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jueves, 5 de enero de 2017

Suenan las Campanas: Viaje a Lima Setiembre-Octubre 2016


Frente a mi departamento en Lima se divisa la torre de una Iglesia muy linda. Todas las mañanas suenan varias campanadas anunciando la misa que se celebrará al rato. Es un sonido muy agradable y cantarín y a pesar de que las primeras campanadas tañen muy temprano, siento que me acompañan y me hacen sentir que siempre me saludan con alegría, y conversan conmigo.
Regresé hace unos días y hace poco fui al supermercado para proveerme de algunos víveres que me faltaban.  Es un mercado que vende productos que usamos los latinoamericanos para cocinar; y aunque yo me vine provista de varios sazonadores que me alcanzarán hasta mi próximo viaje, siempre hay vegetales y tubérculos que no podemos traer y que éste centro de abastos tiene.
Al frente hay una iglesita con una torre tan puntiaguda que parece que se quiere estirar para llegar al cielo. En el momento que estaba terminando de hacer mis compras, comenzaron las campanas del ángelus.  Qué nostalgia y a la vez que alegría, porque me pareció que para las campanas no hay distancias y que me siguen acompañado a pesar de que estoy lejos y que me dicen: “pronto volverás…ding dong”
Iglesia de San Felipe Apóstol en San Isidro

Son muchas las emociones de los días pasados con la familia, con mis compañeras de escuela, mis amigos de la universidad y del trabajo, y los de toda la vida.
Tuve el privilegio de ser invitada al aniversario de la empresa de artesanía que pertenece a dos de mis amigas…Allpa.  Tremenda celebración con baile, comida criolla, show de caballos de paso, bailes típicos y todo. También visitamos ese famoso sitio arqueológico, Pachacamac. 


Fui a cumpleaños de dos de mis hermanas, al teatro a ver una obra medio insulsa pero donde mi hermana hizo un papel magnífico interpretando a una vieja beoda y casquivana y a un “baby shower” en honor de mi sobrina. 



















Mi sobrino nos preparó hasta dos “cajas chinas”deliciosas y me reuní con mis amigas del colegio en la casa de una de ellas en Chaclacayo, y en varias oportunidades, en un club de playa.


Fuimos padrinos de bautizo del nieto de mi pintor favorito,Rubén Aponte, y por ello, visitamos la Iglesia de San Francisco en Barranco, para luego celebrar el padrinazgo en un rico restaurante de pollos a la brasa y comer una riquísma torta de maná hecha por otra nieta mayor del amigo pintor, que estudia pastelería fina.


  













Hubo una celebración para agasajar a unos novios y disfruté desde lo más alto del Barranco, de una vista fantástica y serena del Puente de los Suspiros y del mar plateado y de los colores encendidos del horizonte al atardecer. Entre pisco sours y algarrobinas, entre sanguchitos y choritos a la chalaca, entre jamones del país con su cebollita y pan y una buena variedad de dulces criollos, creí morir de amor epicúreo. 
Fui a un velorio y a una misa de difuntos.  Tomé muchos cafecitos nocturnos con mis hermanas, y me amanecí en dos ocasiones en esa Peña tan tradicional, el Centro Musical y Cultural Breña.  Allí cantó la famosa Lucy Avilés y gocé de cajoneros y guitarristas sin iguales. 

Visité todos los supermercados y mercados que pude…y cociné para recibir a muchos de mis amigos. Cómo gocé comprando un sol de culantro con espinaca, otro sol de culantro  sólo, y uno de ají amarillo; los que me despacharon en sendas bolsitas plásticas con su amarradito.  Las bolsitas de verduras las vendían ya desgranadas y mezcladas a 1.50 soles y el pollo estaba más barato que en el supermercado. Eso sí, hay que cuidarse de los “choros” que por allí observan el menor descuido, para arremeter contra uno.
Me fui a un tour temático increíble en el centro de Lima sobre los Rincones 
Misteriosos de Lima y a otro donde el Señor de los Milagros. Este último con mis amigas.  Conocí el museo de las Nazarenas y me maravillé con su contenido.  Después, lo rematamos con un almuerzo casero donde las monjas misioneras francesas, el restaurante frente a la Cancillería que Cipriani, nuestro Cardenal quiere cerrar: "Le Eau Vive".  Comimos riquísimo!

Rincones Misteriosos de Lima con Marco Antonio Capristrán

 Por supuesto que me compré mi Turrón San José y mis King-kones San Roque.  Me tomé la milésima foto en la Plaza de Armas y una de un guardia de Palacio de Gobierno. 
Visité al Padre Urraca y le pedí un milagrito…uno que no le había pedido directamente al zambito de la cruz, porque mejor le daba chance al padrecito para que conversara e intercediera seriamente por mí.  ¡De repente a él le hace más caso!



