DÍA DEL PADRE
Hoy celebramos el Día del Padre…pero no el del
padre biológico irresponsable. Hoy
celebramos el Día del Padre que contribuye a traer al mundo a un niño o que lo
toma bajo su protección y que colabora en su crianza; no sólo como padre
proveedor, sino como la persona que va a tratar de darles a sus hijos lo mejor
de sí mismos, de influenciarlos con sus buenas costumbres y trazar su primer
camino con buenos cimientos y guías de vida, para que el día que puedan
responder por sí mismos lo hagan en forma responsable.
Por allí leía el otro día que algunos añoran al
papá estricto, que sólo con la mirada manejaba a los hijos, a la familia; a ese
papá al que no se le puede mostrar ningún parecer…sólo obedecerlo sin
cuestionamientos…al padre no papi…a ese al que no se le tiene confianza. ¡Triste añoranza! Si se identifica el respeto
con infundir miedo, si la confianza no existe, si la estrictez es la única forma
de lograr la buena crianza de los hijos, estoy personalmente en
desacuerdo. Creo que el niño o niña así
criados, sólo desarrollan incomodidad alrededor del padre, y se sienten
humillados ante el despliegue innecesario de poder que aquel expresa. Yo creo
que la personalidad aplastada alguna vez explota. Creo que una palabra
cariñosa, el elogio del buen comportamiento y la crítica firme y constructiva,
pueden más que una amenaza de consecuencias mayores si no se cumplen las reglas
“impuestas” sin explicación.
Un hogar bien constituido, es aquel donde los
hijos aprenden que la armonía es condición importantísima para lograr una mente
sana y formar a gente con buena actitud en la vida. Donde hay negatividad, sólo
se crearán individuos nocivos quienes a su vez seguirán el ciclo dentro de sus
futuras familias. Hoy estoy más que
convencida que las personalidades son producto primero de los hogares donde se
forman. Donde hay carencia de amor, de
seguridad, de ayuda para el primer empujón en la vida, siempre queda el rencor
en el cuarto trasero del cerebro.
Desde el momento que decidimos ser padres,
estamos obligados…sí señor…a nunca más considerarnos independientes y
desarraigados de nuestra familia…de los hijos.
Tenemos una responsabilidad grandísima. Y quien cree que puede tener una
vida independiente…acciones inadmisibles, sin crear consecuencias, están
equivocados.
Hoy recordamos al hombre sincero, que da el
todo por el todo para que, con sus acciones, viva en el recuerdo de los hijos
que trajo al mundo. A esos, los felicito
por el esfuerzo inaudito para lograrlo.
Domingo 16/6/2019 Lucy Valdivieso