Tengo unos papelitos verdes, de esos a los que se les llama “sticky notes”, con su gomita arriba y que sirven para pegarlos en cualquier superficie que normalmente aparezca frente a ti todos los días, para recordarte que tienes que hacer algo. En ellos he apuntado muy cuidadosamente todo lo que hice cada día que estuve en Lima, durante 15 días. En estos tiempos en los que la memoria falla, es perentorio escribir lo que uno ha hecho para poder contar con exactitud todos los pasos que uno da.
Llegar a
Lima es siempre algo mágico para mí.
Regreso al Perú cada vez que puedo, porque mis raíces me jalan, aunque
la casa paterna se está yendo; aunque ahora se haya convertido en un gran
contenedor de memorias que compartimos durante los 35 años que mis padres
vivieron allí. Donde ahora sentimos que
llegamos quizás por última vez antes de que la vendamos y demos una vuelta más
a las páginas de nuestra vida familiar.
Caminar por cada uno de los cuartos me trae muchas memorias. Muchas veces me he parado ahora en el comedor
que convertimos en dormitorio de mis padres para evitar la incomodidad que
ocasiona a los viejos, trepar los incómodos peldaños. Me parecía ver a mi padre echado, protegiendo
sus zapatos junto a su cama pegada a la ventana, demandando atención indivisa
de todo el mundo, disfrutando de sus “lonchecitos”de los domingos, haciendo el
“salud en cruz”con el padre Antonio y haciendo quiñes en la vieja mesa del comedor, y contando cuando se
acordaba y no creía que el techo se le venía encima, sus historias de movida
juventud. Y el que me veía en ese instante
creería que estaba loca, porque todas las mañanas saludaba su presencia
imaginaria, tomaba fotos del rincón donde estaban situadas antes las camas de
mis padres, con la esperanza que salieran esos circulitos blancos que dicen que
son las fotos de los espíritus, y que me indicaran que allí moraba su
espíritu. Cuánta soledad se siente
cuando el rey de la casa se va y la vida que daba su espíritu a ella, muere con
él.
Llegué un
martes por la noche, después de un vuelo en un avión de una compañía que dice
ser económica pero que no tiene nada de eso, excepto de que te matan de hambre
al darte en 7 horas de viaje 3 bolsitas de papitas y una caja proteínica que me
tuve que comprar y luego me arrepentí, porque estaba llena de miniaturas de
salame, quesitos, galletitas de agua horribles, palitos de pretzels insípidos y
qué se yo! Hasta las películas eran
antiguas!
Mis
hermanas me esperaban con unas bolsitas de pan y jamoncito, jugo y botellas de
agua, y un pijama party sorpresa. Casi
me botan de la cama porque sólo habían dos camas y éramos tres. En la mañana se fueron bien rápido porque no
soportaban mis horribles ronquidos, producto de una sinusitis crónica que
impide que respire normalmente. Eso
creo…
Con la
ayuda de mis amigas he podido solucionar una serie de problemas de trámites que
hubiese sido muy difícil de hacerlos tan aceleradamente, de otra manera. Todavía existen en este mundo personas que
sin interés alguno le demuestran a uno el verdadero significado de la amistad. Susy, Blanqui, Dori y Choli, gracias desde el
fondo de mi corazón por haberme ayudado a agilizar mi estadía allá, saltando
obstáculos, dándome aventones a diferentes sitios a los que tenía que ir,
invitándome a almorzar y compartiendo sus familias conmigo, al igual que mis
hermanas.
Visité con ellas
sitios nuevos como el Panca, el Jose Antonio, Don Cucho en Pachacamac, el Centro Cultural de
Breña, la sanguchería, La Lucha, el News Café en el mall del Jockey Plaza, y tomé muchos cafecitos nocturnos de búho, con mis hermanas en sus sitios de
siempre como el Delicass, el Pharmax , La Baguette o la Pastelería San Antonio. Comí anticuchos, pollos a la brasa,
saltadito, tamales, chancho al palo, y todas esas comiditas que le dan al Perú
su denominación de mejor destino gastronómico del mundo. Gracias a Dios que sudé las calorías gracias
a las tremendas caminatas que hacía cada día para visitar a mis hermanas o
caminar del micro a mi casa o para caminar por esta Gran Lima…rehuso tomar
taxis por el peligro que ellos representan a los que se suben…en especial si uno
por casualidad tiene pinta de gringa.
Si uno
quiere encontrar el talabartero o zapatero barato que se molesta en ir a la
curtiembre para encontrarte el match exacto del cuero gastado de tu cartera
para reemplazarlo, o si se te rompe un saco de manera que parece imposible de
remendar, nuestros artesanos peruanos siempre van a poder solucionar estas
causas que creíamos perdidas. Y hasta tuvieron la paciencia de deshacer la dos
veces repasada costura en zigzag que hice sobre mi saco desesperada ya por no poder
componer la rotura desastrosa que presentaba.
Y eso que no les llevé mis chompas de alpaca que nunca me pude poner
porque las polillas me ganaron la posta e hicieron huecos visibles en varias de
ellas. Las que hacen zurcido invisible
son unas artistas del parchado.
Me subí al
tren eléctrico, a los micros, y combis y ómnibuses, entre ellos el famoso
Metropolitano y observé a muchos de los miles de ambulantes, mendigos que piden dinero para su enfermedad o la de
sus familiares con certificados hospitalarios enmicados o forrados en plástico,
y “trabajadores” que no aceptan pedir sin ofrecer, cantando, vendiendo
caramelos, chocolates o ingeniosas mercancías o manuales donde te muestran cómo
escribir cartas legales, los últimos
secretos del internet, manuales de cortesía, y hasta cómo descubrir las claves
en cuentas de internet (insólito! Pero un ambulante lo vendía en la Av.
Tacna). Lima es una ciudad Folclórica,
donde encuentras toda clase de gente ocurrente y llena de recursos para
conseguir lo que quieren.
Fui a los “Polvos
de todos los colores”(hay rosados, azules y otros más), sitios donde venden
mercadería de todo tipo, desde las atractivas películas “bambas”, donde se
encuentra lo ultimito de las películas candidatas al Oscar de la Academia o las
series que recién se están mostrando en
la tele, como la última temporada de la serie Downton Abbey que recién comienza
en los estates…importada de Inglaterra, donde ya terminó; o imitaciones de ropa
de marca como Izod, Náutica, Bebé, y otras…aunque yo creo que son saldos
fallados de las fábricas auténticas que se encuentran en la Av. Argentina y
otras; o aparatos eléctricos variados, estuches para Ipods, zapatos y carteras
de moda, etc. También me di mi vueltita
por el emporio que hoy es Gamarra, cuna de los informales, ahora tornados a
formales y que proporcionan un alto ingreso al erario nacional. Y no me faltó la visita donde el chino de la
esquina de la casa de mis padres, que cada día progresa más y le hace la
competencia a Wong con sus precios más baratos.
Hasta fruta y verdura vende, lo cual es conveniente para comprar cositas
de último minuto o antojos que siempre uno necesita en casa.
Lima y sus
distritos aledaños paran desiertos los fines de semana. Todos los que pueden se dirigen hacia las
Playas del Sur y se meten en sus covachas propias o prestadas o son invitados a
disfrutar de las maravillosas playas.
Echia, San Antonio del Regatas, Pucusana, Playa Hermosa, Puerto Fiel,
playas donde en mi juventud hacíamos campamento en carpas, ahora se han
convertido en urbanizaciones con casa increíbles, hasta más bonitas que las de
la ciudad…con malls, supermercados, y todo lo necesario para quitarles las
incomodidades a los veraneantes. No tuve
la suerte de ser invitada esta vez, pero qué me importa, no me gusta el sol
fuerte, y con el calor que hace…huácala, como diría mi hermana Cecilia. Hacía
tanto calor, que me despertaba sudando como
tres veces en la noche.
Lima es una
ciudad preocupada siempre por difundir el arte y la cultura. La ciudad suda cultura
por todos sus poros. Se puede encontrar
la peña musical más auténtica, los tours más interesantes y los montajes teatrales
o musicales más exclusivos.
