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jueves, 21 de febrero de 2013

Un Viaje por el Viejo Continente: Roma



El crucero de Celebrity había terminado y desembarcamos un día  gris y lluvioso en Civitavecchia, el puerto  principal de Roma, que queda a 80 kilómetros al noroeste de la ciudad de Roma. El puerto fue construido por el emperador Trajano a comienzos del siglo II y en la época moderna se ha convertido en el puerto adonde llegan los cruceros y barcos de transporte. Civitavecchia es la principal conexión marítima del centro de Italia con Cerdeña y Barcelona.
Como teníamos que irnos a Roma, nuestro próximo destino, utilizamos el ómnibus que nos brindó Celebrity, hasta donde estaba la estación de trenes de Civitavecchia, pero para nuestra sorpresa, encontramos un bus que nos llevó hasta la estación de Termini en Roma, haciendo una parada en el aeropuerto de Fiumicino  por sólo 18 euros.
Termini es la estación principal de Roma y una de las principales de Europa, adonde convergen los ómnibus y trenes que llegan a esta ciudad. Desde ahí se puede viajar a casi todas las ciudades italianas como Milán, Venecia, Florencia o Pisa, y a muchos otros destinos internacionales como París y Bruselas.  Los trenes son el medio de transporte más usado en la ciudad. Termini mueve actualmente un promedio de 800 trenes y de 600,000 pasajeros al día.  La estación fue construida en 1867 y fue remodelada para el jubileo del año 2000 y  dedicada a Juan Pablo II en el 2006.
Estación Termini
Estación Termini a altas horas
Estación Termini, anden
andén en Termini







Llevábamos las direcciones de nuestros hoteles, así que Maggie,Ricardo y yo nos echamos a caminar hacia la dirección que nos habían dado, pasando por muchos restaurantes, hoteles y tiendas de souvenirs que hay por el camino.  Por fin llegamos a la Plaza de la Basílica de Santa María Maggiore, por donde cada uno de nosotros doblaría hacia su destino. A la izquierda se iba al hotel Montreal adonde mi esposo, me daría el encuentro, y por la derecha se dirigiría esta pareja al hotel que habían elegido. Me sentía un poco como Pizarro en la Isla del Gallo cuando trazó sobre la tierra la división entre los destinos que tomarían sus compañeros en la Conquista.  
A pesar de que todavía teníamos los radios con los que nos comunicábamos en el barco, cada vez que nos perdíamos de vista los unos de los otros e intercambiamos los datos de nuestro hospedaje, el despedirnos después de 12 días de estar tarde y mañana juntos, fue un poco difícil. No sabíamos si nos encontraríamos o no.
El hotel está situado en un lugar muy conveniente y tiene habitaciones cómodas y limpias. El ascensor estaba malogrado, creo que por viejísimo que es; parece uno de de esos de las películas antiguas, pero sirve su propósito cuando está funcionando.  El desayuno es más o menos, pero ofrecen un capuccino y una cremolada de limón que son de primera.  
Antes de salir de los Estados Unidos, ya tenía comprados todos los boletos de viaje y las entradas a los lugares más importantes, así que gracias a esta previsión, pudimos ir esa misma tarde a la Capilla Sixtina.  Las colas para entrar son escalofriantes y parece que nunca terminan, pero con el tipo de entrada que teníamos, pudimos evitar ese inconveniente y entrar de frente al edificio donde están los Museos del Vaticano y la Capilla.  
Maggie y Ricardo habían quedado en encontrarse con nosotros allí pero el bendito radio no funcionó por la interferencia, y por más que quisimos ubicarlos, no se pudo.  Así que estábamos avanzando por las nutridas colas, y con una pena terrible de haber perdido la oportunidad de que Julio los conociera; cuando volteamos, y allí al costadito estaban...ellos hablaban de nosotros y nosotros nos preguntábamos acerca de ellos.  Qué sorpresa! Ni más ni menos, fue como encontrar una aguja en medio de un pajar.  
El ticket incluye la visita a los Museos del Vaticano Museo Pío Clementino, la Galería de los Candelabros, La Galería de los Mapas, la de los Tapices, los Cuartos Rafaelinos y la Capilla Sixtina.
Entrar a cualquiera de estos sitios es como entrar a un mundo de arte y lujo impresionantes, donde se respira historia en cada bocanada de aire que se toma. De Wikipedia: "Los Museos Vaticanos son las galerías y demás estancias de valor artístico propiedad de la Iglesia y accesibles al público en la Ciudad del Vaticano. Muestran obras de una extensa colección de la Iglesia Católica Romana. Su base fundacional fue la colección privada de Julio II, que fue elegido papa en el año 1503; más tarde otros papas han ido aumentando las extensas colecciones de que constan estos museos. Este conjunto museístico se compone de diferentes edificios de museos temáticos, edificios pontificios, galerías, monumentos y jardines. A este conjunto de edificios también pertenece la Biblioteca Vaticana, una de las mejores del mundo"




