Vistas a la página totales

sábado, 19 de diciembre de 2015

Mi Mensaje de Navidad



En honor al Niño Jesucito



Otra vez celebramos la Navidad, la celebración del nacimiento del niño Jesús, a quien en el mundo cristiano se le venera como el hijo de Dios que vino a salvar al mundo y nos redimió sacrificando su divinidad, para convertirse en un ser humano que se inmoló por los ideales de amor, paz y justicia, que proclamaba su nueva doctrina.
Hoy, la Navidad se ha convertido en un suceso comercial.  Las vitrinas de las tiendas se llenan de adornos anunciando la venida del alegre Santa Claus, lleno de regalos para los niños que están en su lista de bien comportados  durante todo el año.  Hoy en día, los primeros adornos navideños comienzan a ponerse en las tiendas con dos meses de anticipación y las famosas ofertas comienzan mucho antes de lo previsto.  La gente saca tiempo de donde no lo hay y trabajan jornadas dobles, con tal de comprarles a sus hijos y familiares todos sus deseos.  Muchos no se acuerdan que el niño Jesús nació en un hogar pobre y que su madre tuvo que dar a luz en un granero,  bajo la luz de las estrellas.  La Navidad se ha comercializado.  Lo que debería de ser una fiesta celebrando la paz y el amor, se ha convertido en una fiesta de competencia.
Por otro lado, me pongo a pensar  de qué valió el sacrificio de este hombre por sus ideales de paz y amor y la dispersión de una doctrina que con el paso del tiempo se volvería en el pulmón con el que respirarían  todos aquellos que la  siguieron , y la cual sería admirada por simpatizantes de otras religiones?  Hoy en día el  mundo anda convulsionado.  Está herido de muerte por las ambiciones de los hombres a los que Cristo vino a redimir.  Nos encontramos en la mismísima situación de esos años de las conquistas, de la ambición por reinar, del deseo de dividir por el poder. Mientras, miles de personas, hombres, mujeres y niños, se desplazan huyendo de la violencia y de la hambruna.  En el lejano oriente, por esos lugares donde se desplazó Jesús, la situación es preocupante.  Muchos niños nunca han vivido en un mundo tranquilo, donde reine la paz.



A la izquierda, mapa de  Peter Connolly (Ed. Oxford University Press) donde se aprecia el relieve de la tierra de Israel. A la derecha mapa donde se ubican las principales ciudades y los pueblos de Belén, donde nació Jesús y Nazaret, donde vivió su infancia y adolescencia.

Los conflictos del Oriente son milenarios, y hoy arrastran a un mundo globalizado con intereses entremezclados, a defender sus ideales que hoy se han dispersado por el mundo como consecuencia de las  inmigraciones. 
La economía mundial, cada vez más interdependiente, está en terreno movedizo.                                 Los conflictos internos de los países, el descontento de los pueblos por regímenes antidemocráticos, represivos o corruptos, levantan la violencia entre los pueblos.
La juventud no comprende un mundo en paz, porque los medios de comunicación y la nueva tecnología los acostumbran a un mundo ruidoso, agresivo y vandálico. Nomás ver esos juegos electrónicos orientados hacia la guerra y violencia…donde una cabeza o un cuerpo entero se mutilan con gusto, sin pensar en que están siendo entrenados para ver una realidad transformada por mentes enfermas.
Es este mismo mundo en el que se celebra la Navidad, como si se hubiesen trasladado a los tiempos antes de Jesús, donde por esta misma época se celebraba la fiesta del solsticio de invierno con las grandes bacanales?  Tenemos esperanza todavía?
El Papa Francisco, en su mensaje de Navidad nos dice:  "Está llegando la Navidad y todo se llenará de luces, árboles y belenes.  Pero todo será falso porque el mundo continuará haciendo guerras.  Todo esto es una farsa.  El mundo no ha comprendido el camino de la paz.  El mundo entero está en guerra", dijo el sumo pontífice durante la misa matutina en la capilla de la residencia de Santa Marta, en el Vaticano.

Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma.  El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida.  La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.  Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor.  La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor.  Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien.  La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti.  El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.  La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos.  La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz, aun cuando sufras.  La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.  Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti.  Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.” (Papa  Francisco en su mensaje de Navidad)

Lindo  mensaje, para que por nuestra cuenta comencemos nuestra celebración especial, donde nos convenzamos que los regalos que San Nicolás, o Santa Claus como hoy se le llama, fueron orientados a proveer a los niños necesitados de su época  con objetos que les trajeran un poco de felicidad en un mundo injusto; y fueron dados con amor…sin esperar grandezas ni compensaciones de ningún tipo.
Quiero terminar con el pedido de mi nieta  a un Santa Claus en la fiesta de Navidad de su colegio…una niña, que a pesar de su corta edad, comprende lo que es el desprendimiento y el amor…Cuando él le hizo la pregunta acostumbrada de que quería por Navidad, ella le dijo: “Quiero que mi mami sea feliz”.El hombre quedó tan impresionado, que no tuvo más que prometerle que él haría lo posible para que así fuera!











No hay comentarios.: