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sábado, 18 de septiembre de 2010

Anticuchos a la plancha

Ayer hice una versión de anticuchos que se cocina sobre una parrilla que se coloca sobre las hornillas de vuestras cocinas. Me salió tan bien, que se las mando para que prueben y me comenten qué tal les salió.
Bueno, se compran un corazón de res, ya limpio, de esos que venden en cualquier supermercado.  Sino, tendrán que darse el trabajito de sacarles todas esas grasitas y venitas que lo atraviesan...toda una cirugía!!!!
Lo filetean...el mío debe haber sido corazón tierno y amoroso, porque estaba de lo más suavecito.  Le hice varios "fileteos", como bisté ( mucho lío cortarlos en pedacitos, así a lo legal, porque cuando se les ensarta en los palitos, es todo un problema cocinarlos en la parrilla sobre la cocina, sin que se quemen).
Coloca los bistés dentro de un "bol" y les echas sal, pimienta, 3 dientes de ajos picados chiquitito, bastante comino, aji amarillo, ají colorado o panca (ya viene en pasta, pero si no lo consigues así, los compras enteros..así como 6... y les sacas las pepas y los tuestas en una sarten, y después los mueles con un poco de aceite para formar una pasta), un poco de sillau, una taza de vinagre blanco, orégano y el secretito....como media botella de cerveza negra...si es Cuzqueña, mejor.  Casi me mata Julio cuando se enteró que la usé para cocinar.  Cosa incomprensible, porque bebida o mezclada con la carne, igual entra al estómago.  Cosas de los hombres, pues. Este menjunje lo dejas macerar de un día para otro en la refri, hasta que estés listo para ponerlos sobre la parrilla. Quiero decirte que las especias son al gusto del cliente...a unos les gusta más o menos salado o más o menos picante.  Pero también depende de la cantidad de carne que se use.  Esta receta es para preparar un corazón no muy grande.
Bueno, ya estamos listos para ponerlos a la parrilla o sobre una sartén tipo parrilla que tiene ranuras que recibirán el aceite a discreción.  Se calienta un poco de aceite y se ponen a freir los bistés de corazón.  Una vez sellados por los dos lados, se les unta con un poco de la maceracíón y se les sigue cocinando hasta que no salga sangre o hasta cuando ud. considere que le gusta el punto de la carne.
Se acompañan con choclos (maíz) sancochados o con yucas sancochadas, cortadas en tiritas y fritas en abundante aceite, hasta que estén doraditas y crocantes (secreto: para que no se les quemen, agregar un pedacito de cartón de cualquiera de esas cajas de cereal, por ejemplo, y verán cómo es difícil que se les quemen las frituras).  También pueden hacer una buena ensalada de verduras o un arroz con choclo como acompañantes. 
Si prefieren hacer los anticuchos de verdad, pues corten la carnecita en dados más o menos grandes; ensartar 3o 4 pedazos en un palito de madera de esos que se usan para hacer los shish-kabobs. Háganse una brocha rústica con varias hojas de choclo; sumérjalas en el liquido de la maceración , y con los flequillos de aquellas,extiéndalas sobre la carne de vez en cuando, para humedecerla.
Disfruten de este plato, que según las tradiciones, fue inventado por los esclavos negros de las plantaciones peruanas, quienes enriquecieron nuestra oferta gastronómica con la sazón especial que traían de Africa.

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