La Capilla Sixtina fue la coronación de todos los tesoros que vimos a través de los corredores que caminamos para llegar a ella.  Lo que primero nos sobrecogió y llamó la atención fue el mural del Juicio Final (pintado 25 años después de que pintó la cúpula) con la figura de Cristo, que inicialmente fue pintado desnudo, levantando su brazo en señal de impartir justicia. A su lado está la Virgen María y los rodean los apóstoles, patriarcas, mártires y santos,  así como ángeles que portan los símbolos de la Pasión: la corona de espinas, la cruz y la columna.  A los pies de Cristo están dos santos: San Lorenzo y San Bartolomé. Este último lleva una piel en la mano con la que se alude a su martirio y en la que se aprecia el autorretrato del pintor.  En el medio se ubican los juzgados que van al cielo y condenados que van al infierno y los ángeles trompeteros. En la parte baja del cuadro está la barca de Caronte que traslada a los muertos ante el juez del infierno, Minos, todo envuelto en serpientes y con orejas de burro (en venganza de las críticas que le había hecho Biaggio de Cessana, Miguel Angel le puso a Minos la cara de este personaje y además, lo represento desnudo).   Esta pintura ha sufrido diversas transformaciones, ya que los desnudos pintados por Miguel Angel provocaron escándalo y se comisionó a  Danielle Da Volterra,  su discípulo para que aplicara paños de pureza sobre los personajes... lo cual le valió a este pintor el ser apodado "el Braghettone"(pinta calzones).  Durante los siglos XVI, XVII Y XVIII, la pintura sufrió varias modificaciones.  El humo de las velas también lo ensució.  En 1964 se ordenó su limpieza, la cual finalmente se terminó en 1994.




La historia de la Capilla Sixtina es apasionante, ya que antes de que ésta se construyera, se erigió sobre el Monte Palatino, lugar de residencia de los poderosos emperadores paganos de la Antigua Roma y donde Rómulo fundó Roma en 753a.C, la Capella Palatina o Capilla del Palacio.  Todos los gobernantes europeos debían tener su propia capilla real,   y así se estimó que el papa debía tener su propia capilla real privada, para mostrar el poder reinante de la Iglesia, expandiendo el imperio cristiano sobre el mundo.  Asimismo, el papa quiso que su capilla eclipsara en opulencia a cualquier otra capilla real.
La historia de la Capilla Sixtina comenzó en 1473 con un pontífice, Sixto IV, de la familia della Rovere, quien quería que su capilla fuera aún más grande y suntuosa que la Capilla Palatina. Quiso que ésta proclamara el misterio de la Ascensión de la Virgen María al Cielo y la hizo pintar en la parte frontal, pero incluyó una representación de él, para reafirmar el triunfo de su familia,  la familia della Rovere. Posteriormente, los pintores florentinos enviados por Lorenzo de Medici en señal de redención política, después de su enemistad anterior con el papado, alteraron el fresco, y más adelante, cuando a Miguel Angel se le comisionó la decoración de la Capilla Sixtina, éste lo cubrió y lo reemplazó por el del Juicio Final.




La Capilla Sixtina es una copia exacta de la parte posterior del Templo Sagrado de Jerusalén, y va contra todas las leyes talmúdicas que prohibían la construcción de cualquier réplica  de tamaño real de ese templo en un lugar diferente, con el fin de evitar cismas religiosos y sangrientos como sucedió con el Cristianismo y con el Islam.
Cuando uno observa la obra de Miguel Angel, en la cúpula y la zona frontal, uno tiene que entender el contexto político  de ese entonces y el entorno personal del pintor.  Debe uno conocer su historia...sus años juveniles de ebullición intelectual en el Palacio de Florencia, los todavía no muy conocidos altibajos de su carrera, su fascinación con el neoplatonismo y su interés en el judaísmo.  Miguel Ángel pintó el fresco más grande del mundo católico retratando sólo figuras de la biblia hebraica.  Según el profesor Bruschini, uno de los expertos de arte más estimados en todo Roma y en los Museos Vaticanos: "Miguel Ángel creó un puente real entre el judaismo y el cristianismo; entre la humanidad y Dios; y quizás, lo más dificil de todo, entre cada persona y su ser espiritual". Así  Miguel Ängel, corriendo un riesgo de seguridad personal muy grande, plasmó en ésta, su gran obra, una serie de mensajes escondidos de reconciliación entre judíos y cristianos, a través de símbolos  parcialmente ocultos en sus pinturas.
Michelangelo Buonarroti