Visité y comí riquísimo en el Club Nacional, y compré ese famoso Turrón de Doña Pepa, que me vendió un mozo muy bien plantado, con guantes blancos y librea.  Me lo dio envuelto en un papel azul tachonado de letras blancas que indicaban su procedencia. Pude apreciar algunos cuadros famosos que están colgados en sus diversas salas y me maravillé por enésima vez con la farola de vidrios de colores de Tiffany que está encima de la escalera central.  Desde el balcón, admiré la Plaza San Martín rodeada de portales iluminados y de edificios antiguos y tradicionales.
Farola sobre el Salón Principal en el Club Nacional

Balcon del Club Nacional que da a la Plaza de Armas.
Cuadro de Baca Flor



Tuve la suerte de ser invitada por mi amiga Luz María a esa famosa exposición de arquitectura y paisajismo  CASACOR que se llevó a cabo en el Centro Histórico de Lima en las antiguas y renovadas para este evento, Casas Mujica y Paz Soldán. Tremendo despiegue de arte y visión de nuestros arquitectos y decoradores peruanos, donde la tradición de nuestros antepasados se mezcla con lo moderno.
Luz María Dasso de Montero en Casacort, Perú

Restaurante Estadio frente a la Casa Mujica













   
                      

Por allí pasé por un restaurante super original, con estatuas de futbolistas famosos que se llama El Estadio.  Por supuesto me tomé una fotito, no con el verdadero Nene Cubillas, ganador de la Copa América 1975, pero sí con su estatua, que parecía abrazarme.  Salgo bien, no?  Hasta una cervecería alemana hay al lado, con sus respectivas estatuas.  La próxima vez los visito!



También visité la Feria del Libro del Jirón Amazonas con su colección de libros viejos y difíciles de conseguir…y por allí algunos libros “bambas”que se venden en Lima porque no sé por qué la venta de literatura en las librerías es carísima.  Así es que la gente que no cuenta con mucho dinero y quiere leer, recurre a la compra ilegal.

Jirón Amazonas y Venta de Libros
Maquetas para Estudiantes










En el Mercado Central pude comprar mis capillos y me los hicieron en una hora, mientras me paseaba; ¡hasta olorcito a bebe tenían!  Por allí nos ofrecieron tomarnos unas fotos de carné y caímos en la estafa de la oferta. Te ofrecen un precio…4 por 3 soles y cuando te tomas la foto…te hacen foto shop con terno y vestido elegante, y después te cobran 3 soles por foto.  ¡Qué risa me dieron las discusiones de mi esposo con ellos!  Después enrumbé al barrio chino donde comí en un chifa de “medio mala muerte” pero rico.  Allí les convidé un almuerzo a dos niños que andaban pidiendo unas moneditas para comer. Qué linda carita la que pusieron cuando les sirvieron sendos platos. Todito se lo comieron.


Estuve en Gamarra comprando polos de algodón pima para mis hijos y nietos y me recree con los miles de artículos de confección,artesanales, yerbas medicinales, nueces y frutas secas y frescas, cebos de culebras y cremas raras para solucionar tooooda clase de problemas y enfermedades.  Lo que más me llamó la atención fueron los puestos de ventas de comida con chancho al palo crocante sazonados con moscas que por allí vuelan, chanfainitas, canchita y ceviches…una probadita nos manda a nosotros los “grindios” a visitar los servicios higiénicos por varios días…

¡Fui a Santo Domingo a comprarme mis perlas y ágatas para hacer mis pulseras y collares y me encontré unas “gangasas” en artesanía para hacer regalitos a mis amigas de los United!
Ah y hablando de los United, me fui en micro a votar por Hillary a la Embajada…tremenda mole de cemento blindada y fuertemente custodiada. Entré por una maciza puerta de bronce y cumplí mi deber cívico de entregar mi voto estampado en la balota que me habían mandado a mi mismísimo departamento en Lima.  Pensar que creí que así saldría mi candidata y que nos falló a los ingenuos y tuvimos que regresar a sufrir la incertidumbre en este país, diz que el más poderoso del mundo.
¡Fui a una charla política en la que casi me dormí, porque concentrarme con cansancio me cuesta mucha energía…qué vergüenza!
Ahora estoy aquí, en los United, “en mi Home”, con una mezcla de pena y alegría. En estos días he tenido un par de reuniones  en New Jersey, para lo que manejé un par de horas de ida y otro par de vuelta. Lo único que me consuela es que no hay sufrir el horrible tráfico de Lima donde la gente se estaciona por horas en las pistas mientras espera que se adelanten los carros o que los polis dejen pasar.    También ha nacido una nieta nueva que es una preciosura, y temporalmente he regresado a mis épocas de vigilante y ama, porque mientras la mami de la beba sale del hospital, me he quedado de cuidadora del hermanito de casi tres años.


Cuando terminen estos avatares en los que me he metido o me han metido…escribiré en detalle sobre algunos lugares que vale la pena extenderme para poder hacerles saber a mis lectores sobre la gama tan variada de atracciones que tiene el viajero visitante en nuestro querido Perú.