Las 60 y pico religiosas que viven en el convento se dedican a la venta de dulces, a la elaboración de productos de limpieza, y al alquiler de una playa de estacionamiento, con lo que pagan la educación secundaria de las novicias, la alimentación de las integrantes de la orden y la de algunos niños huérfanos que crían, así como la manuntencion de algunas familias indigentes de los alrededores. Si probaran los ricos alfajores que nos compramos!
De allí cruzamos la pista y fuimos por el Jirón Ancash un par de cuadras más abajo. Nos había llamado la atención la fachada imponente de la Escuela de Bellas Artes. Esta fue diseñada por el arquitecto y escultor español Manuel Piqueras en 1924, quien fue contratado después para enseñar escultura. Es una mezcla de arte barroco español, mezclado con motivos indígenas.
Este inmueble fue fundado por los padres agustinos en la época de la colonia, para conducir allí un centro de estudios al que le llamarían Colegio San Idelfonso. En esa época, los reyes españoles y la Iglesia en Roma le confirieron el título de Universidad Pontificia de San Marcos.Fue el primer colegio fundado por las órdenes religiosas, y por sus aulas pasaron personalidades importantes.
Más adelante pasaría a ser colegio, universidad y hospital de clérigos. Durante la Guerra del Pacífico se le utilizó como fuerte de defensa.
El arte siempre ha sido siempre determinado por las situaciones políticas, sociales, culturales y económicas de las epocas; y así, sus expresiones demuestran el ánimo social de aquellas.
Antes de la fundacion de la ahora Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú en su actual local, existió durante el gobierno del Virrey Abascal, la Academia de Dibujo y Pintura, de tendencia europeizante hasta bien avanzado el siglo XIX, y funcionaba en un sector de la Biblioteca Nacional....Federico Lazo, Luis Montero e Ignacio Merino , fueron algunos de sus ilustres alumnos.
Después se creó la Academia Particular Concha; y finalmente, una escuela municipal. En el primer gobierno de Manuel Pardo, se creo la Sociedad de Bellas Artes, con el encargo de crear un museo de historia.
Después de la Guerra del Pacífico, y con la reconstrucción de la ciudad y la llegada del ferrocarril y la posibilidad de una comunicación más amplia con el resto del país, las tendencias europeizantes en el arte tomaron una orientación nacionalista, con mucha influencia de la corriente indigenista; aspecto que también se manifestó en la literatura y política nacional. Así, surgieron patronatos de arte y llegaron expositores nacionales y extranjeros, y se amplió el deseo compenetrar el arte con los valores nacionales.
Así, se crea la Escuela de Bellas Artes en los claustros del antiguo convento agustino en el año 1918, durante el gobierno de don José Pardo y Barreda. Su primer director fue el pintor Daniel Hernández.
Con el correr de los años, se han creado varias escuelas regionales y departamentales, entre las que se encuentran los locales de Bagua, Puno, Huancané, Tarma, Juliaca y Pilcuy.
Los patios interiores de la escuela no guardan la misma relación con respecto a la magnificencia de la la fachada y en mi opinión los corredores y clases se encuentran un poco deterioradas, asi como las estatuas que decoran los diferentes ambientes. Las dificultades presupuestales que enfrenta la escuela dificultan una buena implementación del local.
Continuando con nuestro paseo cultural, decidimos comernos un chifita en la calle Capón, como que hacíamos tiempo para irnos a ver a un famoso chino adivino que queda por las inmediaciones. Creo que este chifa, el San Joy Lao, es uno de los mejores de la zona y ofrece una comida riquísima y a precios bastante módicos. Los camarones reventados, el Kam lu Wantan, y su arroz chaufa son para chuparse los dedos. Además que me pareció curiosísimo que le cantaran Happy Birthday en chino a los clientes, mientras estos soplaban las velitas que estaban al borde de un barquito chino de bambu pintado de colores brillantes.
Y entre cambistas, leedores de la fortuna y miles de ambulantes, emprendimos nuestra caminata hacia el templo chino, que queda a pocas cuadras de la calle Capón. Germán Yut Men Ku, sacerdote del oráculo del Santo Kuang Ti Kung, de la sociedad Ching Ton Shing, nos recibió en el segundo piso del Jirón Huanta 962. Al subir las escaleras , nos encontramos con un mundo diferente: era un mundo chino desde donde se divisaban los techos y claraboyas de las casas de toda la ciudad. El templo tenía un gran cartel de bienvenida.
Germán es un hombre muy amable y afable. Nos explicó los servicios que ofrecía, entre los que destacan la lectura del oráculo para encontrar diferentes soluciones a temas relacionados con la vida personal y la lectura de la personalidad según el oráculo chino También se ofrecen talismanes y amuletos, medicinas (garantizadas dizque por el control de calidad de importantes laboratorios chinos, y hasta con fecha de vencimiento) para curar el mal, bendiciones, limpiezas, etc.
Ya me estaban dando un poco de palpitaciones, porque a uno no le gusta que le rebusquen su vida...pero siempre es exhilarante sentir ese miedo previo a que le digan a uno sus "verdades". Así que nos sometimos a la lectura de nuestros destinos.
La cosa viene con una ceremonia ante un altar. Allí nos arrodillamos, por separado, mi prima y yo. Antes, el sacerdote le pidió a sus dioses ayuda para la lectura y luego, tocó un gong. Después se acerco al altar y agitó unos palitos con número que estaban dentro de una canastita. Luego, los tiró al suelo junto con unas piedras y por su posición, ya supo los entretejidos de nuestra vida...Leyó los significados en una guía que parece directorio de teléfonos, para estar más seguro.
Me dice que he tenido problemas en el pasado pero que voy a ser muy feliz. Nada concreto....todo general. Me dice: Yo sel tu tocayo en eso de los años chinos, pelo yo soy más viejo que tú...12 años más (cómo lo sabe? Se me nota o lo calcula?). Dice:"Yo he tenido mala suelte; me he casado 4 veces y me he divolciado 5. Ahola ya soy feliz y tengo muchos hijos y nietos." Salimos desconcertadas y con 50 mangos menos.
Por supuesto que nos regresamos de frente al carro, sin voltear para no tentarnos por ningún vendedor ambulante. Estábamos misias!!! Fue un día divertido y lleno de descubrimientos.
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