Es en esta Capilla Sixtina donde se realizan los conclaves para elegir a los papas.
Vale decir que la famosa Plaza de San Pedro, La Capilla Sixtina y los Museos, la Basílica de San Pedro están dentro de la ciudad-estado del Vaticano, uno de los países más pequeños del mundo, que fue constituido como tal por el Tratado de Letrán en 1929 entre la Santa Sede, sede central de la iglesia católica presidida por el papa, y el gobierno de Italia. 
El nombre Vaticano deriva del nombre etrusco Vatika, diosa pagana que protegía el cementerio situado sobre un monte fuera de las murallas de la ciudad. Allí había también un oráculo etrusco, por lo que se le identifica etimológicamente con la palabra "predicción"; lugar donde luego estaría el circo romano, y donde el emperador Constantino construyó la anterior Basílica de San Pedro. Después se construyó allí el palacio papal, haciendo uso de varias partes de la estructura anterior. Desde 1929 la Colina Vaticana ha sido el lugar de la jefatura de la Ciudad del Vaticano. Es conveniente aclarar que la catedral del obispo de Roma, el papa, no es la Basílica de San Pedro sino la Basílica de San Juan de Letrán que está en una de las siete colinas de Roma (el Celio) y que es un emplazamiento de la ciudad de Roma que actualmente pertenece a la ciudad del Vaticano. Esta situación es el resultado de los Pactos de Letrán firmados con el estado italiano en 1929, los que devolvieron a la Santa Sede un estado temporal independiente y su consecuente estatus diplomático a través de la Ciudad Estado del Vaticano, los que habían sido perdidos en 1860-1870, cuando Italia capturó los territorios de los Estados Pontificios.

El Palacio Apostólico, también llamado el Palacio Papal o el Palacio del Vaticano, es la residencia oficial del Papa en la Ciudad del Vaticano.

El Palacio es un complejo de edificios, comprendiendo el Apartamento Papal, las oficinas de gobierno de la Iglesia Católica, un puñado de capillas, el Museo de Vaticano y la Biblioteca Vaticana.  En total existen aproximadamente 1,000 habitaciones, incluyendo la célebre Capilla Sixtina con los frescos de Miguel Ángel (restaurados entre 1980-1990) y las Estancias de Rafael.

Las otras residencias papales están en el Palacio de Letrán y en Castel Gandolfo; esta última fuera de Roma.



La Guardia Suiza  tiene la tarea de garantizar la seguridad de la persona física del Papa, la seguridad de los edificios en el Vaticano y la villa pontificia de Castel Gandolfo.  Ésta tiene una trayectoria que se remonta a los años 1506, cuando después de la Edad Media, los Estados Vaticanos, para defender sus fronteras, creó un ejército formado principalmente por mercenarios.


Fue el Papa Julio II, el que encomendó al cardenal Mateo Schinner que solicitara a los cantones suizos de Lucerna y Zurich,  el envió de soldados helvéticos que por aquella época gozaban de la fama de valerosos y experimentados guerreros.

El contingente llegó a Roma el día 21 de enero de 1506 y el día 22, fecha del nacimiento oficial de la Guardia Suiza, se creaba el cuerpo de la Guardia Pontificia compuesto por ciento cincuenta valerosos suizos al mando del capitán Gaspar von Silenen. Por años defendieron al papa de las diversas afrentas de invasores, sacrificando su vida por él.
Traslado del Obelisco
La Plaza de San Pedro es una hermosa plaza que está al pie de la Basílica de San Pedro.  Es una plaza en forma elíptica, con columnas que la rodean por ambos lados y sobre las que se asientan un total de 140 santos. Fue diseñada por el arquitecto y escultor Gian Lorenzo Bernini, comisionado por el papa Alejandro VII, entre 1656 y 1667.  En el medio hay un obelisco egipcio de 25 metros de altura ( la mitad de su tamaño original) y con 320 toneladas de peso, que fue traído de Alejandría en el año 37 por el emperador Calígula para colocarlo en el Circo de Nerón, al pie del Monte Vaticano. En ese entonces, este último no estaba incluido dentro de las murallas de la ciudad, y se hacían allí  carreras de caballos y simulacros de peleas en los que se ejecutaba a cristianos. Se dice que junto al obelisco se crucificó a San Pedro de cabeza, pues así él lo quiso para no faltar respeto a la memoria de su Señor muriendo igual que él. 
En 1586, el papa   Sixto V decidió trasladar al obelisco  justo frente a la basílica de San Pedro para rememorar el martirio de este apóstol y de muchos otros santos.  Para ello se utilizó 150 caballos y 900 hombres que emplearon cuerdas para alzarlo, bajo orden de hacerlo en completo silencio por el nivel de concentración que esta tarea requería.  Si alguien rompía esa ley, sería condenado a pena de muerte.  Sin embargo, las cuerdas comenzaron a ceder y un genovés que formaba parte del grupo gritó que les echaran agua  y así se hizo.  Las cuerdas se encogieron de inmediato y levantaron el obelisco.  El marinero no fue castigado, sino que el papa más bien lo premió, permitiéndosele que izara la bandera romana en su barco y decretó que él y su familia serían desde ese momento en adelante los únicos que distribuirían las hojas de palmas en Semana Santa en Roma.
En la punta del obelisco había una esfera de metal que supuestamente guardaba las cenizas de Julio César.  El Papa Alejandro VII la reemplazó por una cruz que se asienta sobre una estrella.  El obelisco es también un reloj de sol que mide las horas y los equinoccios, y cuya sombra se refleja sobre unos discos de mármol que forman la rosa de los vientos y un meridiano, colocados allí en 1817.  A ambos costados del obelisco hay unas piletas diseñadas por Bernini y Maderno.



