Angel Vuelve a Tocar
Clarín en mano, el alado pregonero limeño regresa a la pileta 97 años después.
El Angel de la Fama a escala en manos de su autor, el restaurador, arqueólogo y arquitecto Jorge Orrego Vargas, quien concluyó su trabajo 13 días antes del plazo fijado por INVERMET y el Municipio Metropolitano de Lima.
LA restauración de la Pileta de la Plaza de Armas (o Mayor) de Lima marchaba sobre ruedas pero una extraña aprehensión rondaba al arquitecto Jorge Orrego Vargas, encargado de la obra. De pronto, cuando estaba trepado en la pileta se hizo la luz: "Es un ángel", dijo para sí. Y cuando sus ojos miraron el remate de la fuente no hubo duda. El Angel de la Fama había vuelto a coronarla, igual que 97 años atrás.
Quien tenía la misma idea era el alcalde Alberto Andrade que había sugerido al Invermet convocar a un concurso para reponer a la deidad. Orrego, que al parecer ya contaba con influencias celestiales, ganó la convocatoria. Vino después la presentación de los estudios y una maqueta del ángel ante el INC que aprobó el proyecto y el pasado 3 de diciembre, junto con el secretario general de Invermet, Eduardo Coronado del Aguila, empezó a trabajar.
Hubo necesidad de hacer hasta seis ángeles para llegar al prototipo definitivo en bronce. El ángel pesa aproximadamenre 145 kilos, incluyendo las ocho columnas de la base y mide 1.43 metros. Toca una trompeta y lleva el escudo de España como su antecesor de 1648. La escultura y fundición es factura de los señores Arenas y De los Ríos, respectivamente.
Primicia gráfica de la víspera: celestial mensajero toca el clarín. Derecha, último día de trabajo del arquitecto Orrego con restauradores Víctor Espinoza y María Grados, ingeniero Gary Miranda y colaboradores Freddy Grados, Juan Jorge, Percy Millán, Abel Carhuayanqui, Colombino Gamarra y Ronald Baltodayo.
El Angel de la Fama es similar al que el virrey García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra, mandó forjar junto con la pileta a mediados del Siglo XVII. El diseño original fue de Pedro de Noguera.
En 1900 el entonces alcalde de Lima Federico Elguera ordenó arreglar la plaza para lo cual hubo que bajar al ángel. Los obreros lo hicieron con tan mala suerte que la estatua cayó. Se habló de restaurarla pero nunca más volvió a volar, quizá por el mito que era de oro.
Pero al margen del Angel de la Fama, el arquitecto Orrego Vargas, que además es arqueólogo, ha encontrado una serie de curiosidades tras la gruesa capa de sarro y moho, acumulada durante casi un siglo.
La pileta es un ejemplo del más puro estilo barroco que implica la utilización de elementos fitomorfos y zoomorfos. Se ha encontrado en el eje central querubines, serafines, la concha de Mera -que aparece en el Nacimiento de Venus de Boticelli-, ninfas que sacan la lengua, hojas de acanto, volutas y unas aletas que marcan los puntos cardinales.
El primer segmento del eje de la pileta, mirando hacia la Municipalidad, muestra el escudo de armas de la Ciudad de los Reyes, con el águila de dos cabezas, las iniciales de la reina Juana La Loca y Carlos V y las tres coronas.
La cara que mira hacia Palacio tiene el escudo de armas de la Casa Real de España. Se aprecian dos castillos con tres torres, leones rampantes coronados, el escudo de Portugal, una granadilla y otros adornos.
El escudo que mira a la Catedral pertenece al virrey Conde de Salvatierra, el mismo que aparece unido al de su esposa Acuña del Mar. Aparecen 13 monedas de oro, castillos, leones, sables, una media luna invertida -la de los moros vencidos-, cuñas de azur, serpientes y palmeras de oro, enmarcados en banderas y banderolas, y esos leones y dragones en lucha. Las garras de los leones entran en el cuerpo escamado de los dragones que tienen senos femeninos. "El león viene a ser el rey de España Carlos V y el dragón o dragona marina representa a América, tierra desconocida y mítica. Lo cristiano sobre lo pagano", dice Orrego.
La parte externa de la pileta presenta elementos mestizos. Allí hay picaflores y flores criollas.
Cuando se estaba reforzando el borde de la pileta aparecieron azulejos de estilo sevillano del siglo XVII. Y una excavación permitió apreciar que a 37 centímetros de profundidad está el piso original de 1650 de ladrillo y cal y canto; a 25 centímetros un piso de lajas asociado con los azulejos; y finalmente una cobertura producto de una remodelación que data de 1900. Todos estos hallazgos serán mostrados al público a través de una cubierta de vidrio.
Desde esta semana, los limeños podrán recrear la vista con este monu-mento restaurado que es lo más auténtico y antiguo de la Plaza Mayor ori-ginal. (Enrique Narro).
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