Hace algunos años fui a dos casas en las que vendían las pertenencias de sus ocupantes. Es un vicio que tengo desde hace muchos años y cuando viene la primavera, y la gente aquí en EEUU comienza a hacer su limpieza de estación, e inauguran los "garage sales", yo salgo en pos de los carteles que cuelgan de los árboles y postes de luz con las direcciones de los sitios donde se realizarán, y enrumbo hacia ellos. Hay que ir tempranito, porque si no te ganan por puesta de mano, y cuando hay ventas a puerta cerrada , hay que hacer cola para poder entrar de cinco en cinco personas! Toda una técnica. Así que regresando a mi primer cuento, en esas casa me encontré varias muñecas Barbies. Me las guardé pensando regalárselas a cualquiera de las hijitas de mis sobrinas o amigas.
Estaban en muy buen estado, pero había que lavarles el pelo, peinarlas, etc. Y yo de peluquera...les cuento que no soy muy talentosa! Así que las guardé hasta nuevo aviso, como muchos de los proyectos que tengo y que ahora tengo que dar de alta, so pena de que mis bienes terrenales me saquen de mis aposentos. No quiero convertirme en una de esas personas que duermen a un costado de su cama porque sus pertenencias ocupan su espacio.
Bueno, un día paseaba por mis "covachas" de Lima, husmeando entre los secretos que cargan los vendedores ambulantes...un mal que invade las calles de nuestra gran ciudad y hace competencia a los negocios de los alrededores....pero indudablemente, también son los poseedores del ingenio más grande, porque venden cosas que en ninguna parte se encuentran. Por ejemplo, me he encontrado un lápiz con tres tipos de tinta, que es a la vez una pequeña linterna, unos enhebradores de agujas para personas que tienen la vista cansada, como la mía; un lapicero que detecta dólares falsos;unos muñequitos bailarines que se retuercen cuando se sabe manejar bien los hilos que los suspenden; esos juguetitos que con un apretón de dos maderitas laterales, hacen que el muñequito del medio haga una pirueta, etc.
Ese día me encontré con un viejito de mirada dulce y pícara. Tenía una bolsa de basura grande que sostenía fuertemente con su mano izquierda, mientras que en su mano derecha mostraba unos maravillosos vestiditos para la Barbie. No podía ser posible que alguien hubiese podido coser a máquina semejantes miniaturas, pero allí estaban. Ni tonta ni perezosa, me acerqué y terminé comprándole, tres vestidos de fiesta preciosos, uno de española, 4 calzones minúsculos, tres casacas con sus jeans, y un abrigo. Me acuerdo que le pagué y me fui a comer a uno de esos restaurantes por ese barrio, y cuando fui a pagar, me dí cuenta que le había dado un billete de una denominación mucho más alta que la que le debía. Regresé, pero pensando que me lo negaría. Sin embargo, metió la mano en su bolsillo y sacó el dinero que había separado del pago que le había hecho...lo miró, y me dijo: "Efectivamente señorita, se equivocó", y me devolvió el exceso. No lo podía creer! Desde allí, se volvió en mi ídolo de honradez, en una ciudad como Lima, donde no se encuentran muchos de estos ejemplos y donde "Plata en Mano es Chivato en Pampa"!
Por tres temporadas consecutivas no pude evitar regresar al mismo lugar y comprarle más vestiditos para esas Barbies que alguna vez vestiría, y los guardé con mucho cuidado en una cajita dentro de mi closet.
A fin de Mayo, mi nietecita querida cumple 4 años y su mamá me dice que le gustan las Barbies. Así que me acordé de ellas, y las saqué de su sueño prolongado y decidí resucitar mi proyecto de arreglarlas.
Me he pasado 2 días lavando pelos y haciendo de peluquera y modista y las tengo en fila y listas para ser entregadas a su dueña...claro que me quedaré con algunas, puesto que me encantan las muñecas, y además, en sus espalditas está inscrita la fecha de su creación...1966...o sea, 47 años! Pero según leí eso no significa que sean de ese año, puesto que puede que hayan sido hechas con el molde de esa fecha, pero pueden haber sido confeccionadas en los noventas. Será? Pues le haré una advertencia a la mamá de Nyomi, para que cuando sus manitas estén llenas de caramelo o de torta de chocolate, no la dejen jugar con ellas. O espero? No sé. Qué piensan uds.? Pero como me costó tanto trabajo lavarles los pelos con shampoo, desenredarlos con reacondicionador y con suavizante de ropa, y con un cepillo y peine anchos, peinarlas y vestirlas, ya medio que me encariñé con ellas y me da pena soltarlas. Sí...definitivamente creo que me quedará con las antiguas y las de 1993 se las doy. Después de todo, también tienen 20 años y ya son medio entraditas en edad.
Aquí les mando las fotos para que vean de lo que les hablo. Las hice posar en diversos sitios de mi casa, para que tengan un aire más informal!
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