa Cruz en Rávena.  De la segunda sólo queda el oratorio de San Lorenzo, conocido como mausoleo de Gala Placidia, pero se duda de que realmente fuera enterrada allí.  En Roma, ella terminó de construir la basílica de San Juan Laterano, hoy Letrán.  
En 476, cayó el Imperio Romano de Occidente.  Con Teodorico, el rey de los ostrogodos, Ravena se convirtió en la capital del Imperio Ostrogodo en Italia.  Cuando Teodorico murió en 526, fue sucedido por su hija quien fue asesinada en 535.  Fue entonces que Rávena fue invadida por el emperador ortodoxo Justiniano I.  En 535 invadió Italia y en 540 conquistó Rávena.  Rávena se convirtió en la sede del gobierno bizantino en Italia.  La Restauratio Imperii en Rávena también beneficio al cercano puerto de Classe, que a veces es llamado la Pompeya de la antigüedad tardía.  El monumento más representativo de aquel periodo es la iglesia de San Apolinar (siglos VI-VII), cuyas reliquias fueron depositadas en la iglesia.  Aunque Classe fue fundada durante el periodo romano, creció sobre todo en el Imperio tardío.  Como puerto de Rávena, Classe era una de las plataformas de intercambio clave en los siglos VI-VII, y el principal puerto de la costa adriática italiana.
En 712 y 751 Ravena fue invadida por los lombardos y los franceses y en 784 ésta se convirtió en territorio de los Estados Pontificios. El arzobispo de Rávena era el más rico de Italia después del Papado y por lo tanto fue capaz de desafiar con éxito la autoridad temporal del papa de vez en cuando.
Las familias Traversari y Da Polenta estuvieron en control de la ciudad hasta 1275.  El poeta Dante vivió en Ravena como exilado por esta época.
En el siglo XV, Ravena pasó a los venecianos.  Rávena fue regida por Venecia hasta 1509, cuando la región fue invadida en el curso de las Guerras Italianas.
Después de la rendición veneciana, Rávena fue nuevamente gobernada por los legados del Papa como parte de los Estados Pontificios.  La ciudad resultó dañada en una enorme inundación que se produjo en mayo de 1636.  Rávena fue parte de los Estados Pontificios hasta 1796, cuando la anexó el estado títere francés de la República Cisalpina (Reino de Italia desde 1805). Fue devuelta al Papa en 1814.  Ocupada por tropas piamontesas en 1859, Rávena y la zona de la Romaña que hay a su alrededor pasaron a formar parte del nuevo reino de Italia unificado en 1861
Ravena es considerada hoy la capital de Arte del Mundo Occidental, debido al esplendor de los mosaicos que adornan muchas de sus iglesias y monumentos históricos.



 
Uno de ellos es el mausoleo de Gala Placidia, la esposa de Ataulfo y madre de Valentino III, Hija de Teodosio y hermana de Honorio, en el que las paredes, el techo y el piso están cubiertos con mosaicos maravillosos de color verde y aguamarina, que van transformándose en un cielo azul-cobalto salpicado de estrellas doradas.  Uno no puede dejar de maravillarse ante la belleza de este recinto, que además está decorado con figuras cristianas.
La Iglesia de San Vitale, es una basílica octagonal que data del siglo V.  Llaman también la atención las paredes revestidas de mosaicos.  Fue erigida en la primera mitad del siglo V, sobre el lugar en que, según la tradición, fue martirizado Vital, cristiano del siglo I.  Es un edificio de ladrillos octogonal, coronado por una cúpula.  Su espléndido interior está formado por una pieza central  rodeada de columnas y en la parte superior bajo la cúpula, se encuentran a la izquierda, Justiniano y su séquito y a la derecha, Teodora, su esposa, y su cortejo de matronas y ministros, obras maestras del arte musivo ravenés; en el interior de la cúpula del ábside: Cristo sentado sobre un mundo azul, entre dos Arcángeles, San Vital y el obispo Ecclesio, quien fundó la iglesia en 521, cargando en su manos un modelo de la iglesia ya terminada (muchos años después de su muerte).
Fuimos también al Bautisterio Neoniano que data del siglo V, y que originalmente fue una casa de baños romanos. Es impresionante la cúpula con la imagen de Cristo bautizándose en el río Jordán y el río tomando una figura humana que le alcanza una toalla para secarse.


La Iglesia de San Francisco es otra construcción del siglo V.
Vale la pena también ver la Iglesia de San Apolinar el Nuevo, construida entre 493 y 496 que tiene magníficas columnas de mármol y mosaicos que representan escenas del Nuevo y Viejo Testamento y de vírgenes y mártires.



Les presento un maravilloso video en italiano, porque no tiene traducción, sobre los mosaicos de Ravena:



Fue interesante ver la tumba de Dante Alighieri, el autor de la Divina Comedia, que fue sujeto de grandes polémicas entre los florentinos y los raveneses que se disputaban la propiedad de sus restos.  Hasta el día de hoy, la ciudad de Florencia provee el aceite para la lámpara que flamea en aquel recinto donde descansan sus restos.

Todos estos monumentos han sido declarados por la UNESCO en 1996, como Patrimonio de la Humanidad.

SPLIT, Croacia



Split está localizada en una pequeña  península del sur de Croacia en la costa este del Mar Adriático. Está rodeada por el Golfo de Castela y el Canal de Split.  Tiene más de 200,000 habitantes y es la segunda ciudad más poblada de  Croacia.  Split, se encuentra situada a casi 400 km de la capital de Croacia, Zagreb, y basa su economía no sólo en el turismo, del que se nutre en los últimos años, sino también de la industria naval, de la viticultura y numerosas empresas que hacen que esta ciudad sea un importante centro administrativo.
La historia de Split (Aspalathos, cuando era colonia griega, Spalatum,en lengua romana, y que en lenguaje de Croacia, significa retama,  fue llamada así porque en su tierra crecen muchas de esas flores) está relacionada con el emperador de Roma, Diocleciano, que nació en el siglo III y que instituyó la tetraquía o el gobierno de 4 personas (cada 20 años los dos de menor rango subían al rango superior y se elegían dos nuevos regidores que apoyaban a los llamados augustos) y que dividió para siempre el Imperio Romano en el del Oriente y el del Occidente.  Diocleciano persiguió a los cristianos y dio un buen número de medidas militares y económicas.  En 305, Diocleciano abdicó y se retiró a su tierra en Dalmacia.  Para ello mandó construir un palacio en el que se retiraría por lo que le quedaba de vida.  La estructura del palacio abarcaba 38,000 mts. cuadrados y sus muros medían 18 mts.  de altura y dos metros de ancho.  El material empleado fue el mármol y utilizó lo mejor de lo mejor para su construcción, e hizo traer hasta dos esfinges egipcias que hoy se pueden ver en la puerta del templo de Júpiter, hoy Bautisterio de San Juan y otra, junto a la catedral, que originalmente fue el mausoleo de Diocleciano.  Todos los muros de su fortaleza-palacio tenían unas puertas enormes por las que se entraba y entre éstas y el acceso al palacio había un vestíbulo, que en caso de algún ataque sorpresivo, servía de espacio para acorralar y ajusticiar a los intrusos.  La puerta principal de entrada es la Puerta Aura, por donde entraba el emperador.  Había una puerta de latón que daba hacia el mar y por donde salía el emperador cuando quería salir de incógnito.  Se construyó un acueducto de 9 kms de largo para suplir de agua a las instalaciones Alrededor del palacio se asentaron los guardias romanos y otros pobladores.  Se dice que en ese entonces la población alcanzaba a los 10,000 habitantes.
Dicen que el sótano se torturaba a los cristianos y se dice que en un riachuelo que corre por el palacio, fue donde le quitaron los ojos a Santa Lucia.  Si supiera Diocleciano que cuando murió  en el 310 allí hicieron una fábrica de uniformes romanos, y que su mausoleo lo convirtieron en Catedral Cristiana, en el que destaca el campanario de estilo románico-gótico y sus monumentales puertas de madera con imágenes de la vida de Cristo, obra del maestro Buvina.  Son famosos los frescos, su púlpito y sus tallados romanescos.
Con la caída del Imperio Romano en el 476, Split pasó a ser parte del Imperio Bizantino.  En 639, cuando los ávaros y los eslavos invadieron Salona, muchos pobladores se escaparon hacia las islas, pero otros se recluyeron dentro del palacio y éste se convirtió en una ciudad fortificada.  Hoy en día viven dentro del palacio, más de tres mil personas rodeados de tienditas, callecitas antiguas, mercados, apartamentos, museos hoteles y cafecitos.  Los sótanos los utilizaron de basural e hicieron unos huecos en la parte de arriba, y los usaron como silos durante siglos.  Con el tiempo los limpiaron para restaurar el palacio y se encontraron restos de columnas sumergidos en los deshechos calcificados!  Pero gracias a esto se habían conservado de lo más bien.  Hoy en día, allí hay una serie de puestecitos donde venden artesanías y recuerdos croatas.  Y si se quieren comprar una corbata, están en la tierra de origen de este accesorio, ya que se inventó allí, cuando las mujeres y novias que veían a sus soldados irse a la guerra, les obsequiaban un pañuelo para que se lo pusieran alrededor del cuello. Después esto se diseminó por las cortes francesas y otras, y así se modificó a lo que la corbata es hoy en día. 
Alrededor del siglo X los venecianos comenzaron influir económicamente en la región y ya entre 1420 y 1797 obtuvieron la supremacía en Dalmacia.  Es por esto que en Split se pueden ver estilos venecianos en muchas de las construcciones posteriores dentro del palacio.  Después de los venecianos, dominaron los franceses, y luego los austriacos, hasta la Primera Guerra Mundial, donde Spalato fue llamada Split y pasó al dominio de Yugoslavia, convirtiéndose en su principal puerto.  Durante la segunda guerra mundial Split fue atacada por los italianos, pero en 1944, fue ocupada por las fuerzas del general yugoslavo, Tito (Aún se puede ver su residencia en la ciudad) y murieron más de 300 italianos que eran repudiados por los croatas. 
La ciudad antigua y partes del palacio fueron dañados durante los bombardeos de los alemanes y hubo una matanza de cientos de personas.  Split se convirtió en la capital provisional de Dalmacia y su centro administrativo.
En el año 1979, el núcleo histórico de Split con el Palacio de Diocleciano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.  Al finalizar la Primera Guerra Mundial y luego de la disolución del imperio austro-húngaro, la provincia de Dalmacia, junto con Split, se convirtieron en parte del reino Serbio, Croata y Esloveno (el cual se convirtió en el reino de Yugoslavia en 1929).
Después de la invasión de Yugoslavia por la Alemania Nazi, en 1941 Split fue ocupado y anexado por Italia, con fuerte oposición de los croatas.  Después de la capitulación de Italia, la ciudad fue controlada temporariamente por las brigadas del General Josip Broz Tito y luego con el retiro de las tropas partisanas  la ciudad quedó bajo la autoridad del Estado Independiente de Croacia.  En Octubre de 1944 después de ser bombardeados  por los aliados, los partisanos recuperaron la ciudad y la nombraron como capital provisional de Croacia.
En 1991, Croacia declaró su independencia y Split siguió siendo un importante centro administrativo y turístico de la región.
Hoy en día viven en Split 95% de croatas y el resto son serbios, bosnios, montenegrinos y eslovenos.  También hay una minoría de italianos.  Su idioma es el Croata y su moneda el Kuna (8 kunas por euro).  A partir del 2013 pasarán a formar parte de la comunidad europea.
Split es una ciudad llena de arte y alegría, con cafetines por todas partes y frente al Adriático.  Suelen encontrarse por sus calles, grupos de cantantes acapela, llamados Kapla.  Los mercados de frutas, el del pescado y puestos donde venden queso, miel  y leche están dentro del palacio.  Split es también un puerto importante del Adriático.
Es interesante el ghetto y templo judíos que hasta el día de hoy se pueden visitar.
La sinagoga del la que hablamos fue construída en el siglo XVI haciendo uso del segundo piso de dos casas contiguas.        
Una de las estatuas más famosas que están al frente de una de las puertas del palacio, es la de San Gregorio de Nin, uno de los obispos croatas, y ha sido realizada por el más famoso escultor croata Iván Mestrović  Existe una leyenda que dice que si tocas el pulgar de la estatua, y pides un deseo, este se hace realidad. Algunos hombres dicen que les restaura su potencia sexual si se apoyan en el pulgar.

KOTOR, Montenegro:


La ciudad de Kotor,  es la capital de la república independiente de Montenegro, tiene una población de 14,000 habitantes, y está situada en la zona sur de la Dalmacia, en un cañón sumergido de un río de 28 kilómetros de largo (El agua del Adriático se interna en un fiordo rodeado de montañas en un área de 28 kilómetros)  y sus paisajes son de una belleza inigualable.  Es una ciudad medieval con influencia veneciana.
Kotor fue anteriormente una ciudad que formaba parte de la provincia de la Roma Antigua de la Dalmacia que se llamaba Ascrivium y está rodeada de altos acantilados de los que se dice que son parte de un volcán derruido sobre el que se construyó la ciudad.  Data aproximadamente del año 168 AD y está rodeada de unas murallas mandadas a construir por el emperador Justiniano I después de la invasión de los Godos en 535.  Por siglos creció muchísimo hasta que durante el reinado de Constantino VII fue saqueada por los sarracenos en el 840.  Los cuatro kilómetros y medio de muralla llevan siglos protegiendo a la pequeña ciudad la cual conserva muchos rasgos de  la influencia veneciana durante tres siglos (1420-1797) cuando Kotor formó parte de su Gran República.  Cattaro, que así la llamaban los italianos porque sus fundadores fueron los enigmáticos cátaros, no sólo está protegida por sus muros, sino por una fortaleza que la vigila a trescientos metros de altura, en plena montaña.  Para ascender a lo más alto del fuerte medieval, hay que superar sus más de 1300 escalones que serpentean el monte bajo el cual se ubica la ciudad.

En el año 1002 fue ocupada por el Primer Imperio Búlgaro y cedida a Serbia, pero los pobladores se levantaron y se unieron a la República de Ragusa (República Marítima en la costa sur de la Dalmacia) y así permanecieron hasta 1184.  Fue sede episcopal y se construyeron allí los monasterios de los Franciscanos y de los Dominicos para controlar las corrientes religiosas opuestas.
                                                                                                                                                                                                                                            Entre 1420 y 1797 formó parte de la Albania veneciana, que es una región histórica de la costa de Montenegro, que perteneció a los dominios adriáticos de la República de Venecia.  Durante este período, este territorio veneciano fue un baluarte en contra de la expansión de los turcos otomanos en los Balcanes.  Fue durante esta época que fue muy influenciada por la cultura y religión venecianos.  El nombre de Montenegro,  se lo dieron los venecianos en la época en que formó parte de la República de Venecia debido a que el negro es el color de sus montañas cuando se ven desde el Mar Adriático
Después del Congreso de Viena en 1815, pasó a formar parte del Imperio Austro-húngaro y en 1918 pasó a formar parte de la futura Yugoslavia.  Durante la segunda Guerra Mundial pasó a formar parte de Italia y en 1943, se volvió a anexar a Yugoslavia  En el año 2006, Montenegro (Crna Gora en serbio) proclamó su independencia de Serbia el 3 de junio de 2006, dos semanas después de que el 53% de los votantes dieran el sí en un plebiscito muy deseado por ellos.

