La columna de Jaime Bayly
Lun. 25 abr '11La ruleta rusa
Autor: Jaime Bayly
UNO
Si el señor Ollanta Humala es un demócrata, ¿por qué no renunció al Ejército golpista de Fujimori en 1992? ¿Por qué no se atrevió a dejar constancia ante la historia de alguna manifestación de protesta o desacuerdo con ese acto de barbarie?
Si la señora Keiko Fujimori es una demócrata, ¿por qué le cuesta tanto trabajo reconocer que el golpe de Estado que fraguó y perpetró su padre en 1992 fue un grosero atropello a la legalidad democrática? ¿Por qué se obstina en defender aquel error clamoroso?
DOS
Si el señor Ollanta Humala es un demócrata y es muy respetuoso de los derechos humanos, ¿por qué sirvió activamente, sin dudas ni murmuraciones, en el Ejército golpista de Fujimori y Montesinos, que cometió numerosas violaciones a los derechos humanos con el pretexto de combatir el terrorismo? ¿Por qué no se apartó de ese Ejército acanallado que vulneraba de un modo sistemático los derechos humanos? ¿Por qué fue cómplice entusiasta de esa gavilla de crápulas y hampones uniformados que le besaban el culo a Montesinos y se limpiaban el culo con los derechos humanos?
Si la señora Keiko Fujimori es una demócrata y es muy respetuosa de los derechos humanos, ¿por qué afirma que la dictadura abusiva e inescrupulosa que presidió su padre ha sido el mejor gobierno de la historia del Perú? ¿Cómo puede permitirse la insolencia moral de cubrir de gloria a un gobierno que dinamitó las instituciones democráticas y se llenó de ladrones, matones y tramposos? ¿Cómo puede no advertir con una mínima lucidez que el gobierno de su padre fue, ante todo y sobre todo, una dictadura, no importa si una dictadura popular o una dictadura eficiente?
TRES
Si el señor Ollanta Humala es un demócrata, ¿cómo pudo permitir que su hermano Antauro intoxicase las mentes de los peruanos más incautos con ese pasquín repugnante precisamente titulado “Ollanta”, que pedía el golpe sangriento contra el gobierno legítimo (impopular, pero incuestionablemente legítimo) del presidente Toledo? ¿Cómo pudo permitir que su nombre Ollanta fuese un grito de guerra bárbaro, racista y subversivo contra un gobierno surgido de la voluntad popular? ¿Cómo pudo permitir que su nombre se asociase con un panfleto sedicioso que exigía con descarado lenguaje terrorista el derrocamiento de un gobierno democrático? ¿Cómo pudo Ollanta Humala leer mes a mes en París y luego en Seúl, pagado por el gobierno de Toledo para que (no) trabaje como agregado militar, el periódico “Ollanta”, que pedía la muerte a sangre fría del propio Toledo y varios de sus ministros, entre ellos el señor Kuczynski, y no sentir vergüenza y asco?
Si la señora Keiko Fujimori es una demócrata que se propone presidir un gobierno respetuoso del equilibrio de poderes y la legalidad, ¿cómo puede incurrir en el error de decir que ella asume el activo y el pasivo del gobierno de su padre? ¿Cómo puede ignorar que el pasivo del gobierno de su padre es un número escandaloso de crímenes abominables? ¿Cómo puede olvidar que esos crímenes tuvieron lugar precisamente porque su padre le otorgó un poder irrestricto a un criminal prontuariado como Montesinos, que había sido expulsado del Ejército por espía y traidor a la patria? ¿Cómo puede seriamente tratar de convencernos de que su padre no sabía nada de las fechorías y las vilezas que ejecutó Montesinos con la complicidad de Alberto Fujimori?
CUATRO
Si el señor Ollanta Humala es un demócrata y un pacifista y muy respetuoso de los derechos humanos, ¿cómo pudo apoyar desde Seúl la carnicería nauseabunda que su hermano Antauro desató en una comisaría de los Andes peruanos? ¿Cómo pudo aplaudir que su hermano Antauro y sus alzados en armas asesinasen a sangre fría a cuatro honorables agentes de la ley, a cuatro policías inocentes? ¿Nos cree tontos el señor Humala cuando dice que él no sabía que su hermano Antauro se proponía hacer lo que finalmente hizo en Andahuaylas? ¿Nos cree tan despistados para suponer que él no leía en Seúl el periódico “Ollanta”, que anunciaba lo que en efecto ocurrió, es decir, un golpe militar sangriento contra el gobierno de Toledo? ¿Nos cree desmemoriados para olvidar que, ultrajando los cadáveres de aquellos policías asesinados, Ollanta Humala hizo una declaración radial desde Seúl saludando la cobarde emboscada del salvaje de su hermano Antauro?
Si la señora Keiko Fujimori quiere desmarcarse de la dictadura corrupta de su padre y convencernos de que ella es una demócrata convencida, ¿cómo puede decir que su padre será su asesor de lujo en caso de que ella gane las elecciones? ¿Cómo no se da cuenta de que los peruanos, en su amplia mayoría, no quieren que el señor Alberto Fujimori regrese en modo alguno al gobierno, ni como asesor de lujo ni como mandamás en la sombra ni como nada de nada?
