Este fin de semana rugió el cielo; y rugió por diferentes razones. El 4 de Julio, día en que se celebra el aniversario de la Independencia de los Estados Unidos de Norte América, el cielo rugió con rabia y llovió con fuerza...quizás lloraba porque los motivos por los que se buscó la liberación de esta tierra de las imposiciones de los colonizadores, se estaban violando. Con esto de los líos con las invasiones fronterizas de niños indocumentados, muchos enviados por sus desesperados padres, huyendo de la violencia y pobreza a la que está sujetos en sus países de origen, se han dado una serie de reacciones encontradas entre los pobladores de esta nación. Algunos, de americanos racistas o segregacionistas, que piensan que los inmigrantes vienen a quitarles sus trabajos o a imponer una carga sobre la economía del país, y otros, como los indios nativos que dicen, "si no os gustan las invasiones extranjeras, porqué entonces, uds. hijos de inmigrantes, no se largan de una vez de nuestro país y nos devuelven las tierras que nos usurparon? Tremendo dilema, en un país con una economía que se está recuperando,,,que en parte se lo debe a esa población inmigrante buscadora de oportunidades, que les trabaja las tierras, les hace el trabajo "sucio"que los "despojados americanos" no quieren hacer, porque consideran que los salarios pagados son muy bajos o que no tienen los beneficios que esperan. Por otro lado, cuánto tolera nuestra economía de servicios...cuánto se debe destinar ahora a la educación, vivienda y salud, que son primordiales para la supervivencia de los habitantes de la cada vez más superpoblada tierra estadounidense?
Pero cómo no recordar el grandioso poema de Emma Lazarus que se encuentra en la base de la Estatua de la Libertad en Nueva York y que reza:
EL NUEVO COLOSO
No como el mítico gigante griego de bronce,De miembros conquistadores a horcajadas de tierra a tierra;Aquí en nuestras puertas del ocaso bañadas por el mar se erguirá.Una poderosa mujer con una antorcha cuya llamaEs el relámpago aprisionado, y su nombre.Madre de los Desterrados. Desde el faro de su manoBrilla la bienvenida para todo el mundo; sus templados ojos dominanLas ciudades gemelas que enmarcan el puerto de aéreos puentes"¡Guardaos, tierras antiguas, vuestra pompa legendaria!" grita ella."¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobresVuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertadEl desamparado desecho de vuestras rebosantes playasEnviadme a estos, los desamparados, sacudidos por las tempestades a mí¡Yo elevo mi faro detrás de la puerta dorada!"
Y aún más, cómo no citar las palabras del Gran jefe Seattle, cuando el presidente Franklin Pierce, allá por 1855, le mandó una carta pidiéndole que los indios les vendieran sus tierras y que los "nuevos pobladores" los dejarían vivir" en las famosas reservaciones?"El Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos esta pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil ya que esta tierra es sagrada para nosotros..."
Todas esas palabras han sido olvidadas hoy? Hablamos de otra realidad? O de otros tiempos?
Dejo a discreción del lector formarse sus propias opiniones...los dejo con palabras fuertes y con el dilema de quién es el verdadero invasor y con la pregunta de cómo se pueden solucionar estas disparidades en las que el invasor de antes cierra sus puertas, por derecho de posesión, a los desterrados por el hambre y la violencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario