NAVIDAD EN NUEVA YORK
Esta vez tuvimos la dicha de poder retribuir las múltiples amabilidades de nuestra familia Limeña y recibimos a mi cuñado y esposa.
Nueva York es la ciudad de la Navidad y nos hemos echado a explorarla. Esta vez las vitrinas de las tiendas principales siguen tan espectaculares como siempre, y nos cuentan pequeñas cuentos navideños con mucho simbolismo. Nos hemos paseado por los hitos principales de esta gran ciudad: Macy's, la centenaria tienda de NY donde se filmó la pelicula Milagro en la Calle 34; la Estatua de la Libertad vista desde el ferry de acceso gratis desde Battery Park y que transporta pasajeros desde y hacia Staten Island; la Biblioteca de NY; Times Square y sus luces multicolores; El Barrio Chino; el Barrio Italiano; el impresionante World Trade Center; Grand Central Station con sus paredes parlantes; la histórica y milagrosa iglesia de St. Paul's que permaneció entera a pesar de la explosión del antiguo World Trade Center; el maravilloso edificio de Woolworth con sus techos de mosaico y paredes de mármol que fue considerado el edificio más alto del mundo por 17 años; Penn Station por donde discurren muchos de los trenes estatales, interestatales y los subterráneos; el Museo Metropolitano de Arte, con su nacimiento italiano y su árbol de navidad adornado con miles de ángeles de cerámica italiana; el Central Park; el mirador de Brooklyn Heights desde donde se ve el más perfecto panorama de la ciudad; el exquisito Bryant Park con sus 166 años y que es el jardín trasero de la Biblioteca de Nueva York, con sus kioskos navideños, su pista de patinaje gratis para los que llevan sus propios patines y su carrousel de finos caballitos que hacen la delicia de los chiquitines: el repetitivo pero fantástico show de Navidad de Radio City con sus protagonistas principales, las Rockettes; el legendario restaurante Carmine's del llamado distrito de los teatros,al que hay que reservar hasta con un año de anticipación, la Iglesia de San Patricio, desde la que en Octubre sale la procesión de nuestro Señor de los Milagros; y por supuesto, Rockefeller Center, con su imponente edificio delante del cual está el famoso arbolito de Navidad, el famoso Zeus dorado que acompaña a la pista de patinaje en hielo durante los inviernos, el corredor de ángeles iluminados que comunican al centro con la Quinta Avenida y la tienda Saks directamente al frente, y que ofrece el show de laser en su fachada principal, directamente reflejado desde la famosa estrella de cristales Swarowski que corona el árbol de navidad con sus millones de luces... Nos falta mucho más, pero creo que ya conocen la esencia de New York.
Hasta que por fin llegó la noche de Navidad, y no podía faltar la cena típica en casa, con codornices, puré de papas, ensalada fresca y crema volteada. A las doce en punto nos dirigimos a la catedral de mi pueblo, mis cuñados, el único hijo que vino y nosotros. Fue una misa con trompetas y coros maravillosos. Después regresamos a casa a comer el panetón y tomar el chocolate caliente.
Al día siguiente, vino la familia a acompañarnos en el almuerzo. Los niños estuvieron felices con sus chocolates y regalos y nuestra familia disfrutó de un rico menú preparado en casa. Así recibimos a la Navidad y celebramos, como todos los años, el nacimiento del amor y caridad, compartiendo con ellos un poco de los regalos que Dios nos da a diario.
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