La ciudad está llena de callejuelas estrechas y empedradas y se entra a aquella por la llamada Porta Marina.  Sobre ella está el león alado, símbolo veneciano, y una inscripción con la fecha de liberación de Kotor después de la segunda guerra mundial.  En la plaza principal se pueden apreciar todavía los cepos donde se castigaba a los criminales en tiempos antiguos y una torre con un reloj.  Al recorrer la ciudad se pueden apreciar los palacios de las familias más influyentes de Kotor, como los Bizancio y Bucá.   

Uno de los monumentos más importantes, es la Catedral de San Trifonio, un mártir de la época romana del siglo III.  Ésta una de las primeras iglesias católicas romanas de la época.  Fue construida sobre los restos de un monumento donde se guardaban las reliquias del mártir mandado a construir por un hombre noble y rico llamado Andrea Saracenis.  Más adelante en el 1124 se comenzó a edificar sobre estos restos una catedral destinada a los obispos de Kotor dentro del estilo arquitectónico de Europa Occidental de la época, de tipo Bizantino-Lombardo.  Consta de tres naves y está decorada con frescos que datan de 1331 en estilo gótico y otros de épocas más recientes, y todavía se pueden apreciar restos de aquellos.  Los portales están decorados con 10 santas y dos santos que han sido pintados en parejas. El ábside central está decorado con un retablo dorado realizado por orfebres locales en el siglo XV, pero la obra de arte más destacada de toda la catedral es el ciborio, una pieza maestra de 1362 con una banda con relieves que narran escenas de la vida de S. Trifón.
En una de las naves se encuentran los restos de Andrea Saracenis, sobre los cuales se erige un hermoso crucifijo.  En la nave derecha se encuentra un hermoso altar de pura plata que alguna vez formó parte de la nave central.  La catedral ha sido sujeta a varias renovaciones, debido a los terremotos que la fueron dañando, con variaciones de estilos según las épocas.
El lugar donde se encuentran las reliquias de San Trifón  está separado de la nave principal de la Iglesia y se accede a él por unas escaleras que dan a un pequeño vestíbulo que alberga una capilla con un altar de mármol.  Detrás de éste, hay un arco decorado separado del relicario por una puerta de fierro de estilo veneciano, hecha en el siglo XVIII por el escultor veneciano Francisco Cabianca y mandada a hacer por Ivan Bolizza y su esposa.  Detrás del altar y de la puerta se encuentran las reliquias del mártir dentro de un recipiente de mármol que alberga un sarcófago de plata con los restos del santo y que está sostenido por dos ángeles de mármol.  Alrededor del relicario hay imágenes talladas que cuentan la historia del santo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  Sobre el relicario, hay una gran estatua de San Trifón.  En la urna dorada a su derecha, se guarda la “Cabeza Gloriosa” del santo.
En el pequeño museo a lado de la capilla, se pueden apreciar algunas pinturas religiosas y 58 reliquias de diversos santos; una de las cuales se supone que contiene una astilla de la cruz de Jesucristo.  Visitamos también la torre de la iglesia donde se pueden admirar sus bellas ventanas de piedra tallada. 
Caminando por las calles empedradas y resbalosas debido a la lluvia que azotaba el pueblo, pudimos ver la prisión austriaca, una pila de agua antiquísima situada en una pequeña plaza simpatiquísima al lado de una minúscula iglesia ortodoxa, y degustamos los famosos vinos regionales decorados muchos de ellos con imágenes de la emperatriz Sissi.  Algunos de los vinos Montenegrinos son el Vranac, Pro Corde, Krstac, Cabernet, Chardonnay y la cerveza Niksiçko.  También hay un rico brandy como el Loza Montenegrino o el Kruna.
Nos encantaron los bordados primorosos en mantelería y vestidos, las joyas hechas a mano, y otras artesanías que venden los lugareños.  Todos dicen que fueron hechos por sus familiares.  ¡Linda treta para venderlos más rápido!
La Iglesia de Santo Luke (Sveti Luka) del siglo XIII, la Iglesia de Santa Ana (Sveta Ana) del siglo XII, la Iglesia de Santa María (Sveta Marija) del siglo XIII, la Iglesia de la Madre de Dios (Gospe od Zdravlja) del siglo XV, el Palacio del Príncipe del siglo XVII y el Teatro de Napoleón del siglo XIX son todos tesoros que forman parte de la herencia rica de Kotor y allí se puede apreciar maravillosos trípticos de madera bañados en oro.
Si les sobra tiempo y energías sería bueno visitar a la fortaleza de San Juan a la que se llega subiendo unas 1300 escaleras, pero serán recompensados con una vista estupenda de la ciudad. 
Kotor es una ciudad arrinconada entre cerros y durante la segunda guerra mundial fue presa fácil para el ataque enemigo.  En sus paredes todavía subsisten como mudos testigos las huellas de los proyectiles que eran lanzados desde el cerro y que se estrellaban en sus muros.
La arquitectura medieval y numerosos monumentos del patrimonio cultural han hecho que Kotor haya sido nombrada por la UNESCO como Patrimonio Natural e Histórico de la Humanidad, en 1979.
Los carnavales y festivales son organizados cada año para dar  encanto adicional a esta ciudad que es la más hermosa del litoral montenegrino. Usted simplemente no puede permitirse omitir una visita a Kotor, Montenegro.

DUBROVNIK:



La llegada a Dubrovnick fue una gran sorpresa para nosotros.  Lo primero que nos llamó la atención fue el imponente puente colgante de 520 mts.  de largo suspendido por cables, el Franjo Tudman, nombrado así en honor del primer presidente de Croacia en 1989. 
Dubrovnick, la llamada Perla del Adriático, es una ciudad de 45,000 habitantes situada sobre rocas elevadas en la costa del mar Adriático,  en el extremo sur de Croacia a las faldas del Monte Srd.  Es considerado un puerto comercial importante y  de destino turístico en el Adriático.  Desde 1979 ha sido nombrada como Patrimonio Cultural del Mundo.
El monte Srd  sobre Dubrovnik tiene una altura de 413 metros.  En el año 1810 Napoleón ordenó la construcción de la fortaleza Imperial, y  su gran cruz de piedra fue erigida a principios del siglo XX.  De la cima de Srđ se extiende una maravillosa vista sobre la Ciudad.  Durante la Guerra por la Patria (1991-1995),  Srđ fue el punto estratégico  de la defensa de Dubrovnik y la cruz de piedra fue destruida por una granada del enemigo.  Posteriormente fue erigida nuevamente y consagrada el 14 de octubre del año 1996.

En el Museo Marítimo de Dubrovnick obtuve muchísima información acerca de la historia de esta ciudad.




La navegación en el Mar Adriático fue siempre alabada desde tiempos antiguos por sus buenos vientos y múltiples canales naturales donde se formaron las colonias griegas.  También se formaron allí muchas villas romanas y muchos establecimientos del antiguo mundo.  Epidaurum o Cavat, colonia romana desde el siglo I, fue el mayor establecimiento urbano en la costa sur adriática. 
En los períodos difíciles de navegación y migración, y debido a la pérdida de rutas terrestres, el emperador Justiniano tornó sus esfuerzos al restablecimiento de las fronteras del imperio romano.  Así en el S VI y más adelante, los romanos se aseguraron rutas de navegación vitales construyendo fortificaciones o murallas acompañadas de construcciones religiosas y residenciales.  Uno de estos asentamientos fue Ragusa, de donde se originó Dubrovnick.  Después de la decadencia de Epidaurum o Cavat, estos se refugiaron en Ragusa, y junto con inmigrantes eslavos se establecieron allí.  Recientes descubrimientos arqueológicos llevan a pensar que la ciudad  fue fundada mucho antes por marineros griegos como puerto de descanso para sus barcos navegantes.  El nombre eslavo Dubrovnik apareció durante el Medioevo y deriva de la palabra eslava Dubravabosques de robles, con que era llamada una aldea fuera de la Ragusa de los Dálmatas: de hecho, estos árboles cubrían las montañas de San Sergio (en eslavo Brgat), que fue construido en las laderas del centro de la ciudad antigua.
Alrededor del año 800, Ragusa fortificó los muros de la ciudad y alrededor de 850, sobrevivió un asedio sarraceno  desde el mar.  Dubrovinick ya era una potencia marítima en el Adriático.
Después, fue ocupada sucesivamente por los ostrogodos de Italia, el imperio del Bizancio o imperio romano oriental, los venecianos (después de las Cruzadas), y en 1358, como estado vasallo del reino de Hungría, y desde el siglo XIII hasta el XVII fue estado libre con pago de tributos al Reino Turco.
Durante el Imperio del Bizancio, la región de la Dalmacia tuvo una importancia estratégica frente a la ofensiva   árabe y sarracena en el sur de Italia y Sicilia en la segunda mitad del siglo IX.  Así, los hallazgos de naufragios demuestran que a fines del siglo IX y comienzos del Siglo X, había un comercio intenso  entre el Bizancio, Siria y Egipto y los puertos de la región de la Dalmacia o la Costa Oriental del Adríatico.
Ya en ese entonces la ciudad mostraba algunos de los elementos esenciales de una comuna medieval temprana.
En la Edad Media, Ragusa como se le llamaba antes, fue conocida como una República Marítima, junto con Génova, Amalfi, Piza y Venecia.  Fue la única ciudad-estado del Adriático que compitió con Venecia.
Los cruzados, cristianos de la Europa occidental, abocados a luchar contra los pueblos paganos y herejes cristianos en nombre del papa, impulsaron el comercio del mundo cristiano iniciando un flujo considerable de personas y bienes desde el norte hacia el este, desde donde se importaban bienes valiosos como las especias y la seda.  Esto revivió la economía y desarrollo de las ciudades mediterráneas (en particular, Venecia y Génova) en los siglos XII y XIII; incluyendo en esto a las ciudades de la región de la Dalmacia.
Gracias a su posición geográfica, Dubrovnic inició un exitoso comercio con sus mercados internos como Serbia y Bosnia y con las ciudades de la costa mediterránea.  En el siglo XII sus actividades marítimas y comerciales fueron reforzadas a través de una serie de contratos con los regidores de las regiones del interior para asegurar el comercio libre de materia prima y de esclavos con el  interior y con un número de ciudades adriáticas y mediterráneas.
El libro de estatutos de la ciudad fue establecido en 1272, para luego seguirle el Libro de la Costumbres en 1277. 
El desarrollo de Dubrovnick alcanzó mayores niveles, cuando se libró de la influencia Veneciana después del tratado de Paz de Zadar a mediados del siglo XIV.  Su territorio se amplió significativamente a través de anexiones y acuerdos con otros vecinos.  Debido al incremento de la política expansionista del Imperio Otomano-Turco, la República de Dubrovnick accedió a un pago de tributo con el fin de retener su independencia y comercio libre.  El puerto de la ciudad fue construido y fortificado en el siglo XV, donde tomó la apariencia actual.  Es importante mencionar que desde el año 1420 hasta el año 1435, Dubrovnik llega a ser la sede mediterránea del oficio de los géneros textiles y su producción.  También, en el año 1432 se funda la Cámara Empresarial de la Producción de Lana; primera en Croacia y en los países eslavos de sur europeo.
Al palidecer el poder de la República Veneciana, los habitantes de Dubrovnick  establecieron exitosas relaciones comerciales con los otomanos y pudieron comerciar libremente con ellos.  En el s XVI ya tenían una marina fuerte con 180 barcos, los cuales bajo el emblema de su patrono, San Blas transportaban productos a través de todo el Mediterráneo; inclusive llegando hasta las costas de Inglaterra.  Dubrovnick se mantuvo fuerte e independiente a pesar de todas las muchas influencias y gobierno de diferentes potencias mundiales en la región y alcanzó un alto nivel de desarrollo.  Tomó la posición constitucional de República de Dubrovnick, con independencia total para elegir a rector y miembros del concejo; tenía su bandera propia, monedas y legislación, y tenía el derecho de establecer consulados en el exterior.  También establecieron instituciones públicas (uno de los primeros sistemas de dotación de agua en el medioevo, el primer sistema de cuarentena del mundo con los lazaretos establecidos ya desde 1377 para proteger al país contra las plagas, un hospicio, uno de los primeros orfanatos del mundo, una farmacia en el monasterio de los franciscanos que sería una de las tres más antiguas del mundo actual, el primer colegio público en 1435).  Dubrovnick abolió la esclavitud y prohibió el tráfico de esclavos ya desde 1416.
A través de un excelente servicio diplomático, los ragusanos aseguraron su neutralidad y el monopolio del comercio a través del Imperio Otomano, mientras que en el Oeste llegaron a estar protegidos por España  y la Santa Sede, en contra del poder rival de la República Veneciana.  Los barcos ragusanos fueron contratados frecuentemente para las expediciones militares españolas; entre ellas, la Armada Invencible contra Inglaterra en 1588.  Muchos hombres de mar se distinguieron tanto en el servicio para su país como en cargos diplomáticos en el exterior.
El siglo XVII estuvo marcado por una crisis en el comercio mediterráneo, causado por la apertura de nuevas rutas de comercio marítimo y por el crecimiento de las flotas francesas, inglesas y holandesas.  Los Ragusanos restringieron sus operaciones comerciales al Adriático, Sur de Italia, Grecia, y partes de España, para lo cual usaron barcos más pequeños como los galeones, polacras, pataches  y otros.
En 1667 un desastroso terremoto destruyó la ciudad casi en su totalidad y murieron muchos habitantes.  Así, la República, además de dedicarse a reconstruir su pueblo, concentró grandes esfuerzos en preservar su independencia.  Como resultado, al final del siglo XVII y al inicio del siglo XVIII, la economía y las empresas marinas ragusanas  no prosperaron.
Dubrovnick comenzó a recuperarse lentamente en el siglo XVIII.  La influencia de la República Veneciana en el Adriático estaba en decadencia, dando lugar al mercantilismo austriaco, que era reconocido en ese tiempo por la República de Dubrovnick y del cual trató de tomar ventaja.  Además como las potencias extranjeras se encontraban en guerra, el gobierno ragusano tomó ventaja de esta situación para hacer florecer su comercio marítimo, que se extendió hacia ultramar.  La flota marina aumentó considerablemente.  El gobierno apoyó administrativamente la economía marítima, expidiendo leyes sobre la navegación nacional en 1745 y fundando compañías de seguro marítimas.  Los científicos ragusanos de los siglos XVI al XVIII hicieron importantes contribuciones a las ciencias exactas, reconocidas a nivel europeo, como las matemáticas, la física y astronomía (por ejemplo, la medición y contabilización de las mareas, los mecanismos de navegación, la navegación basada en los astros), los problemas meteorológicos, la construcción de barcos, etc.
La representación del gobierno estaba conformada por un servicio consular muy bien organizado y desarrollado, que ya funcionaba desde 1358, y que se fue extendiendo desde ese entonces y que se preocupó de la protección y dispersión del comercio marítimo  y de los intereses ragusanos en el exterior.  La mayor parte de los consulados se abrieron en los siglos XVI y XVIII, cuando floreció el comercio marítimo, mientras que en el siglo XVII dejaron de funcionar temporalmente.
Los cónsules se dedicaban a labores administrativas y a proteger los intereses de los marinos ragusanos y de los comerciantes, además de tener la jurisdicción  total de la corte.                                                   
Cuando se produjo la Invasión Francesa en 1806, Dubrovnick se sometió a las fuerzas de Napoleón  debido a su temor de ser ocupados por los rusos.  Esto marcó el final de la República.
En 1815, en el Congreso de Viena, el territorio de Dubrovnick fue asignado a la monarquía de Habsburgo y anexado con el resto de la Dalmacia y Croacia, compartiendo su destino.  Después de la Primera Guerra Mundial, Dubrovnick fue parte de una monarquía y al final de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en parte de la Yugoslavia Socialista.
Después de las elecciones multipartidarias en 1990, que derrocaron al régimen comunista de Yugoslavia y crearon la República independiente de Croacia, Dubrovnick y sus alrededores fueron atacados y destruidos en Octubre de 1911 durante el ataque de los serbios a territorio Croata. 
Sin embargo, Croacia  ha ido recuperándose de los estragos de la guerra, y hoy en día muchos de sus monumentos históricos han sido restaurados a su anterior gloria.  Son testigos de la guerra y su desastre las impresionantes fotografías que se exponen en el Palacio del Rector.
La experiencia de Dubrovnick no será completa hasta que el visitante no recorra los principales sitios que cuentan la historia de este maravilloso lugar.
Así, haré una descripción rápida de los principales lugares que pudimos ver dentro de nuestra corta visita.
La Muralla de Dubrovnic:



