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lunes, 25 de septiembre de 2017

El Monumento a Cristóbal Colón en Lima por Ana María Malachowski

En el año de 1859, durante el gobierno de Ramón Castilla, se ordenó ejecutar el monumento a Cristóbal Colón -obra del escultor italiano Salvatore Revelli-, inicialmente se dispuso la colocación del monumento en el ovalo de la Alameda de Acho en el Rímac. A comienzos del siglo XX, se ordenó su trasladado frente al Parque Neptuno, entre la avenida Grau y el Palacio de Justicia. Fue en 1901, que el alcalde de ese entonces, Federico Elguera, dispuso se colocara en la recientemente inaugurada avenida 9 de Diciembre, fue a raíz de este cambio que la avenida fue rebautizada con el nombre de Paseo Colón.
EL PASEO COLÓN
Después de la debacle de la guerra con Chile en 1879, el Perú quedó destrozado. Sin embargo, después de veinte años nuestro país logró levantarse, con mucho esfuerzo y habilidad, de sus cenizas. A fines del siglo XIX, durante el gobierno de Nicolás de Piérola, se inicia el trazado y construcción de dos grandes avenidas: La Colmena -llamada tambien avenida Nicolás de Piérola- y la avenida 9 de Diciembre; esta última se inaugura recién en el año 1900 con el presidente Eduardo López de Romaña. El objeto de construir la avenida 9 de Diciembre, hoy llamado el Paseo Colón, era unir la avenida Grau con una gran alameda de sauces que se encontraba en abandono y que, años más tarde, en 1928, sería la nueva avenida Alfonso Ugarte. El alcalde de Lima, Juan Martín Echenique, en su periodo de 1898 a 1899, fue uno de los que más se preocupó en embellecer el Paseo. Hizo construir aceras con piedras de cambraycillo, colocó empedrados en las calzadas con piedra corriente, se ocupó de canalizar las acequias con fierro; además, colocó fuentes de agua y grifos con agua contra incendios. Respecto a las bancas, en sus inicios estas fueron de mármol, pero a principios del siglo XX, se optaron por colocar bancas de madera y fierro, finalmente, se cambiaron por otras de mármol.
"En aquel entonces -menciona Vladimir Velásquez- el Paseo Colón no era lo de ahora. Era una vía en la que la gente podía transitar, era más ancha, habían entre cincuenta y ochenta bancas de descanso para el transeúnte, habían áreas verdes, más amplias, habían cantidad de jarrones de mármol, cada uno representaba una de las estaciones del año". Otro elemento que se encontraba en este Paseo eran doce leones hechos de mármol, de los cuales solo quedan dos que son los que vemos hoy en el pórtico del Palacio de Justicia.
La fiesta de la inauguración del monumento al héroe Francisco Bolognesi, en 1905, fue uno de los grandes acontecimientos del que fue testigo el Paseo Colón; el evento tuvo una duración de tres días. En esos días, se produjo una afluencia muy grande de gente de todos los estratos sociales, algunos incluso, llegaron desde el interior del país. En esos días, la mayor parte de la ornamentación y de los edificios se hallaban profusamente iluminados con lámparas de gas o focos eléctricos de gran poder que proyectaban luz intensa. La estatua de Colón y la estación del tranvía habían sido bellamente iluminados. La perspectiva que ofrecía el Paseo Colón no podía ser más hermosa.
"A las doce de la noche del sábado por la noche, la fiesta organizada por los esposos Boza - Tirado en su "palacete" del Paseo Colón, decorado con un exquisito gusto, alcanza su máximo esplendor. A esa hora, las parejas -vestidas con sus mejores galas, algunos, de un lujo sorprendente- danzan en vistoso remolino. En los breves ratos de descanso que da la orquesta de Nello Coeci, el bullir de la charla y el vibrar de las risas son ensordecedores. En los jardines, donde caen enredaderas de hermosas buganvilias, se forman animados grupos alrededor de alguna dama atrayente o de algún joven locuaz".
A raíz de la apertura del Paseo, considerado uno de los más aristocráticos de la ciudad pues se encontraba en medio del Parque de la Exposición, se produjo la mudanza de la clase alta limeña hacia los alrededores de este Paseo para vivir en los "palacetes"; también se construyeron casas - quintas y algunos chalets de estilo europeo. Según el historiador Pedro Dávalos Lissón, aquellas nuevas edificaciones no habían heredado nada de las antiguas casonas coloniales. Las construcciones difieren por sus características arquitectónicas y pertenecen a diferentes etapas de construcción. Las primeras fueron realizadas a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Las segundas, en 1909 y las terceras fueron construidas entre los años 1918 y 1924 o, posiblemente mas. Los arquitectos que intervinieron para diseñar estas joyas de la arquitectura -llamados también "palacetes"- fueron: Claude Sahut y Emile Robert de origen francés; mi abuelo, Ricardo de Jaxa Malachowski, de origen polaco; Víctor Mora y Rafael Marquina, ambos, de origen peruano. Otros edificios que destacan en el Paseo Colón son el antiguo Palacio de la Exposición, hoy el Museo de Arte de Lima y, frente a él, se encuentra el Instituto de Higiene, hoy el Centro de Estudios Históricos Militares del Perú.
Hoy el Paseo Colón no es más lo que fue en sus mejores épocas, ya no se escuchan los festejos, hoy se escucha el ruido ensordecedor de las bocinas. Sus palacetes ya no son más escenario de suntuosas fiestas llenas de elegancia y glamour. Hoy esos palacetes -hermosos por cierto- están descuidados otros, abandonados a su suerte y las estatuas incluida la de Cristóbal Colón, está cubierta de polvo, sucia.
Fuente:
- Arqandina
- Revista Mundial
- Perú 21
- Lima la Única
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5 Comments
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Alberto Augusto Espinoza Pasache Lamentable el abandono que apreciamos en este paseo...
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Humberto Durán la casa del maestro creo que fue la casa wiese.... y el club trujillo esta medioavandonado
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Carlos Valderrama La Fundación Canevaro, remodelo y mantiene la casa de la Sra Ignacia Rodulfo de C