DESPUÉS DE LA TORMENTA
Pero en
medio de esta situación deplorable, surge el agradecimiento de aquellos
afectados por el sólo hecho de haber sobrevivido a la tragedia o de haber
encontrado un alma buena o una agencia buena que les ha tendido la mano en
momentos de mayor necesidad. Escuchamos historias de gente que ha tomado tiempo
de su tiempo personal para acercarse a ayudar a sus vecinos, ya sea con
donaciones o ayudando a limpiar los rezagos que dejó atrás la furia de la naturaleza. Todo el mundo
ha tratado de poner un granito de arena en esta tarea que inicia la
reconstrucción.
Hay
restaurantes que están donando comida, extraños e iglesias que que están
abriendo sus puertas a la gente que más lo necesita, y mucha gente de todas
partes del país que están ayudando son sus donaciones a mantener a los
damnificados lo más confortable posible. Y muchos vecinos e instituciones
estatales y privadas han organizado eventos en los que se invitará a aquellos a
una cena por el Día de Acción de Gracias.
Macy’s, la famosa tienda Neoyorquina que cada año organiza un desfile
simbólico celebrando tal fecha, ha reservado 5,000 asientos preferenciales a través de la ruta del
recorrido, para aquellas familias damnificadas por la “Perfecta Tormenta”. El movimiento Ocupar Wall Street, ha creado
una división a la que han llamado Movimiento Ocupar Sandy, con el fin de
proporcionar ayuda a las víctimas. Ellos,
a su vez, han organizado una comida por el Día de Acción de Gracias en el Bajo
Manhattan, zona gravemente afectada por el huracán. Por allí hay gente en el Facebook,que ha tratado de encontrar a personas
que quieran compartir sus mesas este año con aquellas que han caído en
desgracia como consecuencia de esta hecatombe.
El
Presidente Obama ha demostrado una vez más su tremenda empatía con los problemas
de la nación al haberse acercado personalmente a las víctimas de la tragedia y
haberles prometido que el país hará un esfuerzo mayor en la
reconstrucción. Muchos opositores han
visto esto como un aprovechamiento de las mentes de las personas en necesidad,
para obtener sus favores. No se dan
cuenta que esta política de Obama se viene reflejando desde el comienzo de su
gobierno, atacando al ineficiente sistema de salud estadounidense apareado con
los sistemas abusivos de las aseguradoras que encarecen o dificultan el acceso
de la población a aquellos; tratando de que los más ricos obtengan conciencia
de su deber de ayudar a los más pobres a través de sus contribuciones anuales; reconociendo
los derechos de miles de hijos de emigrantes que han vivido toda su vida en
este país, a través de la materialización del famoso y demorado Dream Act, y
así subsecuentemente. No es una pose, es
un acto sincero y desinteresado el de nuestro nuevamente electo presidente.
En el medio de tanta tragedia existe la esperanza de una recuperación, gracias a la labor desinteresada de muchas personas que a pesar de sus desgracias personales, han querido olvidarlas para recuperar la confianza de quienes todo lo han perdido. Y si les preguntan a algunas personas porqué quieren reconstruir en el mismo lugar, te contestan porque allí han descubierto quiénes son sus amigos….ese vecino con quien quizás hablaban muy poco o casi nada, hoy en medio de la tragedia, se ha vuelto su íntimo amigo porque les extendió la mano en su infortunio…; también, porque aunque sus bienes materiales se han ido, todavía les queda la maravilla de la memoria de los tiempos buenos pasados en esos lugares donde crecieron y donde nacieron y murieron sus padres o familiares; o por último, porque allí sienten que pertenecen aunque eso signifique tener que comenzar a establecer raíces físicas de nuevo, porque ya su mente está enraizada allí.
Así que en
este Día de Acción de Gracias, debemos dar gracias a Dios por nuestra vida, por
haber encontrado la bondad en medio del caos, por haber despertado sentimientos
dormidos en personas que de otro modo hubiesen seguido sumergiéndose en una
apatía ante el dolor ajeno. Esta debería
ser la esencia de la celebración, la unión de comunidades divididas por egoísmos sin sentido. Hay veces la tragedia reactiva nuestras
mentes y no hace pensar sobre el motivo de nuestra existencia. Y como siempre, después de la tormenta vendrá
la calma.
Lucy
Valdivieso
Noviembre
21, 2012
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