CINCO
Si el señor Ollanta Humala quiere despejar o neutralizar la sospecha de que, una vez en el poder, será un atento pro cónsul del Imperio Bolivariano (como Evo Morales, como Daniel Ortega, como Rafael Correa), ¿por qué se le enreda la lengua y se le corta el aliento y empalidece y balbucea paparruchadas cuando le piden que reconozca algo elemental: que el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela no es democrático y es autoritario, abusivo y prepotente y ha manchado y envilecido la democracia venezolana? ¿Cómo puede decirnos el señor Humala que es un verdadero demócrata cuando no dice una sola palabra para condenar que el tiranuelo deslenguado de Hugo Chávez exalte y glorifique y presente como un arquetipo moral de la región a un dictador despreciable como Fidel Castro? ¿Cómo puede convencernos el señor Humala de que ahora sí cree en la democracia cuando uno de sus principales asesores, elegido congresista, es un comunista ortodoxo, Javier Diez Canseco, que defiende con entusiasmo las dictaduras cubana y venezolana?
SEIS
Si el señor Humala es elegido presidente, es altamente probable que 1) Una vez instalada la Asamblea Constituyente, que sin duda convocará como ha anunciado en su plan de gobierno, dé de baja (es decir, cierre o disuelva) al Congreso elegido el pasado 10 de abril, como hizo el presidente Correa en Ecuador, 2) Si Humala tiene mayoría en esa Asamblea Constituyente, sucumba a la tentación de A) introducir una cláusula que le permita la reelección inmediata, “a pedido del pueblo”, B) no forzar la enmienda a favor de la reelección, pero imponer el argumento de que, bajo esa nueva Constitución, su candidatura el 2016 sería la primera y, por tanto, no sería en rigor una reelección (el mismo argumento tramposo que usó el señor Fujimori en su candidatura ilegal del año 2000), o C) seguir el modelo argentino y presentar como candidata presidencial a su guapa e inteligente esposa Nadine.
SIETE
Si la señora Fujimori es elegida presidenta, es altamente probable que 1) El señor Humala diga en tono vocinglero que ha sido un fraude electoral orquestado por Alan García, 2) El señor Alberto Fujimori no sea exactamente indultado, pero sí amnistiado o conducido a un hospital con todas las comodidades del caso, 3) En ningún caso la señora Fujimori pretenda cerrar el Congreso en el que carece de mayoría absoluta, cambiar la Constitución de 1993, ni tratar de deslizar una enmienda constitucional a favor de su reelección el 2016.
OCHO
Si el señor Humala es elegido presidente, es altamente probable que 1) Los impuestos suban considerablemente, sobre todo a las mineras, 2) Los inversionistas extranjeros se replieguen, generando desempleo, 3) La riqueza del petróleo, el gas y los minerales sea controlada por el Estado, y 4) Los inversionistas chilenos sean hostigados.
NUEVE
Si la señora Fujimori es elegida presidenta, es altamente probable que 1) Los valores bursátiles, recuperada la confianza, suban de un modo significativo, 2) Las inversiones extranjeras se queden en el Perú y sigan llegando al Perú, creando miles de empleos y mejorando la calidad de vida de los más pobres, 3) Los grandes grupos mineros se vean obligados a pagar más impuestos, pero no sean nacionalizados, y 4) Los inversionistas chilenos no se retiren del Perú.
DIEZ
En ambos casos, la desconfianza de que el ganador sucumba a la tentación autoritaria tiene cierto fundamento, pero, en mi opinión, el peligro es sin duda mucho mayor si gana el señor Humala, golpista probado, matón enmascarado, admirador camuflado de dictadores como Hugo Chávez y Fidel Castro y cómplice del asesinato de policías inocentes en Andahuaylas.
En el caso del señor Humala, no tengo dudas de que, si gana, los peruanos más pobres verán un severo detrimento en su calidad de vida y muchos de ellos perderán sus empleos como consecuencia de la fuga de las inversiones extranjeras. En el caso de la señora Fujimori, no tengo dudas de que el crecimiento económico sostenido del Perú, que comenzó con la dictadura de su padre, continuará bien encaminado y el peruano promedio mejorará sus condiciones de vida y la pobreza en el Perú seguirá disminuyendo.
ONCE
Por consiguiente, y como yo no creo en la neutralidad, me reafirmo en mi convicción de que la señora Keiko Fujimori, no siendo desde luego la candidata perfecta, es sin duda el menor de los males y constituye un riesgo considerablemente menor al que representa la amenaza de un gobierno autoritario y estatista del golpista probado de Ollanta Humala. Por eso, el próximo 5 de junio iré a votar en Miami por la señora Keiko Fujimori. Y luego me quedaré los próximos cinco años viviendo en los Estados Unidos, porque no quiero vivir en el Perú gobernado por el golpista Humala ni pagarle mis impuestos al golpista Humala y porque mi apoyo a la señora Fujimori es totalmente desinteresado y no aceptaré ningún cargo público ni me rebajaré a la deshonra de vivir de los dineros de los contribuyentes. Yo soy un escritor y los escritores viven allí donde les resulta más propicio escribir y guardan prudente distancia de los políticos y, si algo conocen la naturaleza de su oficio y de la condición humana, huyen de la política y del poder como de la peste. Pero no por ello me quedaré callado, porque el próximo 5 junio los peruanos, por desgracia, jugarán nuevamente a la ruleta rusa.
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