La Basílica de San Pedro, que como ya se dijo, fue construida entre 1506-1626 por orden del papa Julio II sobre la Basílica de Constantino y sobre la tumba de San Pedro, tiene sobre su fachada a 11 apóstoles (Judas no fue incluido) y a San Juan Bautista; Cristo está al centro. Muchos papas están enterrados dentro; entre los más recientes, el Beato Juan Pablo II (beatificado en el 2011) y cuyo cuerpo se encuentra en la capilla de San Sebastián, y el cuerpo incorrupto de Juan XXIII, al que se le puede ver a traves de una urna de cristal.


Cuerpo incorrupto de Juan XXIII
Tumba de Juan Pablo II

En su interior, en una de las Capillas, se encuentra la famosa estatua de indescriptible belleza, La Piedad, que ha sido esculpida por Miguel Ángel, y que representa a la Virgen María cargando a Cristo muerto. Ésta se encuentra protegida por un vidrio antibalas como consecuencia del atentado criminal del que fue objeto.  Fue encargada al artista por el Cardenal de San Dionisio Jean de la Villiers, benedictino, embajador del rey francés ante la Santa Sede, para que Miguel Ángel, que en ese entonces tenía 24 años la terminara en un año; cosa que él cumplio con mucha puntualidad.  Es la única obra firmada de Miguel Ángel producto de su cólera al no creer el cardenal que el joven hubiese ejecutado una obra de tan gran perfección.  Más adelante, Miguel Angel hizo varias réplicas adicionales.



La Pietá está cubierta por un vidrio antibalas
Otra vista


 La cúpula de San Pedro ha sido hecha también por Miguel Ángel y representa la cabeza de San Pedro. Los semicírculos de las columnas, con 143 imágenes de santos en el techo, simbolizan los brazos abiertos que acogen a los fieles que entran a la basílica.  El recinto tiene cerca de 500 columnas, 430 grandes estatuas, 40 altares y 30 cúpulas.


La Cúpula de Miguel Ángel y el Baldaquino de San Pedro 

Llama la atención el Baldaquino o toldo de San Pedro, hecho enteramente de bronce imitando a los que se usan para guarecer a los sacerdotes en las procesiones, cuando llevan el Santísimo Sacramento, reliquias o imágenes.  Fue hecho utilizando el techo de bronce que tenía el Panteón o templo pagano romano.  Sus columnas miden 14 metros de alto.  Un crítico anónimo colgó sobre una estatua burlesca de Roma, El Pasquino,  un cartel que decía “Lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barbierini (la familia del papa Urbano VIII; el que mandó desmantelar el mentado techo).  Esta obra de arte, diseñada por Bernini, ha sido puesta sobre el altar pontificio situado encima de la tumba de San Pedro, que se encuentra en las grutas debajo de la Basílica, recordando las palabras de Jesucristo:  “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.  La construcción del baldaquino duró 9 años.

Al fondo de la Basílica se puede ver la silla de San Pedro, que ha sido utilizada por varios papas.  Está elevada sobre el ábside de la iglesia, en un relicario de bronce sostenido por los Doctores de la Iglesia, rodeado de ángeles y coronado por un vitral con la figura del Espíritu Santo.  Esta fue hecha por Bernini entre 1657-1666.



La imagen de bronce de San Pedro atribuida a Arnolfo di Cambio del 1300, es una de las más veneradas por los fieles y representa al santo sentado con las llaves en una mano y el dedo gordo de su pie derecho está desgastado por los besos que le den los fieles para ganar las indulgencias prometidas por el papa Pio IX.

En otra capilla hay tres reliquias importantes: El manto de la Verónica, un trozo de la verdadera cruz, traído de Jerusalén por Santa Elena en el siglo IV y la punta de la lanza de con la que fue atravesado el costado de Cristo.

Roma, la cabeza del mundo, título que le dieron sus conquistas por todo el mundo conocido en aquellas épocas, es también la ciudad cuna de las artes y de la literatura de Europa.  Por todas partes, Roma respira la historia de sus antepasados y sus conquistas gloriosas y su arquitectura refleja las influencia de los diversos conquistadores y conquistados que pasaron por su historia desde que Rómulo y Remo la fundaron hace 25 siglos. Roma pasó por tres etapas marcadas que delimitaron su historia: La Monarquía, la República y el Imperio.

Roma está tan llena de lugares interesantes que visitar, que sólo entre iglesias y museos, y demás monumentos históricos, uno podría estar meses en ella y nunca se terminaría de apreciarla.  Lo más cuerdo para tener una visión amplia de la ciudad es hacerlo a través de los buses turísticos hop- on, hop-off,  en los cuales uno puede pasear por ella, bajándose en las áreas de más interés turístico.  Y así hicimos nosotros en nuestra corta visita de 4 días, en los que conocimos algunos de los monumentos más importantes de la ciudad.