Así, en
MATE, el centro de exposición de Mario Testino, tuve la oportunidad de acudir a
un recital de una violinista joven y excéntrica, Pauchi Sasaki, que toca una música muy
especial, quizás poco comprendida por mí, pero con un talento pocas veces visto
y muy bien aprovechado, ya que se ha abierto paso entre el público intelectual
de Lima que acude a los conciertos que da con frecuencia.
Esta vez su
recital se denominó Gamma IX, e incluyó música en vivo, acompañada por una
orquesta, pistas electrónicas y reflejos con luces lasser en las paredes. “Para que la música y la muestra Somos lIbres
en la galería Testino encajen, he buscado enfatizar en las sonoridades
contemporáneas”, afirma. “En esta performance, los sonidos van a ser brillantes
y estridentes. Desde el sonido hasta la
parte visual se ha buscado mantener una misma iridiscencia”, agrega la
violinista.
La artista
agrega que un ingrediente importante de la performance es la unidad de
distintas técnicas audiovisuales, una aproximación común en las tendencias
artísticas actuales. “Quiero que la
performance se sienta contemporánea”, agrega Pauchi
“Gama IX”
incluirá tres instrumentos interactivos: “Tenemos un arpa electrónica de hilos de neón
dentro de una estructura de acrílico, conectada por un chip a la computadora
que es controlada a distancia”, dice Sasaki.
Otro es el llamado ‘electro magnetic fields’. Este fue estrenado por Sasaki en la performance “Alta moda”, una anterior muestra de Testino que sirvió de inspiración para su propuesta sonora.
Otro es el llamado ‘electro magnetic fields’. Este fue estrenado por Sasaki en la performance “Alta moda”, una anterior muestra de Testino que sirvió de inspiración para su propuesta sonora.
“Hay un
instrumento más –añade Pauchi–, se trata de un violín electrónico al que se le
añade un comando con el que puedo controlar mi computadora y cambiar desde allí
los sonidos del violín”.
A la
artista le entusiasma la idea de ofrecerle al público una propuesta compleja en
formato de concierto, que puede resultar atractiva para todos.
La entrada
incluía un coctel de chilcanos, que me tomé con gran avidez una vez terminado
el recital. Riquísimo, les cuento.
(Fotos:
Musuk Nolte)
Siguiendo
mis recorridos, esta vez tuve la oportunidad de asistir a una peña verdadera,
El Centro Cultural, Social y Musical de Breña.
Nunca me imaginé que en un rincón de uno de los distritos más pequeños
de Lima, antes la Hacienda Breña (significa
tierra quebrada entre peñas, y poblada de maleza), existiera
un lugar que nos transportara a un pasado en que surgieron estos grupos de
amantes de la música criolla para hacer y perpetuar uno de los géneros más
perdurables de nuestra tradición peruana.
Nada más entrar al local, el número 452, que por fuera parece una más de
las impecables casas del Jirón Olmedo con sus puertas de vidrio rodeadas de
fierro forjado, uno se encuentra con un gran salón salpicado de sólidas mesas y
sillas de madera, cuyas paredes están forradas de numerosas fotografías de
todos los visitantes y miembros que por allí han pasado. Del techo cuelgan
grandes ventiladores y lo atraviesan cadenetas de papel de múltiples
colores. A un extremo del salón se
encuentra un pequeño estrado donde se sitúan los músicos que acompañan a los diversos cantantes, decimistas y poetas
que allí se presentan. Asisten allí los bohemios jaranistas que han incorporado al
criollismo como un medio de vida. Al son
de la criolla música bailan las parejas con una gracia sin igual, mientras que
por allí, los de una mesa celebran un santo, otros una cita furtiva y otros más
degustan sus cervecitas y algunos platillos criollos servidos por una morena de
esas que saben cocinar de a verdacita.
Allí moran los verdaderos jaraneros; los de ayer y hoy.
El Centro
Cultural, Social, Musical de Breña fue creado el 15 de julio de 1974, en el ya
legendario distrito jaranero, el cual junto con los Barrios Altos, fueron la
primera cuna del criollismo.
Desde
entonces ha ido haciendo historia con sus cantores, músicos y compositores. Juan de Dios Rojas fue uno de sus más activos
promotores y su primer presidente. Fueron
socios fundadores don Máximo Bravo, Wendor Salgado, Jorge Boceta, José Denegri,
y otros amantes del criollismo. Conversé con su amable presidente, Dante quien
me proporcionó con una información de primera acerca de este Centro familiar de
nuestra tradicional música. Les presento un video de una noche musical para que
se vayan dando cuenta de las jaranas que allí se arman.
En las peñas
se reunían los vecinos del lugar y se presentaban entre ellos cantaautores que
presentaban sus canciones al son de guitarra y cajón, en forma improvisada y
libre. De las peñas surgieron los valses del recuerdo que hoy se escuchan y
cuyos autores permitieron comercializar.
Muchos quedaron en la tradición familiar o en la de las peñas
cerradas.
El Centro
Cultural Breña, todavía alberga a esos cantantes improvisados que en esta
oportunidad pudimos gozar. Es un centro
cerrado, donde entran los invitados y socios, hasta con reglamentos y
estatutos. Sus jueves culturales donde
presentan películas relacionadas con este género musical y homenajean a autores
criollos, los viernes y sábados de peña activa, donde también se mezclan las zamacuecas y otros bailes negroides y la
música andina y una atención diaria,
donde uno puede conversar con los amigos, o simplemente reunirse para hacer
música o discutir cualquier tema vecinal, hacen de este sitio un salón familiar
donde todos se conocen y con el que se sienten identificados. “Y es que el Breña no es una peña; es un
templo del criollismo, donde el vals es el culto y el trago entre amigos la
comunión.” (LOS ROSTROS DE LA NOCHE Por Alicia del Aguila -
QUEHACER 111)
Estaba como
loca por ser una de las primeras que se subiera al famoso tranvía-bus, que es
un nuevo circuito turístico en un vehículo que parece un tranvía antiguo y que la
Municipalidad de San Miguel en unión con la compañía Mirabus, ha organizado
para hacer un recorrido uniendo
distritos, que abarca desde el distrito de San Miguel, pasando por lugares
interesantes de éste, así como Magdalena, San Isidro, Miraflores, Barranco y
Chorrillos, yendo por la zona alta de los malecones y retornando por el
circuito de playas de la Costa Verde. Funcionará de martes a domingos en los
horarios de 2:30pm y 6pm y tiene la capacidad de transportar 40 pasajeros. Cuenta con un guía profesional que va
describiendo por altavoz los sitios por los que se pasa.
Quise iniciar
el recorrido desde su sede en la cuadra 22 de la Avenida La Marina, pero
desgraciadamente, ese día el bus (recién inaugurado) había sufrido un desperfecto,
por lo que no pudimos hacer ese circuito.
Sin embargo, la Municipalidad de Miraflores, organiza un paseo similar,
pero que por supuesto no incluye San Miguel, pero sí todos los demás distritos
que he nombrado anteriormente; así que acompañada por un grupo de amigas
aventureras nos embarcamos por 20 soles en el bus de las 6pm. Es un paseo muy lindo y que cuenta con un
guía muy documentado que nos contó historia y anécdotas de los puntos que recorrimos.
Pasamos por el Parque del Amor con su insinuante estatua. Atravesamos el puente Villena llamado el paraíso de los suicidas
porque de allí se tiraban los que perdían esperanza en la vida, hasta que el
Alcalde de turno tuvo que revestirlo con una cerca de planchas de policarbonato
transparentes, para evitar estos sucesos.
Recorrimos todo el Malecón, que cambia de nombre según las zonas de
ubicación, y sus bellos parques, y Larcomar y las imponentes chimeneas en el
Parque Salazar, el cual cuando yo era niña, era mi sitio de juegos, donde después
hicieron una hondonada con un parque de
cemento creado para los patinadores, y que luego se convirtió en el famoso
Rincón Gaucho, restaurante de carnes argentinas deliciosas (que ricos cuadriles
comíamos!) y que ahora se ha trasladado frente al Museo de Arte Moderno de
Barranco para dejar paso a la construcción del centro comercial. Nos dirigimos
a Chorrillos por la Costa Verde, pasando por playas como Waikiki, la de los
tablistas snobs, Yuyos, Agua Dulce, y otras, y subimos por el camino que va a
la Herradura pasando por el restaurante el Salto del fraile, para justo ver
desde lejos, como es tradición, cómo se tiraba el fraile desde la roca junto a
este establecimiento. Me acuerdo que una
vez le pregunté al tipo que hacía de fraile que cómo se atrevía a tirarse de
tal altura y me contestó lógicamente,”por la plata, pues señorita!”.