Dubrovnick está entre las diez mejores ciudades amuralladas del mundo.  Tiene más de dos kilómetros de murallas de dos a 4 mts de espesor en el lado de la ciudad y de menor grosor al lado del mar; y datan de hace 9 siglos.  Las murallas de Dubrovnik, de 1940 metros de largo, constituyen un verdadero sistema de defensa que incluye tres fortalezas (Minceta, Bokar y St John),  16 torres, 6 bastiones, dos fortificaciones esquinadas y dos ciudadelas y 120 cañones.  Hay tres entradas por las que se puede acceder a las murallas para recorrerlas.  Las murallas fueron construidas entre los siglos VIII y XVI y demostraron ser eficaces ya que, durante ese tiempo, nadie pudo atravesarlas, hasta la llegada de los ejércitos napoleónicos.  Como la ciudad está construida sobre unos peñascos, se puede apreciar desde la altura la inmensidad y agresividad del mar y  se puede acceder a unas vistas impresionantes.  Al caminar alrededor de la muralla se pueden apreciar los rojos tejados de las casas (la mayor parte son nuevos ya que los antiguos fueron bombardeados durante la guerra de los Balcanes).  Una visita al Museo Marítimo del Fuerte Saint John es  importante para dar al visitante una idea sobre la historia de la ciudad y su importancia como centro marítimo del Adriático.  En 1970 la ciudad fue desmilitarizada para protegerla de la guerra, sin embargo, después de la escisión de Yugoslavia, en 1991 fue invadida por las fuerzas Serbias y Montenegrinas por siete meses y fue dañada por bombardeos considerables; el 56% de la ciudad recibió el impacto de 650 proyectiles.
El Fuerte Lovrijenac que se erige aislado sobre un acantilado de 37 metros de alto, es también parte integral de este sistema de fortificación.
El Museo Marítimo de Dubrovnick:
El Museo Marítimo fue fundado por la Academia de Ciencias y Artes de Yugoslavia en 1949, basado en una pequeña colección ya existente.  Ha formado parte de los museos de Dubrovnick desde 1987.  Está situado en el Fuerte de San Juan desde 1952.  En 1979 hubo un terremoto que dañó el museo.  En 1986 se abrió una nueva colección.
En el museo se muestran artefactos referentes a la historia marítima de la región de Dubrovnick, desde la antigüedad hasta tiempos modernos, y de donde pude sacar el recuento histórico que les he presentado.  Hoy tiene en su haber 5,000 piezas distribuidas en 15 colecciones.
El fuerte San Juan sobre el puerto es una de las cuatro fortificaciones más grandes de la ciudad.  El fuerte, de estructura cuadrada originalmente, fue construido en 1346 y adquirió su actual apariencia a fines del siglo XVI.  En el siglo XIX el fuerte fue dividido horizontalmente para crear dos pisos, y se abrieron ventanas en las aperturas que habían sido destinadas para apostar armas.
Las Puertas de la Ciudad



Los antiguos habitantes de Dubrovnick entraban a la Stari Grad o vieja ciudad,   a través de dos puertas principales:  la puerta Ploce en el extremo Este  y la puerta Pile en el extremo Oeste.
La entrada Pile nos lleva por un puente de piedra que en los inicios de la construcción del fuerte, cruzaba un arroyo que corría alrededor de la fortaleza, y hacia una primera puerta renacentista en una torre semicircular, que antes era levantada en las noches para cerrar la ciudad a invasores.  De allí, sigue una segunda puerta por la que se entra a la Plaza-Stradun o Via Principal de 292 metros de largo. La Plaza está constituída así desde el siglo XI o XII cuando se construyó un terraplén sobre un brazo del  mar que antes dividía a la actual ciudad en dos partes: la parte isleña (Lave, Laus) y la parte continental (Ragusa, Dubrovnik).  Esta calle fue hasta el S.XII un foso marino que protegía Ragusa de los comerciantes bárbaros, y que luego fue rellenada para dar lugar a la Plaza.
La Fuente Onofrio:
 
Justo al entrar a la ciudad, nos encontramos con la fuente de dieciséis lados llamada así en honor a su constructor.  En 1436 se construyó el sistema de canalización de la ciudad y esta fue la primera fuente de dotación de agua potable de la ciudad.  Se alimentaba de un acueducto de 11.7 kilómetros de largo que se conectaba con Sumeta, un manantial cercano del río Ombla.  Hoy en día todavía fluye agua de sus 16 caños que salen de las bocas de  unos mascarones de criaturas fantásticas esculpidas a su alrededor.
La Torre del Reloj: 



Se ubica en la plaza Luza y es un hito histórico importante de la ciudad.  La construcción de esta torre de 31 metros comenzó en 1444.  Se diseñaron dos hombrecitos de madera para que golpearan la campana, como parte del mecanismo del reloj, a los cuales los antiguos residentes les llamaron Maro Y Baro.  Más adelante, estas figuras fueron reemplazadas por unas de bronce.  A través de los años éstas se volvieron verdes, teñidas por el aire salado del Adriático.  Por eso se les llamó los hombrecitos verdes o Zelenci.  En el siglo XVIII el mecanismo del reloj se malogró y un monje franciscano lo arregló con las manecillas en forma de pulpo y le agregó las fases de la luna.  En 1928, un benefactor nativo que vivía en Chile donó una cantidad para reparar la campana, que es la original que se colocó en la torre en 1506.  Desde 1929 este reloj toca todos los días al mediodía y la misma familia está a cargo de su mantenimiento desde hace 100 años.  Como los hombrecitos verdes habían sufrido daños, se instalaron réplicas de ellos en la torre del reloj y los antiguos fueron sometidos a una intensa restauración que duró 5 años.  Hoy se les puede ver en el museo de la Casa del Rector.
La Columna de Orlando:



Este monumento está ubicado en la Plaza Luza entre la Iglesia de San Blas y el Palacio Sponza.  Fue erigido en 1418 y simboliza el deseo de libertad de la antigua República de Dubrovnick.  Fue diseñada por el arquitecto Bonino de Milán y esculpida por artesanos locales y representa al sobrino del emperador Carlomagno, Orlando, quien murió heroicamente en 778 en Roncesvalles en los Pirineos y cuya  imagen adorna muchas plazas centrales de Europa desde el siglo XV, como un símbolo de libertad e independencia.  Sus hazañas fueron loadas  en la obra literaria de la Edad media, “La Canción de Orlando”, considerado el cantar de gesta más antiguo escrito en lengua romance, en Europa. 
En la base del Pilar de Orlando, hasta hoy en día, es visible la unidad de medida “del codo de Dubrovnik” – 51, 2 centímetros.  Durante la época de la República, todo ciudadano después de realizar la compra de lienzo o géneros de tela en la tienda, tenía el derecho de acercarse al pilar y cerciorarse si el comerciante le dio la medida justa o le perjudicó.  
Desde el año 1950, cada 10 de julio, en la plaza que circunda el Pilar de Orlando, se organiza la festiva apertura del escenario de los Juegos de Verano de Dubrovnik y en el mástil del Pilar se levanta la bandera del Festival, con su simbólica escritura: Libertas.  El Pilar de Orlando fue  (y permanece siendo, uno de los símbolos de la independencia y libertad de Dubrovnick. 
En 1419 se izó una bandera blanca con la imagen de San Blas en la columna, pero al entrar las tropas de Napoleón en 1806, ésta fue retirada.
En 1825 fue derribada por un fuerte viento y fue guardada hasta 1900 en que la volvieron a colocar en su lugar.  Desde 1990 cuenta con una bandera blanca en la que se lee “libertad”.
La Pequeña  Fuente de Onofrio 
  
Se encuentra situada al final de la Plaza, entre el campanario y la cafetería de la Ciudad, y representa una de las obras más significativas de la escultura gótica figurativa y decorativo-ornamental en Croacia.  Se cree que Onofrio de la Cava fue el que dio la idea para su construcción, pero que las obras de escultura en ella las realizó el conocido escultor y medallista italiano Pietro di Martino da Milán.  Las obras en la Pequeña Fuente de Onofrio empezaron en otoño del año 1440 y terminaron durante el 1442.  La Fuente está compuesta por la piscina octogonal, de la que se levanta un pilar que sostiene una concha con fantásticas cabezas desde las cuales salpica el agua y sobre la que se encuentra la parte superior en forma de una pirámide con 4 delfines y una flor en el cumbre.  En relación a la escultura, las  de mayor calidad son los relieves de los muchachos desnudos en las placas de la piscina, que portan diferentes recipientes y fuelles con agua.
El Palacio Sponza:



El Palacio Sponza  fue, durante la República de Ragusa, la sede de la Aduana, por lo que también se le conoce como Divona (dogana).  En el mismo edificio se encontraban la casa de moneda  y el tesoro de la nación.  También se forjaban las armas para la defensa de la República.
El nombre Sponza se debe a que era el sitio donde se recogía el agua de lluvia, y deriva de la palabra “spongia”, equivalente a alluvium, en latín.
Además de ser el corazón de la vida económica de la República, el Palacio Sponza también era sede de la Academia del Conocimiento.  Los miembros de la Academia se reunían allí para discutir temas relacionados con el arte y la ciencia
El edificio fue construido en el siglo XVI (entre 1516 y 1522) en estilo gótico renacentista, una característica de la arquitectura de Dubrovnik de la época.  El diseño rectangular era simple:  salas y almacenes en derredor de un patio interior, y pórticos que comunican con la Plaza de la Luža.  Los trabajos en mármol, incluyendo la ornamentación de los pórticos, fueron realizados, en su mayoría,  por artistas locales, los hermanos Andrijić, y es uno de los edificios más bonitos y ornados de la vieja ciudad de Dubrovnick.
Este palacio es uno de los pocos edificios que no fue destruido por el terremoto de 1667.  Actualmente funciona allí el Archivo de Dubrovnik, que alberga más de 100.000 documentos desde el siglo XII hasta la desaparición de la República de Ragusa.  Uno de los documentos más importantes es el Estatuto de la República, de 1272.  Aunque el archivo no se puede visitar, sí se puede acceder a la Sala Memorial de los Defensores de Dubrovnik, en honor a quienes murieron durante el conflicto con Serbia Y Montenegro. 
La Iglesia de San Blas:




Esta Iglesia Barroca, consagrada a San Blas, el santo patrón de Dubrovnick, fue construida en el siglo XIV y sobrevivió el terremoto de 1667 , pero se destruyó totalmente a raíz de un incendio en 1706 en el cual sólo se salvó la estatua dorada del santo.  La nueva iglesia  fue diseñada por el arquitecto Gropelli quien tomo como modelo la iglesia de San Mauricio de Venezia y fue construida entre 1707 y 1716.
Desde la Plaza, y si uno levanta los ojos, se puede ver la estatua del santo sobre la iglesia, con una corona y cetros dorados y llevando en una de sus manos, la maqueta de la ciudad…como protegiéndola.