Otra visita que vale la pena mencionar es el recorrido  de las residencias romanas de la época de la República, que han sido encontradas bajo el Palacio Valentini, ahora sede de la Administración Provincial de Roma. La residencia fue construida por el Cardenal Bonelli en 1585 y pasando por varios propietarios prominentes, pasó a ser propiedad del banquero y Cónsul General Prusiano, Vincenzo Valentini, de quien tomó su nombre.
El Patio Interior del Palacio

Con la asistencia de expertos como Piero Angela, uno de los principales escritores y comentaristas sobre arqueología de Italia, y la ayuda de ingenieros, historiadores, arqueólogos y expertos informáticos, se ha creado bajo tierra, un museo de 1.200 metros cuadrados.
Con la ayuda de reconstrucciones gráficas y avanzadas tecnologías informáticas, el visitante a través de realidad virtual hará un tour donde se maravillará al contemplar los restos  encontrados de viviendas patricias de poderosas familias de la Roma Imperial, a través de un suelo de vidrio, mientras reconstrucciones de las piezas originales se proyectarán sobre las paredes del museo.  Cámaras y proyectores se han escondido en toda la estructura a fin de reflejar las imágenes de la domus reconstruida tal y como era en la época romana.

“Los visitantes aparte de ver los restos recuperados de la antigua domus verán como 
ésta vuelve a la vida ante sus ojos”, comentó Piero Angela.


También hay dentro un pequeño museo con objetos 
y enseres domésticos encontrados mientras se hicieron las excavaciones.
En el sótano  del  Palacio, opuesto a la Columna Trajana hecha de mármol de Carrara,  los visitantes podrán admirar los restos de un monumento público o sagrado:  una gran plataforma de concreto, paredes hechas de mármol travertino, restos de columnas colosales hechas de bloques únicos de granito Egipcio,  cuartos de ladrillo  con techos abovedados,  que datan todos de los primeros años del reinado del emperador Adriano, lo cual se sabe por las inscripciones encontradas en las paredes.  En esta nueva zona también se muestra  una recreación de la columna como fue al ser construida en el año 114 por órdenes del emperador Trajano.  También hay un modelo de las construcciones de aquella época, en especial  el de la enorme basílica Ulpia  que estaba ubicada al centro de la ciudad, junto a la columna.  Finalmente, se hace una reconstrucción virtual  de la columna de 30 metros. de altura, donde se pueden ver los bajorrelieves que cuentan la historia de la campaña militar de Trajano: la conquista de Dacia, hoy día Rumanía;  un evento extraordinario que terminó con la muerte del rey Descébalos y con el triunfo del emperador romano.















Cerca se encuentra el mercado trajano, que se cree que fue el mercado romano en la antigüedad y fue construido entre los años 100 y 110 d.C.  Es el primer mercado cubierto de la historia y se construyó en ladrillo y tiene 6 pisos y más de 150 locales comerciales.  Hoy alberga el Museo de los Foros Imperiales.
Fue construido entre los años 107 y 110 por Apolodoro de Damasco, que sirvió al emperador Trajano, y fue uno de los grandes arquitectos de Roma. 

Durante nuestro paseo, quedamos maravillados con la majestuosidad del famoso coliseo romano, centro de diversión de los emperadores y testigo  mudo de las famosas luchas entre gladiadores, de las impresionantes representaciones realistas de batallas en las que se utilizaban prisioneros de guerra, de peleas entre animales y entre cristianos y animales, de las famosas naumaquias o simulacros de batallas navales que se hacían llenando el campo al que convertían en piscina enorme y donde entraban  auténticos barcos trirremes de la época.  El Coliseo poseía un avanzado sistema de canalización de agua que permitía llenar y vaciar rápidamente el piso inferior.  Contaba, también,  con una cubierta de tela desplegable accionada mediante poleas.  También se representaron allí obras teatrales. Fue mandado construir por el emperador Vespasiano entre los años 70 y 72 d.C. sobre un área plana entre tres colinas a lo largo de la cual corría un riachuelo. Se completó en el 80d.C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.
La arena se seguía usando para las competencias hasta bien entrado el siglo VI, registrándose la última pelea de gladiadores de la historia cerca del 435.  La caza de animales continuó por lo menos hasta el año 523.

Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón,  no conservada actualmente y que formaba parte de la famosa Domus Aurea de Nerón.  Por su conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica.  Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la UNESCO  y  una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno,  el 7 de julio de 2007.





En la antigüedad poseía un aforo para unos 50,000 espectadores, con ochenta filas de gradas y todas sus paredes estaban revestidas de mármol con figuras talladas en cada una de sus hornacinas.  Con el paso de los años, y debido a incendios y terremotos, el Coliseo pasó a desuso y se utilizó para variados propósitos, como mercado, fortificación, castillo de una familia noble, refugio, lugar de vivienda de una orden religiosa, y cantera de donde se sacaron piedras y mármoles para construir edificios públicos y privados  alrededor de la ciudad.  El expolio de piedras continuó hasta 1749, en que Benedicto XIV consagró el monumento como lugar santo en memoria de los mártires allí ejecutados (si bien se cree que la mayoría de éstos fueron martirizados en el Circo Máximo).  Hoy en día, las huellas de esta destrucción se pueden ver como huellas de una viruela malsana, por toda la fachada del edificio.
 En el siglo XIX comenzaron las obras de conservación y mejoramiento como monumento histórico y hoy se ha convertido en uno de los más grandes destinos turísticos de Roma.  Es interesante  referir que desde el año 2000, se ha dispuesto que cada vez que se suspenda o conmute la pena de muerte de un prisionero en cualquier parte del mundo, el Coliseo prenda sus luces por 48 horas.
Al costado del Coliseo queda el famoso Arco de Constantino que queda entre el Coliseo y la Colina del Palatino y se construyó para conmemorar la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio en el año 312.


El Circo Mássimo, hoy una explanada con sus instalaciones casi derruidas, situada entre los montes Aventino y Palatino, era el mayor de los circos de Roma, donde se realizaban los juegos públicos, como carreras de carros tirados por caballos en las que muchos esclavos se jugaban sus vidas y libertad, carreras de personas, exhibiciones ecuestres y simulacros de batallas.  Tenía espacio para 300,000 espectadores.



Otro edificio espléndido que vale la pena describir es el famoso Castello San’t Ángelo, desde cuya torre superior se pueden ver unas puestas de sol espectaculares, mientras se toma uno un café insuperable con unos bocaditos o pasteles en el restaurante que tienen allí. 


Réplica del ángel de Bernini. 
Fue construido por encargo del emperador Adriano como mausoleo para él y su familia entre los años 129 y 139 d.C. y está situado en la margen derecha del río Tiber, frente al precioso puente Elio, ahora llamado San’t Ángelo flanqueado con bellas estatuas del escultor Bernini.
La Fortaleza




El Puente Sant'Angelo

Originalmente, el monumento estaba coronado por una carroza de bronce halada por caballos y guiada por Adriano. Después se le reemplazó por una estatua, primero de madera, luego de mármol con alas de bronce (que se encuentra en el segundo nivel de la fortaleza) y desde 1793 es de bronce, y representa al  Arcángel San Miguel  desenvainando su espada, en conmemoración de la visión que tuvo el papa Gregorio I quien lo vio en el año 590 sobre el castillo señalando la finalización de una epidemia de peste que se cernió sobre la ciudad.
El ángel anterior
el ángel actual


tomas diversas














En el 403 d.C., la fortaleza se integró a las Murallas Aurelianas que se construyeron alrededor de la ciudad para protegerla de los bárbaros. Cuando ésta fue asediada por los visigodos al mando del rey Alarico en 410 se perdieron las tumbas y cenizas depositadas en el edifico, pero el baluarte salvó al Vaticano de esta conquista, y de la posterior de Genserico en el 455.  Para defenderse, los romanos arrojaron desde la muralla todo lo que tenían a mano.
Desde 1277, el castillo está conectado con la Ciudad del Vaticano por un corredor fortificado, llamado Passetto, de unos 800 metros de longitud.  Desde fines del siglo XV la fortaleza pasó al control de los papas. En varias ocasiones ha servido como vía de escape para los papas en peligro, como Alejandro VI en 1494 y Clemente VII después del saqueo de Roma en el año 1527.  En 1870, tras la unificación italiana liderada por el rey Victor Manuel II, el papado perdió el castillo, quedando éste en desuso hasta que en  1991, el Papa Juan Pablo II reconoció la soberanía italiana sobre el passetto y mediante un pago de alquiler simbólico, la Santa Sede retiene el control de los primeros 80 mts. para su seguridad en cualquier evento. El castillo está en manos del estado italiano y del ejército, que la restauró. 
Los papas Alejandro VI y Nicolás V construyeron en el siglo XV los apartamentos papales que están decorados con frisos y techos pintados impresionantes.






La fortaleza ha sido prisión de la Inquisición, y también en una época, cárcel.

En 1906 se convirtió en museo y en 1933 se le restauró a su estado actual, siendo también un gran atractivo turístico.  En el museo existe una amplia colección de armas y armaduras antiguas y modernas.  Asimismo cuenta con pinturas importantes y una historia completa del castillo expuesta en una de sus salas principales.









Desde 1481 hasta 1874 y después de un breve cambio, desde 1870 hasta 1887, la fortaleza se convertía durante la fiesta de San Pedro y San Pablo, en un gran castillo de fuegos artificiales y la gente venía de todas partes para ver la famosa Girandola, que así se llamaba la celebración.

Las calles de Roma son fáciles y divertidas para recorrer.  Hay muchos restaurantes, dulcerías, hoteles de todas las categorías, fuentes, plazas, obeliscos, templos antiguos y cientos de iglesias católicas  profusamente decoradas y  poseedoras de obras de arte maravillosas. 














Candados de amor sobre el río Tiber



Uno podría estar meses de meses visitándolas sin terminar de descubrir los tesoros y la historia que aquellos cuentan sobre Roma y la Iglesia Católica.  Visitamos por ejemplo, la basílica de San Ambrosio y San Carlos, donde está la reliquia del corazón de San Carlos de 1612;




la de San Andrés della Fratte (hermanos terciarios), con obras de arte de Bernini y pinturas de pintores famosos, 




La Virgen del Milagro



Padre Jesuita Alfonso Ratisbone, un judío converso, al quien se le apareció la Virgen en esta Iglesia
Tumba de San Andrés por Francisco Previsani


la Basílica de San Martino al Monti de los años 400d.C.



y subimos las 124 escaleras de mármol  que datan de 1324 construidas para celebrar el fin de la peste y que llevan a la Iglesia de Santa María de Araocelli, al costado del monumento a Victor Emanuelle II.


