Este artículo lo escribí hace 4 años y lo reproduzco hoy en este sitio, como un homenaje a esta gran historiadora y heroina nacional, que a través de su gran labor como investigadora y difusora de nuestra cultura nacional, ha sabido poner al Perú en el sitial más alto de las culturas del mundo. Hoy a su 95 años, que cumple el 8 de Agosto, le dedico este homenaje a su vida y obra. A pesar de estar retirada, su luminosidad trasciende tierras y mares. Feliz Día!!!
Maria Rostworowski es una de las intelectuales peruanas mas destacadas en el campo de la investigación y del estudio de la historia del Perú y hoy a sus casi 91 anos de edad, sigue contribuyendo al esclarecimiento y reafirmación de nuestra identidad nacional. Marita, como cariñosamente le dice su familia, nació el 8 de agosto de 1915. Su padre, Jan Rostworowski, fue polaco y su madre, Rita (Rebeca) Tovar del Valle, fue puneña. Es un orgullo para mí escribir sobre esta persona tan importante, ya que estoy vinculada a ella por lazos de parentesco bastante cercanos. El abuelo materno de Marita, Agustín Tovar, fue hermano de Carmen Tovar, mi bisabuela. La familia Tovar tenia tierras en Puno y fue allí donde nacieron mi abuela y su prima hermana, la tía Rebeca (como le decía mi abuela). Cuando yo era niña, mi madrina-abuela me llevaba a visitar a sus primas Maria, Lola y Rita, con las que mantenía una relación bastante estrecha; así que siempre veíamos a la tia Marita y a su hija Krysia.El padre de Marita fue agricultor, aficionado a la poesía, y gran viajero. Fue un hombre muy inquieto y cuando era joven salió de Polonia y se fue a trabajar a Haití como Ingeniero Agrónomo. Fue allí donde se contagio con el Paludismo. En ese entonces se usaba la quinina para curar esta enfermedad, pero se la dieron en tan grandes cantidades que quedo sordo. Posteriormente, se traslado a Suiza, donde siguió un tratamiento y recupero el oído. De allí viajó a Paris, desde donde por influencia de unos amigos peruanos, decidió irse al Perú a buscar vida. Allí conoció a la tía Rebeca y se enamoraron y casaron. La familia de Jan era una familia de grandes intelectuales, entre los que se cuentan un gran dramaturgo, abogados, políticos y docentes. Cuando Marita tuvo cinco años, la familia se traslado a Polonia, y posteriormente, a Francia, Inglaterra y Bélgica y estudio la secundaria en estos dos últimos países. En el ano 1935, después de un fracaso matrimonial, regreso al Perú con su pequeña hija Krysia y se fue a vivir con sus padres que para ese entonces ya residían en una Hacienda en Huanuco. Pasado un tiempo, se caso con Alejandro (Jano) Diez Canseco, quien de acuerdo con las propias palabras de Marita “me ayudo a comprender el Perú”. Viajaron mucho y el la estimulo para que investigara y satisficiera las grandes inquietudes que ella tenía por comprender el pasado peruano. De estos viajes surgió su deseo de perfeccionarse e investigar los archivos históricos. Raúl Porras Barrenechea, el celebre historiador peruano y a quien ella considera “su gran maestro” se intereso por el afán investigador de Marita y la acepto como alumna libre en sus cursos de la Universidad de San Marcos; era la época de la Segunda Guerra Mundial y no le fue posible a Marita obtener sus diplomas de estudios realizados en Europa. Esto no le permitió obtener una matrícula regular en las universidades peruanas. Asimismo, Porras Barrenechea la ayudó a perfeccionar sus técnicas de investigación y la confección de fichas para tal fin. En la universidad tuvo la oportunidad de conocer a gente tan importante como Julio C. Tello, Luís Valcárcel y Luís Jaime Cisneros.La investigación ha sido la pasión de su vida y dice que su mayor productividad la ha obtenido entre los 60 y 80 años de edad. Su investigación la ha hecho a través de la consulta de archivos históricos y de la constatación de ellos a través de trabajos de campo en los lugares referidos por ellos. Ha trabajado con archivos tan importantes como el Archivo de Indias en Sevilla, el Archivo General de la Nación, el Arzobispal y el de Relaciones Exteriores, así como en archivos departamentales.Luego de la súbita muerte de su esposo en 1961, Marita se fue a la selva y trabajo como misionera por dos meses en el leprosorio de San Pablo en Loreto. De allí saco una experiencia bastante gratificante: “los leprosos me dieron mas de lo que yo les di”.Su primera obra fue “Pachacutec Inca Yupanqui”, la cual demoro diez anos en escribir y se publico en 1953. En ella demostró el rol fundamental que había cumplido este Inca en la expansión del Tahuantinsuyo. La Casa de la Cultura le otorgo el Premio Garcilaso de la Vega por esta obra, pero debido a “problemas políticos” internos, le hicieron la injusticia de quitárselo. Sin embargo, a través de los anos, Marita se ha hecho merecedora de varios galardones y premios de universidades e instituciones, tanto a nivel nacional como internacional. Asimismo, se ha hecho acreedora de las