La Iglesia está decorada muy elaboradamente en su interior, y en el altar principal hay una imagen del patrono en plata bañada en oro (en eso tiempos, los Ragusanos comerciaban este metal) y en sus manos lleva una maqueta de la ciudad, adonde se pueden apreciar los edificios que fueron destruidos en el gran terremoto.
SAN BLAS Y DUBROVNIK  
Por Andrés Morales Milohnic en su blog Croacia-Chile, Letras y Cultura 
San Blas no es sólo protector celestial de la Cuidad; él representa la síntesis y la idealización de Dubrovnik.  Los ciudadanos de Dubrovnik  lo destacaban siempre y por todos lados, le construyeron iglesias, le erigieron estatuas (se conservaron 27), su imagen se encontraba en la bandera de Dubrovnik, en las armas y en la moneda.  La República de Dubrovnik iniciaba sus libros más importantes, sus valores perpetuos, sus decretos y las cartas a sus súbditos, invocando a San Blas.  En los momentos más difíciles para el estado, en la iglesia de San Blas se oficiaba el servicio de Dios, para que el Santo Patrono les salvase y librase de las enfermedades contagiosas (como por ejemplo, la peste).
En tiempos más antiguos San Blas no fue el protector de Dubrovnik, sino lo  fueron los santos Sergio y Baco.  A ellos les fue dedicada una pequeña iglesia en la Ciudad y la otra en Srđ.  Según una leyenda religiosa, San Blas llegó a ser protector de la Ciudad  en el siglo X.  La leyenda dice que los venecianos en el año 972, con una gran flota y bajo el mando de Petar (Pedro) Orseol, derrotaron a la población del valle de Neretva y de esta manera les forzaron a  pagarles un tributo.  Su plan era conquistar  Dubrovnik con un engaño.  Pero no tuvieron éxito con esta intención.  En la iglesia de San Esteban (una de las más antiguas iglesias de Dubrovnik, destruida en el terremoto del 1667), el sacerdote Stojko  permaneció rezando un rato largo, cosa que usualmente hacía.  De improviso, delante de él, vio la iglesia llena de gente armada y entre ellos a un anciano de larga barba blanca, que se presentó como San Blas, obispo y mártir enviado por el Cielo para salvar a Dubrovnik.  Los venecianos, protegidos por la noche, trataron de trepar las murallas de la Ciudad y conquistarla, pero él los detuvo con su ejército celestial.  En esta ocasión San Blas les dejó a los ciudadanos de Dubrovnik   el mensaje de que no creyeran a los venecianos y que se fortalecieran mejor y cuidaran su ciudad; lo cual ellos obedecieron.  Después de eso, los ciudadanos de Dubrovnik, en señal de agradecimiento, eligieron precisamente a este santo como su patrono.  La fiesta de San Blas que se celebra el 3 de febrero de cada año, desde siempre tuvo gran significado y especial importancia.  Las primeras informaciones sobre la veneración de este Santo, están registradas en el pergamino del año 1190.  Los ciudadanos de Dubrovnik, hace ya más de mil años que demuestran su agradecimiento a su Santo Patrono.      
La Catedral:





En esta iglesia se encuentran dos obras realmente muy valiosas, de la época de oro de la pintura en Dubrovnik: el políptico “La Virgen con el niño y los santos” (San Antonio, San Blas, San Nicolás y San Julián), situado en el altar central, obra de Lovro Dobričević del año 1465,  y el tríptico “La Virgen con los Santos” de Nikola Božidarević, del año 1517, representante más destacado de la escuela de pintura de Dubrovnik (ésta fue la última obra de este artista).




Los habitantes siempre han tenido una devoción especial por esta iglesia; especialmente, los navegantes de Dubrovnik, los que también hoy en día, al pasar, la saludan con el pito de las sirenas de su barco

LA CATEDRAL:  versión de  Andrés Morales Milohnic

La Catedral o la Iglesia Principal ocupa un especial y destacado lugar en Dubrovnik. La actual Catedral de la Consagración de María, ha sido proyectada  en estilo barroco romano por el arquitecto Buffolini de Urbani, y las obras fueron finalizadas por el maestro nacional Ilija Katičić.  Fue construida en el mismo lugar donde anteriormente se encontraba la catedral románica destruida en el terremoto del año 1667, y antes que esta, la gran catedral prerrománica del siglo XI, con frescos.  Los antiguos cronistas de Dubrovnik relatan que el rey inglés Ricardo Corazón de León (Richard I. Lionheart), regresando de la tercera guerra de los cruzados, se encontró en medio de una gran tempestad en el Mar Adriático, y cerca de la isla pequeña de Lokrum sufrió un naufragio.  Se encontraba en un  barco veneciano, retornando a casa en el año 1192.  El asustado rey entonces hizo el voto de que, si se salvaba, construiría dos iglesias:  la primera la construiría allí donde pusiera el pie en tierra y la otra en su patria, en Inglaterra.  El buque real logró dominar el mal tiempo y se refugió de la terrible tempestad en una bahía de Lokrum.  El rey, según la leyenda, ordenó la construcción de la actual catedral de Dubrovnik.  La Catedral empezó a construirse  en el siglo XII y fue terminada a mediados del siglo XIV.  En ella se encuentran viejos cuadros de antiguos maestros, entre los que también sobresale el políptico de Tiziano “La Consagración de la Virgen”, situado sobre el altar mayor.  El valioso relicario de la Catedral contiene las reliquias de objetos santos, elaborados como obras artísticas; que se exponen  una vez al año durante la solemne procesión de la fiesta de San Blas.  El tesoro de la Catedral guarda una incalculable riqueza y es al mismo tiempo, un museo en el cual se conservan muchas reliquias de los santos, elaboradas artísticamente en plata y oro en diferentes estilos por los maestros de Dubrovnik y del extranjero.  Especialmente son significativas las reliquias de San Blas,  patrono de Dubrovnik (la cabeza, las manos, pies, huesos) bañadas en plata, oro y diamantes.  El objeto de mayor valor es la reliquia de la cabeza de San Blas en forma de una  corona bizantina del siglo XII, y también, la reliquia del Árbol de la Cruz de Jerusalén.  La tesorería guarda también numerosas cruces, cuadros artísticos de pintores italianos, flamencos y de Dubrovnik, así como otros numerosos objetos de valor.  Según la tradición, los objetos conservados en  el relicario de la Catedral, se guardan bajo  tres llaves.

EL PALACIO DEL RECTOR:  del blog de Andrés Morales Milohnic.Las fotos son mías...


El Palacio del Rector fue el edificio público más importante en el antiguo Dubrovnik, la sede del Gobierno y del poder de la República de Dubrovnik, y representa uno de los monumentos más significativos de la arquitectura profana en la costa croata.  Se trata de un palacio gótico con reconstrucciones renacentistas y barrocas, levantado a mediados del siglo XV en el sitio del viejo castillo. En el siglo XV el Palacio del Rector fue dañado en dos oportunidades al estallar la pólvora que contenía. Después de la primera explosión, en el año 1435, fue renovado por el famoso constructor Onofrio di Giordano de la Cava, en estilo gótico tardío.  En esta oportunidad es cuando los planos del Palacio del  Rector recibieron las medidas que hoy presenta, con el patio central y el atrio de la  portada y los capiteles fueron construidos por Pietro di Martino, con la indicación   de las formas renacentistas (su capitel con el Esculapio está conservado en la mitad derecha del pilar del atrio).  En la explosión del año 1463, la fachada del oeste fue demolida y en su reconstrucción trabajaron por cortos períodos de tiempo, dos renombrados constructores – Juraj Dalmatinac y Michelozzo de Florencia. Después del terremoto del año 1667, el atrio fue parcialmente reconstruido con unas representativas graderías del barroco.
En el Palacio moraba el Rector durante su mandato de un mes (él tenía que ser mayor de lo 50 años y la misma persona podía ser elegida varias veces, pero tenían que transcurrir dos años desde su última elección).  El Palacio disponía de una  sala para el Concejo Menor, una  sala para el Concejo de los Solicitados, un aposento para el Rector, tribunal, oficina, notaría, prisión, arsenal y almacén.
Del Palacio del Príncipe se ingresaba a la sala del Concejo Mayor y sobre las conservadas puertas de la entrada se encuentra la inscripción:  Obliti privatorum publica curate – Olviden sus cosas privadas, ocúpense de los asuntos estatales.  Muy simple y claro:  el bien general debe estar por encima del bien personal, lo cual era uno de los principales postulados del antiguo estado de Dubrovnik.
Sin embargo, las actas estatales de mayor importancia se guardaban en la Catedral.  El Palacio del Rector es sede del Museo Cultural-Histórico de Dubrovnick y contiene muchos muebles y objetos que en el pasado, utilizaban los moradores de este palacio representativo.  Las salas más bellas del Palacio son la sala-rococó en estilo de Luís XVI, el despacho del rector,  la sala de música con el reloj de Marmont y el dormitorio del rector.  Se encuentran expuestos los cuadros de pintores italianos y nacionales, la colección numismática de la República de Dubrovnik, la colección de armas y objetos de la farmacia “Domus Christi” del siglo XV, medallas, timbres y escudos de las familias nobles de Dubrovnik. Asimismo, en el primer piso se encuentran la corte, las mazmorras, una colección impresionante de baúles de fierro con chapas de intrincados mecanismos, los famosos hombrecitos verdes originales de la torre del reloj y una colección de fotografías impactantes de los bombardeos sostenidos por la ciudad durante la guerra de 1991.
En el atrio del Palacio se encuentra el monumento – busto en bronce de Miho Pracata, rico comerciante y benefactor que fue erigido allí por decisión del Senado del año 1638 (obra del escultor italiano Pietro Giacometti de Recenati).  Este rico armador de la isla de Lopud, dejó toda su enorme riqueza al estado; (se trata de 200 mil ducados legítimos) y es el único ciudadano proveniente del pueblo a quien la República de Dubrovnik le levantó un monumento.
En el atrio del Palacio del Rector, actualmente se organizan conciertos de música clásica y otros tipos de recitales, especialmente durante los Juegos de Verano de Dubrovnik, porque esta edificación, además de caracterizarse por su belleza, se caracteriza por su extraordinaria acústica.   
El Monasterio Franciscano:  

  










Al costado de la Iglesia de la Santa Salvación que fue construída en 1520 como agradecimiento a Dios por haber sobrevivido la ciudad al terremoto de ese año, queda el bello Monasterio Franciscano erigido en el siglo XIV cuyos claustros de estilo gótico-románico cuentan con unos capiteles góticos impresionantes decorados con cuerpos de animales y cabezas humanas.  En el centro de los claustros se encuentra una linda pileta gótica.  Ha sido reconstruido muchas veces… en el terremoto de 1676, su iglesia se quemó totalmente.  Se dice que San Francisco de Asís estuvo de visita por Dubrovnic en el siglo XIII y que resucitó a un hombre joven de Gruz.
La farmacia, la biblioteca y el museo 
      


La especial característica de este monasterio es la farmacia, cuyo inicio está relacionado con el año 1317.  Se trata de una de las más antiguas farmacias de Europa, cuya continua labor se prolonga hasta nuestros días y ahora se encuentra en el complejo del monasterio, a sólo 30 metros del lugar donde se encontraba antes y que actualmente ocupa el museo, abierto después de la Segunda Guerra Mundial.  La farmacia empezó con sus labores, debido a las necesidades de los mismos monjes; pero al poco tiempo,  también la gente venían a buscar medicamentos y consejos médicos, al enterarsed de su existencia.  Con el transcurso del tiempo, la farmacia empezó a traer beneficios económicos al monasterio, de manera que una de sus fuentes de ingresos más importantes para su mantenimiento,  llegó a ser el trabajo con los medicamentos.
El mayor valor cultural para el monasterio representa la biblioteca, que también en este monasterio existe desde sus inicios.  Por su importancia ocupa un  lugar muy alto en Croacia.  La biblioteca cuenta con alrededor de 70 mil libros manuscritos e impresos.  El más valioso es el Archivo de música, que con 13 mil unidades, es el más grande de esta especie en la Península Balcánica.  En esta biblioteca se encuentra una serie de obras únicas y originales, el número de manuscritos sobrepasa las dos mil unidades, y también se encuentran 206 incunables (libros impresos desde la época de Gutenberg hasta el año 1500).  Los más antiguos son las hojas del registro de decretos del siglo XI, escritas en pergaminos, y también se destacan  varios libros litúrgicos del siglo 15, fantásticamente iluminados; luego el calendario de los santos del siglo XVI para el uso litúrgico y la más antigua trascripción del “Osman” de Gundulić, del año 1653, obra de Nikola Ohmučević.  En esta biblioteca también se encuentra la única edición conservada de “Judita” de Marko Marulić del año 1521.  El museo está ubicado en el salón renacentista del monasterio, y a éste se  ingresa por el claustro. Conserva algunas partes del inventario de la farmacia desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, como también numerosos objetos  expuestos, manuscritos y recetas.  Es muy interesante el libro “Nombres de Plantas”, escrito en latín (más tarde las frases escritas en latín fueron traducidas al croata, lo cual de todas maneras es una valiosa contribución a nuestra  cultura  idiomática).  La farmacia en el monasterio “Hermanos Pequeños”, es testimonio del desarrollo de la medicina en Dubrovnik, desde el periodo anterior a la medicina científica, hasta los tiempos más modernos.
Además de algunas partes de la antigua farmacia, en el museo también se encuentran las obras de los más antiguos talleres de Dubrovnik, el antiguo vestido de misa, las pinturas de artistas de Dubrovnik, Italia y Holanda, desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, como también pinturas que muestran a Dubrovnik antes del gran terremoto del año 1667.
Después de un programa de restauración que ha durado siete años y costado 12 millones de euros, el casco antiguo de Dubrovnik tiene la apariencia perfecta que mostrara cuando el monasterio se reconstruyó en estilo barroco después del terremoto de 1667.  Se hizo una renovación íntegra de la biblioteca y hoy en día es posible ver, con cita previa, los 30.000 tomos y los 1.500 manuscritos que atesora.  La antigua farmacia no ha dejado de funcionar en sus 700 años de historia.  Los vecinos de la zona se acercan con sus recetas mientras los turistas examinan curiosos los tarros y recipientes de antaño.  Unos hermosos claustros van a dar a un patio ajardinado salpicado de naranjos donde el museo del monasterio expone reliquias y otros objetos religiosos.
Dubrovnick es una ciudad museo, una ciudad que hierve en cultura, y ofrece al visitante una visión amplia de la historia de Croacia.  Tiene una buena gastronomía, museos con tesoros innumerables, iglesias que guardan obras de arte insuperables, festivales de música, teatros, una orquesta sinfónica, y un pueblo respetuoso, amante de su libertad y abierto al visitante.  Y si uno quiere pasear a otras islas, allí nomás al frente está la Isla de Lokrum que está situada al sudeste de la muralla, frente al antiguo puerto viejo, y donde se pueden encontrar los restos de un Monasterio Benedictino, un jardín botánico, una reserva forestal y una playa rocosa para nudistas.  Las salidas desde el puerto viejo de Dubrovnick se realizan cada media hora.  Y si uno quiere pasear en funicular, por qué no ir a visitar el Fuerte Revelin , guardián inconquistable del puerto de la ciudad, que data del siglo XVI y que está frente a la Puerta Ploce, fuera de los muros de la ciudad.  Desde allí se toma el funicular que transporta a la cima del Monte Srd donde está el Fuerte Imperial construido por Napoleón en 1808, y desde donde su pueden obtener vistas panorámicas excelentes de la ciudad y los alrededores.  También hay transportación en ómnibus y botes hacia diferentes lugares fuera de la ciudad.
MALTA:



La República de Malta está situada en un archipiélago en el centro del Mediterráneo que consta de tres islas:  Gozo, Malta y Comino:  a 50 kms.  al sur de Sicilia.  Tiene una población de 370,000 habitantes y   Valeta es su capital; es uno de los países con más densidad poblacional del mundo.  Llegar al puerto es toda una experiencia.  Pareciera que uno llega a una ciudad encantada de siluetas doradas, rodeada de una fortaleza y con un mar azul que se mece salvaje contra sus muros cobrizos.
La historia de su población se remonta a los 3500 AC donde se construyeron los famosos templos megalíticos de pórticos y columnas primorosamente tallados, en los que se rendía culto a la diosa obesa, símbolo de la abundancia, de la fecundidad y de la madre tierra.  No está clara la razón, pero se sabe que estuvo deshabitada por unos 2000 años, hasta la llegada de los fenicios en el siglo IX antes de Cristo.  Ellos la llamaron Malat, que significa refugio seguro, y fue la base para sus operaciones comerciales y ubicación estratégica frente a la amenaza de los griegos y de los etruscos.  Fue invadida por Cártago en el siglo IV y se convirtió en romana en el año 218.  En el 60DC,  en Los Hechos de los Apóstoles se dice que San Pedro naufragó en Malta cuando era conducido a Roma para su ejecución, en lo que hoy en día se llama Bahía de San Pablo, y sirvió su ministerio allí.
En el 736 DC.  los griegos  ocuparon la isla convirtiéndola en la colonia de Melita, si bien su presencia es poco significativa hasta el periodo helenístico.  En Malta se conservan muchos vestigios  de las construcciones romanas, a pesar de que en el 870 DC fueron invadidos por los árabes y ellos trataron de librarse de la influencia romana.  La lengua maltesa es una de las herencias árabes.  Se dice que durante este tiempo sus habitantes se convirtieron al Islam para evitar ser esclavizados.  Los árabes ocuparon el archipiélago de 870 a 1090, fecha en que pasó a poder del duque de Sicilia, Robert Guiscard y la isla se volvió condado de Sicilia.  Malta regresó entonces,  a ser cristiana.  En 1230, Malta pasa a ser parte de la Corona de Aragón, y se establecieron allí las primeras órdenes religiosas como los dominicanos y los benedictinos; allá por 1357.  
En 1530, Carlos V de Aragón, heredó la isla  y  la cedió a los Caballeros de San Juan, una orden monástica militar, que habían sido expulsados de Rodas,  y que adoptaron desde entonces el nombre de Caballeros de Malta.  Sus miembros pertenecían a las familias más aristocráticas de toda Europa.  La banda de monjes-soldados fundada en Palestina en el siglo XI para atender y proteger a peregrinos y cruzados que cruzaban desde y hacia Tierra Santa, también conocida como la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan, se trasladó a la isla de Rodas cuando Saladino se apoderó de Jerusalén en 1187.  Allí se convirtió en una potencia naval, y Rodas en una fortaleza donde se mediaba el empuje de los turcos por el Mediterráneo hacia las naciones cristianas.
Sin embargo, cinco asedios más tarde, Solimán “El Magnífico” los echó en 1522 y la Orden estuvo de nuevo sin hogar hasta que el rey Carlos V les cedió las islas de Malta, Gozo y Comino  y Trípoli (el emperador pretendía utilizar esta última para mantener a raya a los corsarios de Berbería, tributarios de los otomanos) a cambio de un  halcón, de unas misa anual el Día de Todos los Santos y de la promesa de que nunca atacarían a ningún cristiano.  Cada año los caballeros le llevaban el halcón al virrey de Sicilia y dicen que el primero fue de oro.  Ellos se asentaron en Mdina, la antigua capital de Malta.  Más adelante, se mudarían a vivir a Valeta, que se convirtió en la nueva capital por su posición estratégica junto al mar.
En el siglo XVI el control del Mediterráneo, estaba siendo  disputado por islamistas (bereberes e Imperio Otomano) y católicos, entre los que destacaba el Imperio Español.  El Imperio Otomano quería el control de Malta, situada en un lugar estratégico vital para controlar las rutas comerciales tanto entre Italia y el Norte de África como entre la zona oriental del Mar Mediterráneo y la Occidental.  Así que en 1551 los turcos atacaron Malta y Tripoli y sometieron a los habitantes de estas islas.  Fue así que los caballeros se vieron en la necesidad de reforzar sus tres fuertes, San Angelo, San Miguel y San Telmo, para prepararse para futuros ataques.
En 1565  30,000 turcos atacaron Malta, que sólo contaba con 7,000 hombres.  Esto fue llamado el Gran Sitio de Malta, en el que los caballeros y sus esclavos y hombres reclutados para la batalla, resistieron valerosamente.  Después de 6 meses de constantes ataques y contraataques, y  a pesar de la supremacía turca, los que además contaban con una flota de 193 navíos, los caballeros pudieron salvar la isla, gracias a su gran astucia y al apoyo de tropas sicilianas y españolas.
La victoria en el Gran Sitio de Malta trajo consigo el frenazo de la expansión del Imperio Otomano por el Mediterráneo y dio un golpe duro a dicho ejército, ya que muchas de las bajas sufridas durante la batalla correspondían a jenízaros y cipayos, unidades de élite irremplazables.
En 1798 Malta fue tomada por Napoleón en su camino hacia Egipto.  Los caballeros de Malta perdieron su importancia y popularidad cuando se difundieron por el mundo los valores universales de libertad e igualdad propugnados en la Revolución Francesa.  Los malteses pidieron la ayuda de Napoleón para revocar a los caballeros, quien la invadió y suprimió la esclavitud y feudalismo y abogó por la educación primaria y secundaria.  Los caballeros se rindieron sin mayor resistencia, puesto que una de las condiciones al otorgarles el rey los territorios de Malta era de que ellos nunca lucharían contra otros cristianos…y Napoleón era cristiano.  Así, los caballeros fueron expulsados y quedaron sin territorio y se convirtieron en una sociedad benéfico-religiosa con sede en Roma que actualmente tienen embajadas en más de 90 países.  En Malta, todavía tienen un lugar en el Fuerte San Angelo, otorgado a ellos por el gobierno maltés.
Sin embargo los franceses no respetaron las creencias religiosas de los pobladores y saquearon iglesias para obtener fondos para la causa Napoleónica.  Los malteses se rebelaron y forzaron a los franceses  a retirarse.  El Reino Unido y los Reinos de Nápoles y de Sicilia  les mandaron municiones y ayuda.  Los franceses se rindieron  tras la defensa maltesa y el bloqueo de las islas por los británicos.  En 1800 Malta se volvió, por propia voluntad, en Protectorado Británico y en 1814, por intermedio del Tratado de París, paso a ser parte del Imperio Británico.  En 1930, debido a su posición estratégica en el Mediterráneo pasó a ser puerto de escala hacia la India Británica y se convirtió en cuartel general de la flota inglesa hasta mediados de 1930.  Durante la Segunda Guerra Mundial Malta sufrió intensos bombardeos y sitios y muchos de sus habitantes quedaron sin vivienda y alimentación.  En 1947 consiguió una autonomía interna  y surgieron varios partidos políticos definidos.  En 1964, Malta obtuvo su independencia y se transformó en una república dentro de la Commonwealth.  En ese mismo año fue admitida a las Naciones Unidas.  En 1981, el partido Nacionalista tomó control, y ganó una victoria avasalladora en 1992.  En 1994, los británicos retiraron todas sus tropas y control de aeropuertos, puertos y medios de comunicación.  Ese día es celebrado por  los malteses como El Día de Libertad.  Malta se adhirió a la Unión Europea el 1 de Mayo de 2004 y adoptó el euro en 2008.
Malta es conocido internacionalmente como un destino turístico importante, tiene en su haber muchos monumentos históricos y posee nueve lugares que han sido declarados Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO, en especial, los templos megalíticos.
Malta ha sido también escenario de películas como Alejandro Magno, Gladiador, Troya, Munich,  Popeye, y El Expreso de Medianoche.
Sabían uds. además, que Malta es el único país con idioma de procedencia árabe donde escriben con caracteres latinos?

La Valetta:








La Valetta es la capital del gobierno de Malta y donde se encuentran la mayor parte de sus atractivos turísticos.  Es una ciudad llena de cafés, bares,  rodeada de bastiones y poseedora de invalorables obras de arte.  Se dice que su bahía es la más linda del Mediterráneo.  La Valetta está situada sobre el Monte Sceberras, entre dos puertos naturales.  La península de La Valetta, en la que están incrustados los puertos naturales de Marsamxett y el Grand Harbour, forma en conjunto el puerto más importante del país.  Éste cuenta con muelles de descarga y un terminal de cruceros recientemente construido en Grand Harbour, a lo largo del antiguo muro marítimo.
En un extremo de la península está el célebre Fuerte San Elmo, destruido por los otomanos durante el asedio de 1565.  Cuando los otomanos abandonaron el asedio, el fuerte fue reconstruido y reforzado, siendo parcialmente incorporado dentro del bastión de mar de la ciudad fortificada de La Valetta.
 Al llegar a Valeta nos encontramos con la Fuente de Neptuno, una pileta monumental donde tres tritones sostienen un enorme platón.  Fue diseñada por un escultor moderno en 1959.

La entrada principal a la ciudad de La Valeta ha sido reconstruida dos veces.  Originalmente, como era normal en el siglo XVI en las ciudades fortificadas, la entrada solo era un agujero en la roca.  Más tarde fue reconstruida por la propia Orden a mayor tamaño, y durante el siglo XIX fue reemplazada por los ingleses, creando una entrada monumental a la ciudad.  La actual es de 1960, y ha sido remodelada para su uso con el tráfico automotor.  La entrada principal, originalmente conocida como Puerta de San Jorge (Porta San Giorgio), fue conocida como Porta Real durante el siglo XIX.



La entrada accede a una de las arterias principales, la calle de La República, de un kilómetro y medio de largo, que lleva de frente, pasando por una serie de iglesias, tiendas, plazas y monumentos, al Fuerte San Elmo, donde está el Museo Nacional de Guerra.

Un lugar de encuentro para los malteses y turistas, lleno de excelentes restaurantes, pastelerías, cafés y cervecerías, es la Plaza de la República (Republic Square).  Para los habituales ingleses, es la Queen´s Square, porque la estatua que preside la Plaza, es la de la Reina Victoria.


La ciudad es sede de una serie de eventos culturales como conciertos y obras teatrales  Es la ciudad de los balcones, de herencia morisca y veneciana, y cuenta con 27 iglesias y palacios lujosísimos.  Sus balcones son llamados Gallarijas, que en maltés significa balcones cubiertos, parecidos a los de los otomanos, y que datan del siglo VIII. 



Valeta debe su nombre a Jean Valette, el gran Maestre de la Orden de Malta, quien en 1565, defendió  a la ciudad de una emboscada realizada por más de 30,000 turcos,  y los derrotó valientemente con sólo 10,000 tropas.  A raíz de esto los caballeros fueron loados como los salvadores de Europa y  en 1571,  se mudaron a vivir a Valeta (antes vivían en M’Dina).  Así, se intensificaron los trabajos de fortificación de la ciudad para su defensa.  El Papa Pío V y Felipe II de España apoyaron en la financiación y prestaron la ayuda de Francesco Laparelli, un ingeniero militar que hizo los planes de la nueva ciudad y de sus defensas.  Laparelli nunca vio terminada su obra.  Su asistente,  Gerolamo Cassar, diseñó y supervisó la mayor parte de las construcciones tempranas como la Sacra Infermería (donde los caballeros cumplían una función sanitaria), la Iglesia de San Juan, el Palacio Magisterial y los 7 albergues o Residencia de los Caballeros.  Las escaleras de la ciudad fueron diseñadas para que los caballeros pudiesen subirlas con armaduras pesadas.
El palacio Magisterial o del Gran Maestre, fue construido entre 1568 y 1574 por Cassar como residencia para el fundador de la ciudad, Jean Parisot de la Valette.  Allí vivieron todos los maestres de la órden de Malta, luego, los gobernadores británicos, y ahora, los diputados y el Presidente de la República. Alli está la atractiva Armería con corazas armas, espadas, cañones y toda clase de material bélico utilizado desde su fundación hasta la era Napoleónica. Frente al palacio hay dos centinelas que forman parte de la Guardia Principla Maltesa, cuyo cuartel está precisamente al frente.  Se relevan cada media hora,y tres veces al mes hay un cambio de guardia más solemne e impresionante, al que tuvimos oportunidad de asistir.










Cuando los Caballeros de la Orden de San Juan construyeron Valletta, también construyeron un número de residencias nacionales, o albergues, que es como se les conoce.  Estos edificios estatales pertenecían a las distintas lenguas que formaban parte de la Orden.  Cada lengua tenía su propio edificio en el cual los caballeros de menor grado podían tener sus propias dependencias.  Al mismo tiempo cada reunión de la misma lengua se hacía en su edificio, de acuerdo con las celebraciones en conexión con su nacionalidad.  Hoy en día, estos diferentes edificios se han convertido en sedes de museos o embajadas.
Por ejemplo, el actual  Museo de Arqueología donde se exhiben las famosas Venus de las épocas megalíticas y las diferentes etapas de la evolución histórica de Malta, fue la residencia de los caballeros procedentes de la Provenza.

Aubergé de Castille, el antiguo aposento de los Caballeros de la lengua de Castilla, es hoy la Oficina del Primer Ministro.


El albergue de la Lengua de Aragón es hoy el actual Ministerio de Finanzas.

En los jardines del Albergue de Italia, está en la actualidad, el Upper Barraca Gardens, jardines construidos durante el siglo XVII por el caballero italiano Flaminio Barbia.  A través de sus senderos se encuentran una serie de obras de arte en las que destaca el monumento Les Gavroches (los niños) del artista maltés, Antonio Scortino.  Desde su malecón se pueden ver vistas espectaculares de la bahía. Justo enfrente, se puede ver todavía el monumento a las campanas del sitio que conmemora el sacrificio de los 7,000 héroes  malteses que murieron durante la segunda guerra mundial.



Les Gavroches



Valeta alberga al tercer teatro en funcionamiento más antiguo del mundo, el Teatro Manoel, que fue comisionado y financiado enteramente en 1763 por el Gran Maestre portugués Antonio Manuel de Vilhena, con el fin de que este teatro público “sirviese para la honesta recreación de la gente”, como reza la inscripción sobre la entrada.  Hoy se ha convertido en el Teatro Nacional de Malta y alberga a la Orquesta Filarmónica de Malta.

Cuando Mdina, la antigua capital de Malta, perdió su importancia, muchos de sus pobladores se mudaron a vivir bajo las fortificaciones de Valeta.  Con el paso de los años, Valeta tomó una importancia estratégica grande. 
La Segunda Guerra Mundial causó desastres en Malta y Valeta fue muy sacudida por los bombardeos, pero fue recuperándose poco a poco.  En los años de la post-guerra hubo muchas migraciones.
Valeta es la capital más pequeña de la Unión Europea y es el centro financiero más importante de la isla.
La iglesia más impresionante es la Co-Catedral de San Juan, que originalmente fue la Iglesia Conventual de la Orden de San Juan mandada a construir en 1573 por el Gran Maestre Jean Cassiere y terminada en 1578, y que posee maravillosos frescos de Mattea Preti de la segunda mitad del siglo XVII, en su nave central, y una pintura de Caravaggio sobre la Decapitación de San Juan en el oratorio.  Además tiene más de 300 tumbas de nobles con lápidas de mármol bellísimas.  
La fachada de este edificio es muy austera, construido en el típico estilo arquitectónico manierista de finales del siglo XVI.  En sus torres hay un reloj de tres esferas, que los malteses le llaman el Gran Pinto.  Los caballeros usaban el sistema de conteo de horas europeo.















El interior es una fiesta de color y movimiento, y de excelencia artística en variadas formas.  Construida con los planos preparados por el arquitecto maltés Gerolamo Cassar y completado en el 1577, la iglesia fue inmediatamente tomada por la autoridad central de la Orden.  Las capillas laterales fueron distribuidas entre las ocho lenguas de la Orden, y así la fuerte competencia por su ubicación determinó su desarrollo.  Los Grandes Maestres y los caballeros hacían obsequios de gran valor artístico con esplendidas donaciones, para enriquecerlas.  Cada Caballero, según Estatuto, estaba obligado a contribuir con regalos  a la Orden; y estas, eran casi siempre las mejores obras de arte realizadas por los artistas más conocidos.
Oratorio con Pintura de Caravaggio

Capilla de la Lengua de Aragón: San Jorge Matando al Dragón

Las bóvedas muestran varios episodios de la vida de San Juan, mientras que la base de cada una de las capillas está dedicada al santo patrón de cada lengua particular.  El pavimento consiste en escudos multicolores, y los nombres grabados en estos son de los hijos de las familias europeas que sirvieron en la Orden de San Juan.
A pesar de que La Valetta, una ciudad de casi 7,000 habitantes, mide 900mts.x 630 mts., tiene 25 iglesias.  La primera que se construyó fue la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias ubicada en South Street, en honor de la suspensión del Gran Asedio de 1565.  Allí fue donde primero se le enterró a Jean Valette, el Gran Maestre de los Caballeros de Malta.  Luego su cuerpo fue trasladado a la Catedral de San Juan, junto con las tumbas de los demás caballeros.
Durante nuestra visita, tuvimos la oportunidad de visitar la Rotunda o la Parroquia de la Asunción en el  pueblito de Mosta, la cual ha sido renovada a través de los años, a medida que la población iba creciendo.  La actual Iglesia se terminó de construir en 1860 su diseño arquitectónico se inspiró en el Panteón de Roma, de forma redonda.  Su enorme cúpula es la tercera más grande de Europa, y está sostenida sólo por sus paredes laterales.  Es una de las cúpulas sin soporte más grandes del mundo.  La iglesia fue construida enteramente con donativos de los fieles.  Su interior es bello y la decoración de la cúpula majestuosa.  En la nave principal y encima del altar, se encuentra el cuadro de Pasquale Buhagiar, la Asunción de Santa María, realizado en 1678.y que ha sido restaurado a través de los años.

Esta iglesia se podría llamar la Iglesia del Milagro, ya que durante la Segunda Guerra Mundial, mientras los fieles se encontraban rezando dentro, cayó una bomba que perforó el techo y cayó arrastrándose por el piso de la iglesia, sin explotar.  Hoy en día se guarda una réplica de aquella en la sacristía, junto con fotos que atestiguan el suceso.  La fiesta de la patrona de Mosto se celebra el 15 de Agosto.  Durante la navidad decoran la iglesia con preciosos motivos acordes y se personifica el nacimiento de Cristo con niños actores y es famoso el sermón dado por un niño de la comunidad.
También tuvimos la oportunidad de ir a la fábrica de cristal de Valetta Glass en Ta’qali adonde además de las impresionantes obras de arte en vidrio que están a la venta, se puede ver el proceso de confección a mano de estos artefactos.  Los objetos definitivamente tienen influencia Veneciana.  Al costado se encuentra una fábrica de cerámica donde venden objetos pintados en colores vivos, con muchas decoraciones con flores y arabescos, típicos de esa región.  Por supuesto que los guías turísticos están interesados en llevar allá a los visitantes, puesto que por cada venta reciben comisión.




Mdina:




La hermosa “Ciudad del Silencio”  y primera vivienda de los Caballeros de Malta, está ubicada en el sureste de la isla, en una colina donde abundan los tunales, cipreses y viñedos,  y a cierta distancia del mar, lo cual impedía un asalto sorpresivo de los piratas.  Los árabes construyeron sus bastiones en 880, construyeron un foso alrededor de ella, y la llamaron Mdina, que significa “ciudad cercada”.  El espacio  fuera de la ciudad amurallada, y donde nuestro guía Giuseppe, dejó su carro, se llama Rabat.  
Mdina fue la capital de Malta antes de 1570, antes de que los caballeros se mudaran a Valeta y cambiaran de capital.  Le dicen “La Ciudad del Silencio” porque hay tan poca población  (400 personas aproximadamente) y los carros de visitantes no están permitidos entrar.
Entramos a la ciudad por la monumental puerta principal, construida a pocos metros de la puerta original.  En la puerta hay una inscripción sobre la fecha de su reconstrucción, 1724, y el escudo de armas del Gran Maestre.  Justo salía una pareja de recién casados elegantísimos y nos tomamos unas lindas fotos con ellos…quizás uno de esos descendientes de los nobles que se fueron a vivir a la ciudad cuando vinieron los caballeros.


Cuando pasamos la puerta y entramos en la ciudadela de Medina,  justo a la derecha  está un museo temático de mazmorras (Mdina Dungeons) donde se pueden ver representaciones de los juicios ante la inquisición, así como ejemplos de algunas de las torturas usadas durante los interrogatorios que se hacían durante el proceso a los detenidos.    En la puerta del museo hay un cepo donde uno puede meter la cabeza y manos para experimentar por un ratito ese tipo de tortura a la que eran sometidos los que infringían leyes menores.


 A pocos metros de la misma está la Torre dello Standardo, construída en 1750 como torre de vigilancia, para avisar a la población en caso de incendio en la ciudad.  Actualmente es la sede de la Oficina de Turismo.

A través de los siglos Mdina ha tenido muchos cambios; en especial, después del terremoto de 1693, ya que se reconstruyó la ciudad usando el estilo Barroco.  En sus calles hay bellos palacios y edificios religiosos que datan del siglo XV, algunos ocupados actualmente por familias aristócratas.  Y en Mdina sigue la vida normal de sus alrededor de 400 habitantes….por allí se ve un grupo de colegiales ensayando en la plaza con sus instrumentos de musíca, ajenos al devenir de los forasteros.  Las monjitas benedictinas siguen con sus tareas dentro de su convento.  Más allá se ve una tienda donde venden una enorme bandera roja de Malta, con la Cruz blanca de San Jorge al medio; aquella distinción que les otorgó el Rey Jorge VI a Malta por su heroísmo y devoción a la defensa de su gente durante la Segunda Guerra Mundial. 


Mientras caminábamos por la ciudad admiramos las preciosas puertas de estilo árabe y veneciano de las viviendas y los antiquísimos aldabones de bronce, algunos pintados, que las adornan y alertan a las nobles familias que viven allí.  En tiempos pasados, se ponían repisas en las puertas y sobre ellas se colocaban macetas con flores para indicar que allí vivían mujeres solteras.





Esta ciudad medieval está llena de callejuelas y recovecos con altas paredes de color calcáreo que diariamente son recorridas por miles de turistas que van en búsqueda de la tórrida historia de esta región y de la belleza de sus monumentos y paisajes maravillosos que se divisan desde la plaza del bastión.  
La casa Magazzini, el antiguo depósito de pólvora de los caballeros, proporciona información interactiva sobre la vida de los caballeros desde su llegada a Malta; y haciendo uso de juegos de luces y aromas y de juegos audio-visuales, nos proporciona información valiosa acerca de la épica de aquellos tiempos.  Asimismo, a través de una película de alta resolución que se muestra en un teatro en la Plaza de la Mezquita,  a la  que se le conoce como la Mdina Experience, usted viajará por el tiempo y experimentará las tragedias y las victorias de los caballeros vivamente representadas delante de sus ojos, mostrándonos la historia y el pasado cultural de Mdina, desde su fundación hasta la actualidad con comentarios que pueden escucharse en doce idiomas: maltés, español, francés, italiano, inglés, alemán, holandés, danés, noruego, sueco, ruso y japonés.
Son de interés, el Museo de Historia Natural en el Palazzo Villhena, con fauna y flora de la región; el Palazzo Falcón, con una colección de armas y cerámica antigua; la famosa catedral y su museo, que alberga una colección magnífica de objetos de arte.  Esta última está construida en el lugar donde el gobernador Publio fue acusado de haberse reunido con San Pablo tras el naufragio de éste en la costa maltesa, y de haberse convertido al cristianismo.  El suelo del templo está cubierto en casi toda su totalidad con lápidas de mármol con los nombres de canónigos y nobles de la ciudad.  La Iglesia de Santa Ágata, otro lugar de interés,  fue construida en 1417, pero se destruyó con el terremoto de 1693 y un año más tarde Lorenzo Gafa la reconstruyó.  Santa Ágata es una de los patrones de la ciudad.  En su interior que puedes ver a través de las rejas de la puerta de entrada,  llama la atención el altar mayor de Giuseppe de Arena.  Se dice que cuando entraron los turcos en Mdina allá por 1551, como préambulo al Gran Sitio de 1565, trataron de posesionarse de la ciudad, pero en una visión, la santa les pidió que sacaran su estatua en procesión y que asistiera todo el pueblo.  Esto ahuyentó a los turcos.
El tiempo nos apremia y tenemos que ver lo que más podamos antes de regresar al crucero puesto que si no lo logramos a tiempo, tendríamos que viajar por nuestra cuenta hasta el próximo puerto, Catania, en Sicilia.
Dejamos Mdina enamorados de su limpieza, de la simpatía de su gente, de la belleza de sus edificios que lo hacen a uno sentir en otra época, sorprendidos de la religiosidad de aquellos  tiempos y de cómo a cada paso se encuentran imágenes de vírgenes y santos que adornan las paredes, conventos e iglesias.  Uno de mis compañeros de viaje jura algún día regresar y comprarse una casita para vivir en esa maravillosa paz que irradia esta  ciudad de vistas insuperables.  Giussepe nos muestra en el camino de regreso a Valeta, algunos misterios que guarda la ciudad, como el árbol que parece un elefante con su trompa enroscada justo a la salida de las murallas, y aquel árbol que es igualito a la imagen de un cristo crucificado.


Y conversamos, conversamos mientras nos dirigimos de nuevo a Valeta para de allí trasladarnos al puerto y embarcarnos para proseguir viaje a nuevos destinos.
Nos faltó tiempo para visitar la famosa Isla Calypso o Gozo, al frente de Mdina, donde Ulises fue seducido por la ninfa Calypso y donde vivió con ella por siete años, antes de regresar donde Penélope.  También nos faltó visitar en Rabat, las catacumbas de San Pablo con sus laberintos de tumbas cavadas en las rocas y paredes decoradas con frescos que atestiguan la presencia del apóstol en esta zona, y las de Santa Agata que le sirvieron de refugio para esconderse de la persecución del emperador romano Decius.  Está allí,  también la gruta donde se dice que San Pablo predicó el evangelio. 

CATANIA, SICILIA:



Sicilia es la principal isla italiana y la mayor del mar Mediterráneo.  Es la región más extensa de Italia (25.711 km²), y su isla mayor.  Se ubica en la confluencia de los mares Mediterráneo, Iónico y Tirreno
Tiene como capital Palermo y está habitada por más de cinco millones de personas: esto hace de ella, a pesar de sus grandes dimensiones, la isla más densamente poblada del Mediterráneo después de Malta. Es la única región italiana que tiene dos ciudades entre las diez más pobladas del país:  Palermo, quinta, y Catania, décima. 
Sicilia se remonta a 3,000 años antes de Cristo donde fue poblada por los sicanos y luego por los sículos,  región a la que los griegos le decían Sikelia, nombre de donde se deriva el nombre de Sicilia.  Ha sido poblada por los fenicios, griegos que fundaron Siracusa y Catania, los Cartagineses y los Romanos y fue considerada el granero de Roma.  Con la caída del Imperio Romano, fue conquistada por varios pueblos germánicos.  En el 535 fue incorporada al Imperio Bizantino durante 500 años.  Los sarracenos del norte de África fundaron el emirato de Sicilia entre los años 827 y 902.  A partir de 1061, Sicilia fue conquistada por los normandos dirigidos por Roberto Guiscardo y su hermano Roger.  Roberto Guiscardo expulsó a los bizantinos del sur de Italia, mientras su hermano Roger recibió del Papa, el título de Conde de Sicilia (¿se acuerdan que conquistó Malta, también?).  Más adelante, en 1130, Roger II consiguió unificar el sur de Italia y la isla de Sicilia obteniendo del Papa el título de rey, que será la base de lo que después se conocerá como el Reino de las Dos Sicilias.  Después, Sicilia estuvo sujeta a posesiones y rencillas familiares entre los gobernantes de Nápoles y Aragón.  Sicilia fue virreinato del Imperio Español por esto de los repartos y sucesiones entre reyes, hasta el año 1713 en que con ocasión de la Guerra de Sucesión Española, se entregó en el Tratado de Utrecht  la isla al duque de Saboya, Víctor Amadeo II, a título de rey.  No obstante, en el año 1720, éste cambió Sicilia por Cerdeña, y la isla quedó en manos del emperador austriaco, Carlos VI.  Mientras los austriacos estaban preocupados con la Guerra de Sucesión Polaca, un príncipe borbón, Carlos, hijo de Felipe V de España fue capaz de conquistar Sicilia y Nápoles.  Cuando Carlos asumió el título de rey de España dejó ambos reinos a su hijo, Fernando I de Borbón, quien asumió el trono de las Dos Sicilias. Al principio Sicilia fue capaz de permanecer como un reino independiente bajo la unión personal, mientras los borbones gobernaban desde Nápoles.
El advenimiento del Primer Imperio francés de Napoleón Bonaparte significó que Nápoles fue tomada tras la batalla de Campo Tenese y se instauraron reyes de Nápoles bonapartistas.  El borbón rey Fernando se vio obligado a retirarse a Sicilia que aún controlaba totalmente gracias a la ayuda de la protección naval británica.  Después de esto Sicilia se vio implicada en las guerras napoleónicas.  Después de las guerras Sicilia y Nápoles se unieron formalmente como las Dos Sicilias bajo los borbones. Grandes movimientos revolucionarios acontecieron en los años 1820 y 1848 contra el gobierno borbón con Sicilia buscando su independencia; en la segunda, la revolución de 1848 resultó triunfadora y como consecuencia de ello se abrió un período de independencia para Sicilia.
En 1860, Garibaldi (el unificador de Italia)  derrotó a los Borbones y asumió la dictadura de la isla en nombre del Rey Victor Manuel II de Italia, produciéndose la Unificación de Italia.  
Sicilia jugó un papel predominante en la Segunda Guerra Mundial,  desde donde los aliados dirigieron las fuerzas victoriosas en tal conflagración.  Cuando Italia obtuvo su independencia en 1946, Sicilia se constituyó en una de las cinco regiones que goza de autonomía (sobretodo, económica, y también política) con respecto al estado.
Nosotros sólo pudimos visitar el puerto de Catania y la ciudad de Taormina, sin embargo, pudimos apreciar en tan corto tiempo, el orgullo del Siciliano por su región.  Catania está ubicada entre Messina al norte y Siracusa.  Es una ciudad de amplios bulevares y calles estrechas, con muchos museos, plazas, iglesias, catedrales y mercados.  El puerto es muy activo y uno de los más importantes de Sicilia.  Catania es la tierra del Monte Etna, el volcán activo más alto de Europa (3,329mts.) y  la montaña más alta de Europa al sur de los Alpes.  Debido a su ubicación es una zona sujeta a grandes terremotos y a súbitas erupciones del volcán y ha sido destruida tres veces en su historia; a lo que se debe que muchos de sus monumentos arquitectónicos sean sobretodo barrocos.  Se reconstruyó básicamente con piedra volcánica, que da ese particular color negro a sus palacios e iglesias.




La ruta a Taormina, lugar que elegimos para visitar, estaba llena de curvas, y con lo avezados que son los italianos, nos moríamos de miedo en cada una de las curvas que daba el ómnibus.  Mis amigos contaban historias de horror que habían oído en sus pasados viajes, y mientras llovía, subíamos y subíamos.



Taormina queda a 53 kilómetros de Catania; más o menos a 50 minutos.
Taormina es una ciudad encantadora, donde crecen los olivos, vides, piñas, limones, pistachos y castañas.  Supongo que será más bonita cuando amaina la lluvia, pero a nosotros nos tocó lo peor.  La ciudad tiene una atmósfera medieval, a pesar de su pasado romano y griego.  Nos compramos un poncho de plástico ordinario en uno de los muchos negocios que hay a lo largo de la calle principal, pero fue peor, porque como nos llegaba a la rodilla, el agua resbalaba sobre nuestros  pantalones y zapatillas  Terminamos empapados.  Nos sentamos a usar el internet de uno de esos cafés típicos donde te dan el código  del lugar cada vez que uno hace uso de sus servicios.  Y allí, bajo una sombrilla y medio mojados, esperamos que escampara, lo cual no pasó, así que decidimos seguir caminando.

Les cuento un poco de historia:  Taormina fue fundada  sobre el Monte Taurus, con el nombre de Naxos por marinos griegos a quienes Poseidon había hecho naufragar porque se habían olvidado de realizar sacrificios en su honor.  El único sobreviviente, Teocles, conoció  Capo Schico, una isla de Sicilia cerca de Naxos, y maravillado por lo que vio, regresó a Grecia para convencer a sus congéneres de mudarse a esa zona.  Después de la destrucción de Naxos por Dionisio I de Siracusa, en el 403 a. C., su territorio fue entregado a los sículos, quienes construyeron un poco al norte de la antigua ciudad un campamento que se llamó  Monte Tauro.  Más tarde fue convertida en fortaleza con el nombre de Tauromenion, hacia el 396 a. C.  
Después fue conquistada subsecuentemente por los siracusanos y romanos.  Aliada de Roma,  se convirtió en la capital de la Sicilia bizantina tras la caída del Imperio romano.  Se le conoció con el nombre de Tauromerion
Fue posesión bizantina hasta el 906, hasta que la ocuparon los árabes tras dos años de asedio, quedando totalmente destruida.
El normando Rogelio I de Sicilia (Roger de Hauteville) la dominó y reconstruyó en 1079,  de modo que la ciudad alcanzó a partir de entonces un largo periodo de prosperidad.
La ciudad tiene una puerta imponente, llamada Porta Catania, que da lugar a la ciudad.  Sobre ella está el escudo de armas de la ciudad que data de 1440, durante el período aragonés. 

 Junto a ella se encuentra el Palazzo del Duchi di Santo Stefano, un precioso edificio junto a un hermoso jardín.  Es una obra maestra del arte gótico árabe-normando, del siglo XIII.  Destaca la combinación de la piedra volcánica y la blanca, creando formas geométricas.  Actualmente es una sala de exposiciones.

Yendo por la calle principal o Corso Umberto I, y después de pasar por la Puerta de Catania, se llega a una placita con una fuente al medio, a la que se le llama la Plaza del Duomo, y tiene una fuente de piedra de estilo barroco, al medio, coronada por un centauro, que es el símbolo de Taormina.  Allí se encuentra  la Catedral de San Nicolás, que data del siglo XIII, y que se erigió sobre las ruinas de otra iglesia.  Fue dedicada a San Nicolás de Bari, obispo de Myra, en Licia (Turquía de hoy).
El 6 de febrero de 1980, el Papa Juan Pablo II otorgó al templo el título de Basílica Menor.

Fue reconstruida en los siglos XV y XVI y reformada en el siglo XVIII.  Su  fachada parece una fortaleza medieval en forma de cruz, con una puerta preciosa de estilo barroco.  En su interior tiene columnas de mármol rosa propios de la región y otras de piedra que probablemente proceden de su templo griego.  El altar principal está decorado por unas esculturas impresionantes y de gran realismo, hechas en piedra, y que representan La Ultima Cena.  Tiene dos capillas laterales, la del Sacramento, barroca del siglo XVII y la de la derecha, dedicada a la Virgen de las Gracias.





Esta plaza  también tiene un palacio muy hermoso, el Palacio Ciampoli, de estilo gótico-catalán de 1412, y  que ahora está convertido en un hotel.
A medida que caminamos, también pudimos apreciar la maravillosa artesanía propia de la isla, tiendas de antigüedades, así como tiendas de diseñadores maravillosas.  ¡No hay duda que este es un lugar donde van “los rich and famous”!  Y como tenía que ser agradecida con mi esposo, compré en medio del apuro, una lindísima figura de cerámica típica de la isla, que representa a un médico recibiendo a un niñito.






POR LAS CALLES DE TAORMINA





Otro lugar impresionante es la Plaza IX de Abril, que tiene un mirador desde la cual, en días claros, se tiene una vista impresionante del Monte Etna y de Naxos.  En esta plaza están también, la ex Iglesia de San Agustín de 1486, que hace las veces de biblioteca, y sobre una escalinata, la Iglesia de San Giuseppe.  También se encuentra aquí la Torre del Reloj.  En este sitio, como en el resto de la ciudad, abundan los carísimos cafés (pagamos 5 euros), que, exagerando, ¡le cobran a uno hasta la silla que usa!






Avanzando por la Vía Corso Umberto, encontramos la paredes romana de Naumachie sostenidas con contrafuertes, y que datan del primer siglo AC.  Tiene 130 mts.  de largo, y tiene varios nichos que se supone alojaban estatuas de dioses.  Es particular, además de su antigüedad, porque permitía almacenar en una cisterna, las aguas provenientes de la montaña, para abastecer la ciudad e irrigar campos.
Siguiendo siempre por la vía corso Umberto I, llegamos a la Plaza Vittorio Emanuelle II, construida sobre el antiguo foro romano y que ahora alberga al palacio Corvaja del siglo XIV y sede del primer parlamento de Sicilia, con una torre árabe y con algunos rasgos arquitectónicos gótico-catalán.  También está la Iglesia de Santa Catarina.


Fotos de Duomo Santa Catarina, Taormina
Esta foto de las paredes romanas es cortesía de TripAdvisor 

Siguiendo, podemos ver la Porta Messina que es la puerta de la vieja  ciudad y que está localizada en la parte Norte del casco viejo.



Siguiendo Umberto I llegamos a la Plaza Vittorio Emanuelle II, construida sobre el antiguo foro romano.
Uno de los tesoros  más apreciados de Taormina es el Teatro Griego, que es el segundo teatro más grande de Sicilia después del de Siracusa y tiene unas vistas espectaculares a la costa jónica.  Tiene un diámetro de 109 mts. Se sabe que durante la época romana, fue utilizado para las peleas entre gladiadores.  Hoy en día, es escenario de conciertos, obras teatrales, operas, y otros espectáculos.



AL costado del Teatro Griego está el lujoso y famoso Hotel Timeo del Orient Express, el primer hotel de esa ciudad, fundado en  1873 que ofrece vistas panorámicas de la costa siciliana y del volcán. En Taormina, en este bello hotel, contemplaron el discurrir de la vida Thomas Mann, Somerset Maughan o Tennessee Williams, quien escribió aquí dos de sus obras más afamadas, “Un tranvía llamado deseo” y “La gata sobre el tejado de zinc”.  Oscar Wilde, DH Lawrence, Guy de Maupassant y el káiser Guillermo II, también se alojaron allí  atraídos por las espectaculares vistas del Etna y del mar.






La lluvia seguía y tuvimos que correr para alcanzar el ómnibus que nos conduciría al crucero para embarcarnos hacia nuestro último destino:

NÁPOLES:



Nápoles está situada a 185 km al sudoeste de Roma y constituye la tercera ciudad más grande de Italia, siendo la capital del sur y de la región de Campania. Fue fundada por marineros griegos de Rodas con el nombre de Parthenope en el siglo VII a.C. cambiando a Neápolis (ciudad nueva) tras su victoria sobre los etruscos. 


De Wikipedia:
“Nápoles es la ciudad más poblada del sur de Italia, capital de la región de Campania y de la provincia de Nápoles.  La ciudad de Nápoles administrativa tiene algo menos de 1 millón de habitantes que unidos a los de su área metropolitana, se elevan a 4,4 millones (El área metropolitana de Nápoles consiste en la ciudad de Nápoles y en una serie de localidades menores ubicadas en la región de Campania (Italia).  Está situada a medio camino entre el monte Vesubio y otra área volcánica, los Campos Flégreos.
Tiene una gran riqueza histórica, artística, cultural y gastronómica, lo que llevó a la Unesco a declarar su centro histórico Patrimonio de la Humanidad.  Griegos, romanos, normandos y españoles han dejado su huella en la ciudad.  Virgilio escribió la Eneida, aquí.  De mano de los últimos, la ciudad fue el centro político del reino borbónico de las Dos Sicilias.  En el siglo XX, primero durante el fascismo y en la reconstrucción subsiguiente a la Segunda Guerra Mundial se construyó gran parte de la periferia.  En las últimas décadas, Nápoles se ha dotado de una zona comercial con rascacielos e infraestructuras como el TAV a Roma o una red de metro en proceso de expansión.  Por otra parte, también le acucian grandes problemas como el crimen organizado, muy presente en la vida de sus habitantes y que constituye un freno al desarrollo económico y social; o de otra naturaleza, las fuerzas telúricas:  la ciudad ha sufrido grandes terremotos y la actividad volcánica es vigilada constantemente.
El siglo XVI fue uno de los períodos más prósperos de la historia napolitana.  Los virreyes españoles, que gobernaron el reino en nombre de Fernando II de Aragón, Carlos I y posteriormente Felipe II, restablecieron el orden entre la nobleza local.
Pero sin lugar a dudas Nápoles logra sus mejores tiempos durante el Siglo XVIII y XIX como capital del Reino de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia).  Bajo la dinastía Borbón se realizan la gran mayoría de los palacios y museos de la ciudad la cual paso a ser uno de los polos culturales y de desarrollo industrial más importantes de Europa.  Sin embargo, después de la Unificación de Italia, las sucesivas malas administraciones hicieron que la ciudad entrase en decadencia.
Nápoles es una ciudad muy visitada, no sólo por derecho propio, sino también como punto de partida hacia otros destinos cercanos como Pompeya, el Palacio Real de Caserta, las islas de Capri e Ischia o la Costa Amalfitana.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Nápoles se convierte en una gran aglomeración que desborda ampliamente su antiguo perímetro histórico”.
Llegamos a Nápoles, última ciudad que visitaríamos con el crucero.  Allí nos quedaríamos 2 días que íbamos a aprovechar para visitar la ciudad y también, las ruinas de Pompeia, ciudad destruida por la explosión del Vesubio, y Capri, la isla del encanto.  Creo que fue uno de los destinos más hermosos que tocamos en el viaje, por la variedad de lugares de extrema belleza que visitamos. 
Lo primero que se ve al llegar al puerto de Nápoles es  la Galleria del Mare, que es un edificio que alberga un conjunto de tiendas y servicios…allí se encuentran desde ropa, pieles, antigüedades, electrónicos, souvenirs y productos locales, así como variedad de restaurantes.  Muchos pasajeros del barco, asustados por la mala fama de Nápoles no se atrevieron a visitar la ciudad por miedo a los robos o crimen y prefirieron irse al “mall”, donde pudieron activar sus computadoras o Iphones, mientras se tomaban un cafecito en uno de esos restaurantes.  También había una feria de chocolate y se exhibían toda clase de productos y se ofrecían algunas muestras.

Como teníamos muchas ganas de conocer la ciudad, contratamos un taxi guiado por un muchacho, Alfredo, de pasión Napolitana, pero con un corazón de oro impresionante.  Al principio, peleamos por el precio y después terminamos íntimos amigos  y nos mostró la foto de su mujer e hija y la iglesia donde se casó.  Nos enseñó las pescaderías y restaurantes de mariscos junto al puerto y nos llevó de paseo por todos los sitios que a continuación describiré.




Dicen que en Nápoles se inventó la pizza, y hay muchos y buenos lugares donde comerla…el restaurante la Piazzetta en el puerto, tiene una de las mejores pizzas de Nápoles.
Nápoles está lleno de castillos, muchos de ellos ahora convertidos en museos y de una cantidad enorme de iglesias; tienen 400 iglesias, por lo que decía un viajero francés (Jean-Jacques Bouchard), que  visitó Nápoles en 1632, en las anotaciones de su diario (hoy conservado en París) sobre  sus impresiones de ese viaje:
«Las iglesias de esta ciudad albergan la más grande belleza y la más grande magnificencia... no dudo que las iglesias de Nápoles igualan, y hasta superan a las de Roma en grandeza, belleza de arquitectura, dorados y otros enriquecimientos, pero sobre todo en la suntuosidad de los ornamentos de plata, siendo todos adornados con grandes mantas, terciopelos y sedas doradas.  Creo que las iglesias de Nápoles superan también en número a las de Roma».

Sobre la cima del Cerro Vomero se divisa el Castillo San Elmo,  que alberga ahora el Museo de Historia del Arte.  En el siglo X había alli una Iglesia dedicada a San Erasmo, que luego fue incorporada a una torre de observación normanda conocida como Belforte.  Numerosas veces asediado y mandado reconstruir por Carlos V de Nápoles, el Castel Sant'Elmo domina el Golfo, la ciudad y las entradas a la misma desde Capodichino a Capodimonte. Es de suma importancia estratégica además de ofrecer unas impresionantes vistas.  Este castillo fue escenario de la última y desesperada defensa de la República Napolitana contra la ocupación borbónica.

Justo al costado del Muelle se puede ver el impresionante Castell Nuovo, que fue construido entre 1279 y 1282 por Carlos I de Anjou.  En tiempos de Roberto de Anjou, uno de los más notorios mecenas de su tiempo, se hospedaron en el castillo grandes figuras de las artes y las letras, como Petrarca o Boccaccio, que escribió el Decamerón entre sus muros.

 En la sala de los Barones, donde se dice que Carlos I llevó a cabo sus más feroces ejecuciones, actualmente se realizan las reuniones del consejo municipal y el Museo Cívico.  Es el único castillo en el que alguna vez se haya construido un arco barroco de mármol en su entrada,  y fue levantado en el siglo XIII para celebrar la entrada de Alfonso V de Aragón (I de Nápoles) en la ciudad el 26 de febrero de 1443. 
EL Castillo del Ovo se divisa desde la entrada al golfo y se llama así porque según la leyenda, Virgilio habría escondido dentro un huevo que soportaría la estructura del edificio, y que, de romperse, provocaría el hundimiento de la fortaleza y que la ciudad sufriría grandes catástrofes.  Era parte de una villa romana que albergó al último emperador romano Rómulo Augusto.  Fue destruido por los napolitanos en el siglo X para evitar su captura por los sarracenos y fue reconstruido por los aragoneses.

El Museo Arqueológico Nacional de Nápoles comenzó a formarse con piezas de mármol que Carlos de Borbón había heredado de su madre.  Tras el descubrimiento de piezas arquitectónicas romanas halladas en Pompeya, el museo fue creciendo.  Actualmente, posee una enorme cantidad de mármoles, mosaicos y manufacturas de la época romana y algunas de las momias mejor conservadas del mundo, así como los restos más espectaculares de Pompeya y Herculaneum, las ciudades destruidas por la furia del Vesubio.

También impresiona la gran plaza Plebsicito, alrededor de la que se encuentran la Iglesia de San Francisco de Paula, construida en el siglo XIX y que fue modelada imitando al Panteón de Roma; El Palacio Real de los reyes Borbones, que data del siglo XVI, con su impresionante fachada con estatuas de los anteriores reyes de Nápoles y donde está la Biblioteca Nacional y el Teatro San Carlo, que es la más grande de las casas de ópera de Italia.  Frente a estos está la Galleria Umberto I, que data de 1887, donde destacan regios cafés y tiendas  que se resguardan bajo su fastuoso techo de vidrio de 56 metros de altura y descansan sobre sus bello piso de mosaicos; ambos fueron reconstruidos después de la Segunda Guerra Mundial .
Plaza Plebiscito

Palacio Real
Basílica de San Francisco de Paula
Galería Umberto






Creo que Alfredo se lució cuando nos mostró la Catedral o Duomo de Nápoles, dedicada al patrón de Nápoles,  San Genaro.  Es una iglesia con una fachada Gótica y puerta magníficas.  La catedral alberga el baptisterio más antiguo de Occidente.  Su sala principal es barroca y en su interior hay muchas capillas dedicadas  a varios santos y a sus reliquias.
Cúpula de la Catedral de Nápoles
Altar de la Catedral
Nave Principal de la Catedral

Basílica de Santa Restituta
Santa María del Principio
Detalles  en Santa María del Principio



Guarda tesoros maravillosos.  Los frescos del techo de las diferentes capillas dentro de la Catedral, entre las que se encuentran la catedral incluida de Santa Restituta, y la Iglesia de Santa María del Principio, así como los adornos dorados alrededor de ellos, son escalofriantemente lindos.  Las estatuas son de plata auténtica y destaca el busto de plata de San Genaro, donado por Carlos II de Anjou en 1305; obra de tres joyeros provenzales.  La mitra, que lo corona es de plata con piedras preciosas, donada por un noble Matteo Treglia y tiene 21,000 joyas finas.  Dentro de este busto, se encuentra la calavera del santo. En la cripta de este San Genaro, se encuentran sus huesos y una urna con su sangre, que  milagrosamente se liquifica todos los años el 19 de setiembre, en el aniversario de la muerte del santo.  Dicen que si esto no pasa, se augurará un  desastre para el año en curso, como un terremoto o incendio, por ejemplo.
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La Capilla del Tesoro
Detalle del altar de plata con la historia del traslado del cuerpo del santo de Montevergine a Nápoles y de San Genaro bendiciendo a la ciudad.

Las reliquias de San Genaro en la cripta bajo el ábside de la catedral




El Cardenal Oliviero Carafa rezando frente a las reliquias que contienen los huesos del santo













Alfredo también nos llevó a pasear cuando anochecía, por la Bahía de Nápoles y por la via Partenope, por donde se encuentran los hoteles más chic  de la ciudad.
Y antes de terminar mi descripción de Nápoles quería preguntarles si sabían que bajo la ciudad de encuentra todo un complejo de galerías subterráneas o catacumbas, donde se escondían los cristianos perseguidos, uno de los cuales era San Genaro, que era perseguido por predicar el cristianismo.  Durante la Segunda Guerra Mundial, se utilizaron estas catacumbas como refugio para los bombardeos de los Aliados contra la ciudad.
En la actualidad, aunque muchos pasajes están bloqueados, se aprovechan estas catacumbas con fines turísticos.  Se realizan tours en los cuales los turistas son informados sobre la historia de esta Nápoles subterránea.  Se puede acceder desde la plaza San Gaetano y desde la Via Santa Ana di Palazzo.
Creo que con esto fue suficiente por el día pero la pasamos maravilloso.


Pompeya

Otro paseo que hicimos fue hacia las ruinas de Pompeya.
Pompeya fue una ciudad de la Antigua Roma ubicada junto con Herculano y otros lugares más pequeños en la región de Campania, cerca de la moderna ciudad de Nápoles y situados alrededor de la bahía del mismo nombre en la Provincia de Nápoles.
Fue una ciudad pujante que fue fundada en el siglo VII a C  por los Oscos, uno de los pueblos de la Italia central.  Durante  el siglo V, los samnitas, otro pueblo osco, invadieron y conquistaron toda la  Campania.  Con el tiempo, esta zona se convirtió en importante puerto de las poblaciones río arriba.  En el año 80 aC  fue conquistada por Roma y se convirtió en su colonia.  Sus habitantes perdieron su libertad política, aunque tenían autonomía administrativa.  La ciudad se transformó en un importante punto de paso de mercancías que llegaban por vía marítima y que eran enviadas hacia Roma o hacia el sur de Italia, siguiendo la cercana Vía Apia.
Pompeya queda a las faldas del Vesubio, volcán de tierra firme activo, que era responsable de los constantes temblores que sucedían en la zona.


En el año 62 un terremoto daño seriamente a la ciudad y los nobles de la ciudad ayudaron en su reconstrucción.  Sin embargo en el año 79  una violenta erupción del volcán destruyó la ciudad de aproximadamente 20,000 habitantes.  Según testimonio de Plinio el Jóven , testigo de la explosión y que pudo escapar, ya se habían producido algunos temblores y sonidos raros salían de la tierra, pero mucha gente no le tomó importancia.  Cuando quisieron escapar, ya era demasiado tarde.  Y así  2,000 personas fueron sepultados por la lava y las cenizas.  Junto con Pompeya, también sufrieron esa suerte las ciudades de Herculano y Estebia.  Tras el desastre de Pompeya, el emperador Tito se planteó su inmediata reconstrucción, pero finalmente se desechó la idea debido al enorme costo que suponía.  La ciudad quedó así abandonada, no sin antes ser expoliada en tiempos del emperador Septimio Severo, momento a partir del cual Pompeya caería en el olvido de los tiempos.  No fue hasta 1594,  en que un campesino, al estar haciendo unos trabajos de excavación de unos canales para sus campos de cultivo,  dio con varias de sus ruinas, pero no se pudo hacer nada hasta 1748 cuando Carlos II de Borbón, entonces rey de Nápoles y mecenas de las artes, se ocupó de iniciar las excavaciones que se siguen haciendo hasta el día de hoy. 
De 66 hectáreas que se calcula abarcaba la ciudad, sólo se han descubierto 45.  Muchos de sus muebles, pinturas, objetos de arte  e impresiones de figuras calcinadas  de sus pobladores en las posiciones en las que se encontraban al momento de su muerte, hoy se encuentran principalmente en el Museo de Arqueología de Nápoles.  A través de las ruinas, se han encontrado una serie de vestigios tangentes que dan un testimonio clarísismo de cómo era la vida de esos lugares en aquellos tiempos.  En Herculaneum se han encontrado papiros que los arqueólogos han ido recuperando y descifrando.  Los cuerpos de las víctimas, que erróneamente muchos creen que se petrificaron, no son más que impresiones de los huecos dejados por los cadáveres que se desintegraron con la calentura.  Estos se rellenaron con yeso por los arqueólogos y no son más que impresiones de sus cuerpos.
A través de la visita a la ciudad de Pompeya uno se puede dar una idea de cómo vivían esas personas hace aproximadamente dos mil años  y nos quedamos maravillados de cómo los arqueólogos han podido reconstruir hasta detalles mínimos el tipo de vida que ellos llevaban. 
Desde la entrada a Pompeya por la Porta Marina, se sigue por un camino que nos lleva al núcleo de la ciudad, El Foro.  Todo está rodeado de templos como el de Júpiter y Apolo, edificios públicos, mercados, la Basílica, el Templo de Vespasiano y portadas muy elaboradas.  Se puede observar el estilo de vida de aquellos patricios que huyeron de Roma para refugiarse en la tranquilidad de Pompeya.  Se verán muchos frescos, restos de cerámica, una residencia elegante rodeada de jardines, un típico baño romano, y hasta un prostíbulo, con señales sobre las calzadas y paredes cerca de él indicando cómo llegar a él.



Para los interesados en este tema, les ofrezco una referencia sobre un blog que tiene maravillosas fotos y un viaje virtual entero de la antigua ciudad de Pompeya: Nivorg.blogspot.com
Capri




En el siguiente acápite describiré nuestra visita a la Isla de Capri, a la que nunca pensé que podría ir en este viaje.  Se dio y lo aprovechamos hasta decir basta.  Ya tres de los 6 compañeros que habíamos viajado en el barco, se habían tenido que regresar a sus países, por lo que los que restábamos decidimos aprovechar esta última oportunidad que teníamos de conocer un nuevo lugar y allí fuimos.  Era nuestro segundo día en Nápoles y el barco salía puntual, a las 5 de la tarde, así que aunque caía la lluvia, de nuevo, nos dirigimos hacia el puerto y compramos un billete en uno de esos barcos hydrofoils o hydroalas de gran velocidad, y  que se dirigen a las islas cerca de Nápoles.  Esta vez el mar estaba tan picado, que el movimiento dentro del barco era muy desagradable durante la media hora que duró el viaje.
La Isla de Capri es una Isla localizada en el mar Tirreno, al sur de Nápoles. De acuerdo con hallazgos arqueológicos, la isla formó alguna vez parte de tierra firme.  Ha estado habitada desde tiempos neolíticos.  Fue un asentamiento griego a partir del siglo VI aC.  Fue después conquistada por Roma y los emperadores romanos  Octavio Augusto (primer emperador de Roma) y Tiberio (su hijo) vivieron allí.  Se dice que Tiberio y su sobrino nieto Calígula disfrutaban torturando a sus esclavos, cuando vivían allí.
Tras el final del Imperio romano de Oriente, Capri volvió a estar sometida a Nápoles, y sufrió varios ataques y estragos de los piratas.  En el 866 el emperador Luis II dio la isla a Amalfi (Región de la Campania).  En el 987 el primer obispo de Capri fue consagrado por el Papa Juan XV.  Alrededor del año 1000 pasa a la soberanía de Amalfi y era la sede de una guarnición y una prisión.
Durante el reinado de Carlos I de España, en el siglo XV, la isla fue constantemente atacada por los piratas. En el siglo XVI y XVII fue gobernada por la autoridad religiosa.
En enero de 1806, las tropas francesas ocuparon la isla.  Los británicos expulsaron a los soldados franceses en mayo del mismo año y establecieron una  guarnición.  En este período la isla cuenta con cerca de 3.000 habitantes.  Capri fue convertido en una poderosa base naval, pero el programa de construcción causó graves daños a los sitios arqueológicos.  Joachim Murat (cuñado de Napoleón) reconquistó Capri en 1808, y los franceses se quedaron allí hasta el final de la era napoleónica (1815), cuando Capri fue devuelta a la casa de Borbón gobernante en Nápoles.
En la segunda mitad del siglo XIX, Capri se convirtió en un centro vacacional popular para artistas europeos, escritores y otras celebridades.  Es lugar donde van los millonarios que tiene unas villas espectaculares, en especial en la parte de arriba, que se llama Anacapri y que tiene estatus de comuna, con un sistema administrativo separado.  Capri, es un pueblito que queda junto al mar y en la antigüedad, se subía a la zona alta, que se le llamó Anacapri, por medio de 1400 escaleras, las llamadas Escaleras Fenicias, que más se cree que sean griegas, y que atravesaban el cerro.  Hoy todavía, se les puede ver y utilizar.  Hay una carretera muy sinuosa y un funicular que llevan a la parte alta.  Lo más aconsejable es tomar uno de esos ómnibuses de tour que sirven de guía para conocer lo más importante de la ciudad.  Y como son colectivos…no cuestan muy caro…alrededor de 17 euros por persona.  Una vez arriba es altamente recomendable subir a las telesillas que lo llevan a uno al punto más alto del Monte Solaro, a 596 mts de altura, desde donde se pueden ver vistas espectaculares de los farallones, de las islas vecinas como Ischia y de la ciudad.  AL subir en las sillas individuales parece que uno sube a tocar el cielo, y que los pies rozaran contra las copas de los árboles.  Es una sensación maravillosa, si es que no se tiene miedo a las alturas.  En la parte alta hay un restaurant y unos jardines desde donde uno  puede tomar fotos espectaculares.
En Capri se pueden tomar unos botecitos que llevan a uno a la famosa Grotta Azurra, pero nosotros no lo pudimos hacer porque cuando el mar está movido no se puede entrar.  Para otra vez será.





























El viaje había terminado. Regresamos al barco y después de una emotiva despedida esa noche, pasamos  nuestra última noche en nuestros camarotes, mientras nos dirigíamos a Civitavecchia, Roma, nuestro destino final  Al día siguiente, después de tomar desayuno y recoger nuestras maletas a la salida del barco, nuestra hermosa mansión de 11 días de la cual nos llevaríamos inolvidables memorias, Ricardo, Maggie y yo desembarcamos  para tomar el ómnibus que nos llevó por 12 euros hasta la estación de Termini adonde llegan todos los buses y trenes que van hacia Roma. Allí se iniciaría la tercera etapa de este largo y fantástico viaje cuya entrega les ofreceré en el próximo capítulo.