  En esta última se encontraba la imagen del Santo Bambino, un niño Jesús que fue hecho con madera de olivo del huerto de Getsemaní y que fue robado en 1994. 


Santo Bambini de Araoceli

Dicen que era muy milagroso y que podía resucitar muertos. Actualmente, ha sido reemplazada por una réplica.  En la Edad Media se ejecutaba a criminales condenados a los pies de la escalera.  Dicen que si se sube de rodillas, uno se puede ganar la lotería. Hay una leyenda que dice que la Iglesia se construyó sobre el lugar donde la sibila tiburtina profetizó al emperador Augusto el nacimiento de Cristo.  Por esto es que sobre el arco del altar, hay unas pinturas con las figuras del emperador y la sibila tiburtina (una profetiza de la antigüedad).

En el mundo hay sólo cuatro basílicas papales o basílicas mayores, todas situadas en Roma, que son los templos católicos de más alto rango: San Pedro, San Juan de Letrán (la más antigua y catedral de Roma), San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor.   Formalmente pertenecen al Estado Vaticano.  Todas las otras iglesias que tienen el título de basílica son basílicas menores. Estas cuatro basílicas mayores también se distinguen por poseer una puerta santa y que una visita a ésta es siempre prescrita como una de las condiciones para ganar el jubileo romano  Por otra parte, nadie puede celebrar la misa en el altar mayor, salvo el papa y los delegados especiales que actúan en lugar de éste.  Al menos hasta hace poco, estas iglesias se encontraban abiertas las 24 horas del día y su personal incluía un colegio de sacerdotes cuya única función era la de estar continuamente disponibles para escuchar confesiones.


Santa María Maggiore por Giovanni Pannini




Una de las iglesias más maravillosa que he visto es la Basílica de Santa María la Mayor,la cual desde hace 16 siglos se encuentra en Roma, por los tesoros que encierra, desde su decoración profusa en sus techos, los excepcionales mosaicos de su consagración a la Virgen María que como pocas iglesias, pueden ser vistos directamente,




Mosaicos de Felipe Rusuti ilustrando la historia del origen de la Basílica  fundada por indicación de Nuestra Señora de las Nieves


la reliquia venerada de los maderos auténticos de la cuna de Jesús encerrados en una urna bordeada de oro,
Estatua de Pio IX orando frente a la reliquia
en la Cripta de la Natividad bajo el Altar Mayor




la escalera caracol de mármol de Giacomo Bernini,


el museo con reliquias de la iglesia y los cuadros de la sala papal.


Biblia traducida al latín por San Jerónimo  quien está enterrado en la Cripta de la Natividad

casullas

Detalle de las propiedades de la Iglesia
Tumba de Bernini al costado del altar mayor
Sala Papal

Para una vista panorámica y realmente fidedigna de la Basílica, así como para obtener información detallada sobre aquella y la historia de la Virgen de las Nieves, les invito a buscar en la web la dirección:  www.vatican.va/various/.../index_sp.html 


Frente a la portada principal de la Basilica, se encuentra una columna coronada con la imagen de la Virgen María, cargando al Niño Jesús, diseño de Carlo Madermo, erigida en 1614.  La columna conmemora el milagro acontecido cuando en tiempos del papa Gregorio se sacó en procesión  un ícono que se preserva en la iglesia y se terminó la peste en la ciudad.  El icóno,conocido con el nombre de Salus Populi Romani, se conserva en la capilla Paulina y tiene más de 2000 años de antigüedad  según pruebas que se han hecho con Carbono 14.  Se dice que fue pintado por Lucas Evangelista con pinturas naturales. La columna es lo único que queda de la basílica de Majencio y Constantino y que se utilizó para esta obra.


Columna Mariana


Icono Salus Populi Romani















No podíamos dejar de visitar la famosa Fontana de Trevi, para pedir un deseo tirando con nuestra mano derecha y sobre nuestro hombro izquierdo, una moneda. 



Dicen que quien tira una moneda a la fuente, regresa alguna vez a Roma.  En la antigua Roma se usaba construir fuentes en cada uno de los terminales de los once acueductos que suministraban agua a la ciudad en esas épocas.  La Fontana de Trevi, llamada así porque se encontraba en la confluencia de tres vías, es el punto terminal del Acqua Virgine, uno de los acueductos que se utilizó por más de 400 años.   Mide 20 mts. de ancho por 26 de altura, y fue construida entre 1735 y 1762 por Nicolás Salvi, quien utilizó el proyecto de Gian Lorenzo Bernini. Cuando Salvi murió, Giovanni Panini retomó y terminó la obra. El Palacio al fondo de la fuente es el del Duque Poli, quien lo compró ayer por 1678 y lo agrandó.  Se lo expropiaron para conservar la fuente y hoy es el Instituto Nacional del Grafismo.  En el medio de la fuente hay una escultura bellísima del Dios Oceanus que está siendo jalado por dos hipocampos guiados por dos tritones.  Ambos costados de la fuente están adornados  por la diosa de la abundancia, que vierte agua de su urna y por la diosa de la salud, que tiene una urna de la que bebe una serpiente.  En este lugar se filmó la famosa película La Dolce Vita en la que Anita Ekberg se tira a la fuente vestida, mientras que Marcello Mastronniani la observa.  Después de que Frank Sinatra hizo la canción “Tres Monedas en la Fuente”,  se recogió la tradición de que las parejas que lo hacían, se casarían. 
La fuente colecta alrededor de 3,000 euros mensuales que se dedican a la financiación de un supermercado romano para los pobres.