Palmas Magisteriales en 1990.A este libro le siguen en relación incompleta, “Pesos y Medidas en el Perú Pre-Hispánico” (1960). Su libro “Curacas y Sucesiones: Costa Norte (Minerva, 1961), marca la etapa en la que Marita se dedico a estudiar la organización social, política y religiosa de las culturas Prehispánicas y de los primeros anos de la colonia. En 1978 publico “Señoríos indígenas de Lima y Canta”; “Etnia y Sociedad” en 1977 (ampliado en 1988 con el titulo “Costa Peruana Prehispánica”.En su búsqueda por identificar los patrones que regían a las sociedades andinas Prehispánicas publico posteriormente “Recursos Naturales Renovables y Pesca: Siglos XVI y XVII” (IEP 1981) y “Estructuras Andinas del Poder: Ideología Religiosa y Política” (IEP1983). También ha escrito la biografía de la hija del conquistador Francisco Pizarro y de Inés Huaylas Yupanqui, hija de Huayna Capac (“Dona Francisca Pizarro”). En 1988 el Instituto de Estudios Peruanos publicó su “Historia del Tahuantinsuyo”, donde se presenta un panorama claro y profundo de lo que había sido el Perú Precolombino.En 1992 publicó un libro interesantísimo: “Pachacamac y el Señor de los Milagros”, en el cual analiza el origen indígena del culto actual al Señor de los Milagros y lo asocia al culto al dios Pachacamac, señor de los temblores de dicha cultura. Sobre este tema se basa uno de los artículos que escribí en el mes de Octubre del 2005 para el Peruanísimo.Es muy importante la contribución de Marita a la formación del Instituto de Estudios Peruanos, en el que sigue trabajando como investigadora principal desde 1980. En una reunión en Huampani, en noviembre de 1963 entre los que figuraban José Maria Arguedas, Alberto Escobar, Luis E. Valcárcel, John Murra, José Matos Mar, Aníbal Quijano y Maria Rostworowski, se tomo la decisión de formar un centro de estudios interdisciplinarios para ofrecer sólidas alternativas a los principales problemas del país. El 7 de febrero de 1964, se materializo dicha gestión. Marita ha desempeñado cargos muy importantes a lo largo de su carrera autodidacta, entre los que se pueden mencionar la Agregaduría Cultural en la Embajada del Perú en España (1964-1968), la dirección del Museo Nacional de Historia (1975-1980), la presidencia de la Asociación Peruana de Etnohistoria (desde 1979). En el año 2001 fue condecorada con la Orden del Sol del Perú en el grado de Comendador. También en ese mismo ano se ha hecho acreedora al premio Southern Perú en merito a la creatividad presente en su obra como etnohistoriadora y docente. En el ano 2000 apareció en CD-ROM su trabajo sobre Los Incas (Lima: Fundación Telefónica, 2000). Este ha sido sindicado como uno de los diez portales más importantes publicados en el Internet en el año 2003. Actualmente, esta trabajando con el gobierno Japonés en la confección de un documental sobre sus obras; trabajo que seria completado probablemente el próximo ano. El Instituto de Estudios Peruanos esta preparando la publicación de sus obras completas (agotadas y nuevas), las cuales ya se encuentran publicadas hasta el Tomo V e incluyen el libro de Pachacutec, aumentado y corregido cincuenta anos después (2001), “Pachacamac” (Tomo II, IEP 2002), “Costa Peruana Prehispánica (Tomo III, IEP, 2004) y “Ensayos de Historia Andina:I (Tomo V, IEP, 2005). La vida de Marita esta llena de publicaciones y actividades oficiales. Ella apoya mucho a los jóvenes y a los grupos comunales y profesionales y ha asumido la publicación de cuentos para niños sobre la base de mitos e historias andinas (¿Quizás inspirada por sus tres nietos y ocho biznietos?). Muchas revistas nacionales e internacionales, como Allpanchis Phuturinga, Boletín de Lima, Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos, Journal of the Steward Anthropological Society, han integrado sus aportes.En palabras de Marita: “El Perú no se va a integrar como nación hasta que no se integre a su pasado. Que lo lea, que lo conozca, que lo ame”. En sus estudios ha preferido investigar el Incanato porque considera que allí esta la esperanza de afirmar nuestra identidad nacional; que esta ultima debe basarse en nuestra raíz natural que es el indigenismo. Dice que solo conociendo el pasado se puede comprender el presente y vislumbrar el futuro. “El siglo XVI es muy importante, porque es ahí cuando se forja el Perú. Primero fue el Tahuantinsuyo, pero el Perú se forma ahí; en el encuentro de esas dos culturas. El mundo andino forma parte de lo nuestro, esta en nuestros genes y es muy importante porque es la parte original del Perú. (periódico El Correo, 21-8-05). Según Marita, dice que ella se siente indígena y no mestiza porque el mestizaje ocurre en cualquier lugar del mundo; lo nuestro es una cholificacion de la que debemos enorgullecernos. Ella siente tanto orgullo de sus orígenes que cuando envía postales a sus amigas en otras partes del mundo, se firma “La Chola Maria”.
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