Pasamos
por el túnel de la Herradura gritando a todo pulmón para espantar a los murciélagos
que todavía se cuelgan del techo, y nos dirigimos a Barranco, distrito maravilloso donde la jarana y los
restaurantes bohemios y peñas imperan. Era
la noche del festival del Pisco Sour y eso estaba llenísimo de gente. Continuamos nuestro recorrido y pasamos
por la Av. Larco en Miraflores, con sus
casinos y restaurantes preciosos; pasamos por el Parque Central con su
Municipalidad donde yo me casé hace una punta de años; y por la iglesia de la Virgen Milagrosa, donde iba a misa desde cuando era chica y todavía nos
poníamos mantillas y manga corta para entrar al recinto sagrado. Nos dirigimos por la Av. Petit Thouars y pasamos
por el cine Canout, ahora teatro de comedias, por donde me paseaba cuando era jovencita, porque
quedaba detrás de mi casa en la Av. Arequipa.
Nos dirigimos, pasando por la Casa Moreyra, ahora el lujoso restaurante Astrid y Gastón; por la bellísima Iglesia de altares en pan de oro, de
la Virgen del Pilar adonde a tantos matrimonios he asistido; por el famoso Parque
del Olivar con sus olivos que son hijos de los plantones sobrevivientes que
trajo el alférez y maestre de campo de Gonzalo Pizarro, Antonio de Rivera, allá
por 1567, y que todavía dan todavía
aceitunas deliciosas. Pasamos por la Huaca Pucllana construida con adobes
colocados en forma de libreros, ahora reconstruida y hermosamente renovada, y
que cuenta con un restaurante de primera; y también por la Huaca de
Huallamarca, que era un pueblo llamado Hualla. Pasamos por la Av. Del Golf, que está rodeada de edificios altísimos con
vistas maravillosas y que es llamada así
por el Club de Golf, que está situado en esa zona. Regresamos por la Avenida Camino Real que antes
fue parte del Camino Inca Capacnan; pasamos por Conquistadores, lugar por donde
alguna vez pasó Pizarro y nos dirigimos a Miraflores de nuevo, pasando por
otras avenidas importantes. Lindo paseo
nocturno y de grandes evocaciones. La Agencia Peruana de Noticias Andina nos
cuenta además:
“Pero las
novedades de la temporada no terminan con el bus tranvía. Para mediados de
marzo se tiene previsto poner en circulación el “bus anfibio”, un singular
vehículo que unirá Miraflores y el Callao por vía terrestre, y luego realizará
–él mismo– un circuito por el mar chalaco. “En una hora y media se recorrerá el mar del
Callao frente al muelle sur, hasta acercarse a las islas San Lorenzo, e incluso
hasta El Frontón, para acabar en La Punta”, explica Reaño.
Luego de
conseguir su inscripción en los Registros Públicos, el bus de tecnología Euro
5-Iveco, categoría M3C3, amigable con el medio ambiente, está a la espera del
visto bueno de la Capitanía de Puertos y de la construcción de una rampa en
Chucuito, que le permitirá ingresar al Océano Pacífico. Reaño estima que el costo del viaje superará
los S/.50 debido al alto costo de mantenimiento.
El bus
cuenta con GPS, bolsas salvavidas, 18 compartimentos, aleación de aluminio de 8
milímetros de grosor y una hélice turbo jet que le permite desplazarse a 8
nudos, es decir, a 20 km por hora en el mar.
Con este
estreno turístico, Lima contará con un atractivo que ya funciona en Boston
(EE.UU.), el río Tajo de Lisboa (Portugal), el río Danubio (Comunidad Europea)
y la isla de Malta.” No hay duda que también seré una de las que viaje abordo.
Lima
siempre tiene un nuevo encanto que ofrecerme y cada vez que me regreso lo hago
con mucha pena, pero tengo muchas esperanzas y grandes planes para mi próxima
visita.
Linda crónica de tu viaje Lucy!!!
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