La Plaza Navona, es una de las plazas más famosas y bellas  con obras de Bernini, Borromini y della Porta.  Se construyó durante el papado de Inocencio X en los últimos años del siglo XV, sobre el estadio de Domiciano del siglo I d.C.




Tiene  tres fuentes: la central, llamada la Fontana di Quattro Fiumi, obra de Bernini, que representa los cuatro ríos principales del mundo situados en los 4 continentes conocidos en aquel entonces:  Ganges, el Río de la Plata, el Danubio, y el Nilo.  En el medio de la fuente está el obelisco de Domiciano que fue traido en piezas, del Circo de Majencio.  Los obeliscos siempre se ponían delante de las iglesias para mostrar el triunfo del cristianismo sobre el paganismo y para demostrar el triunfo de la Iglesia Católica. Como anécdota, se cuenta que como Bernini tenía una cierto rechazo a Borromini, el constructor de la Iglesia de Sant'Agnes, frente a la fuente, esculpió a una de sus figuras con la mano levantada como protegiéndose de un posible derrumbe de la iglesia.















Las fuentes laterales son la Fontana del Moro



esculpida por Giacomo della Porta en 1575 y a la que Bernini le agregó en 1673 un moro peleándose con un delfín  y la Fontana de Neptuno,proyectada por Giacomo della Porta, y a la que Antonio della Bitta en 1878 le agregó la estatua de Neptuno para darle mayor simetría a las dos fuentes.




Frente a la fuente central está la Iglesia de Sant’ Agnes en Agona construida por Borromini.  Es una plaza muy concurrida por los turistas y alrededor de ella hay muchas cafeterías y otras tiendas y artistas y pintores ambulantes.  También hay varios palacios y otra Iglesia, Nuestra Señora del Sacro Cuore.
Roma cuenta con otras plazas importantes como La Plaza del Campidoglio en el Monte Capitolino, refaccionada por Miguel Ángel en 1538.  Esta bordeada por tres palacios:  el del Conservatorio, el del Senado y el Palacio Nuovo, sede del gobierno y administración de la ciudad.  En el centro de esta plaza está la famosa estrella de 12 puntas de Miguel Ángel con la estatua de Marco Aurelio al medio.



En la Plaza del Popolo, se encuentra la puerta de Popolo, obra de Bernini, que era la  puerrta de acceso a Roma para los viajeros que venían del Norte por la via Flaminia.  Allí están el Obelisco Egizio y la Iglesia de Santa María de Popola que data de la época Medieval.





Cuando uno pasa por la Plaza Venezia, uno no puede dejar de sobrecogerse al ver el imponente monumento a Vittorio Emanuelle I, primer rey de Italia  que fue edificado en esta plaza en 1885, para celebrar el cincuentenario del reino de Italia, pero que recién se terminó en 1911.  Una enorme escalinata flanqueada de leones alados lleva al Altar de la Patria, erigido en homenaje al soldado desconocido caído en la primera  Guerra Mundial.





La Plaza España, con su escalinata de 135 peldaños que conduce hacia la Iglesia de la Santa trinidad del Monte de 1495.  La plaza debe su nombre a la Embajada de España que se encuentra en esta área y está ubicada entre las calles más exclusivas y elegantes de Roma como la Vía Condotti, con sus tiendas de diseñadores y de modas últimas, la elegante Vía Frattina, y la Vía de Babuino con sus palacios del siglo XVII y XVIII y donde se encuentran las más preciosas tiendas de antigüedades.



Otros lugares importantes de Roma son el Campo de Fiore o Mercado de las Flores, el Palacio Quirinale, residencia del presidente de Italia, la Villa Farnesina, y la Villa Borghese, que contiene al parque público más extenso de Roma.
Aquí les ofezco algunas otras fotos interesantes de Roma:
La Corte
Rio Tiber
Río Tiber





Policía persiguiendo a un ambulante

Junto a un Alfa Romeo
Perseguido por un Soldado Romano



Un Rincón Romántico para Comer
Consultando un Mapa




Nuestra visita a Roma había terminado y muy a pesar nuestro tuvimos que dejar esta bella   ciudad, la que fue cabeza del mundo con sus conquistas e influencia y la base del cristianismo. Partiríamos hacia nuestro próximo destino:  Barcelona y lo que hicimos utilizando los servicios de la compañía Vueling .  

Roma, la ciudad de las siete colinas quedaba atrás, y al verla desde el aire sentí el perentorio deseo de alguna vez regresar a esta cuna de la historia y del arte.








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