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lunes, 26 de marzo de 2018

Ruta Cavernas de Quiocta y Karajía



CAVERNAS DE QUIOCTA



En el segundo día de nuestro viaje, nos dirigimos a las cavernas de Quiocta y a Karajía o Pueblo de los Muertos El cansancio del día anterior en el camino hacia Kuelap fue muy grande.  Nunca nos imaginaríamos que esta ruta sería aún más cansadora y llena de aventuras.
La caverna de Quiocta está ubicada en la provincia de Luya, en el distrito de Lamud, del departamento de Amazonas; a una hora de Chachapoyas.
Se dice que se llama así  por el sonido que los cóndores hacen al atardecer: "Quioct"  Ésta tiene importancia geológica y arqueológica.
Para la expedición es necesario ponerse botas de jebe, ya que la caminata es difícil, pues se encuentra atravesada en varios puntos por un pequeño río subterráneo que nace en la vecina cueva del Vaquín, y hay mucho barro pegajoso en su interior.
Se han encontrado dentro de ella,  pinturas rupestres con motivos de la cultura Chachapoyas, así como muchos restos humanos y de ceramios.
El acceso a la cueva se hace a través de unas escaleras de piedra.   Al costado de la entrada se encuentra un centro de interpretación estructurado como una casa de los chachapoyas.
La cueva es totalmente horizontal, y nada más entrar, se encuentra uno con pinturas rojas típicas de los Chachapoyas.  Hay pequeñas cabezas cerámicas y restos oseos humanos, así como piezas de cerámica.  Se cree que se hacían ceremonias religiosas dentro de este recinto.
La cueva tiene alrededor de 600 mts de profundidad y dentro de ella se pueden encontrar estalactitas, estalagmitas, columnas calacáreas, espejos de agua, y varios nidos de murciélagos. Hay que desplazarse por ella con linternas y no es aconsejable aventurarse dentro de ella sin un guía conocedor del lugar.












KARAJÍA


Después de un merecido almuerzo en un pequeño hotel de los alrededores de Luya, contratado por nuestro grupo de Turismo, nos dirigimos a 20 minutos de donde nos encontrábamos, para conocer los famosos sarcófagos de Karajía, que se encuentran en el barranco de Karajía, en el distrito de Luya del departamento de Amazonas.  Fueron encontrados en 1965 por el arqueólogo Federico Kauffman Doig, quien recibió referencias de Carlos Torres Maas. El nombre de Karajía procede el sonido que hacen los cóndores (ya desaparecidos en aquel lugar) al llamar a sus crías.
El camino para llegar a la montaña desde donde te deja el carro, dura alrededor de 20 minutos.  Yo lo hice en caballo y casi me arrepiento, porque como éste no tenía bridas (hay una persona que jala al caballo con una soga) había que agarrarse de la montura y de la cola y es todo un peligro si uno se siente inestable. Mejor es no aceptar caballos altos.
Los Chachapoyas creían en la vida después de la muerte y creían que esta etapa era la más importante de cualquier individuo. Sus muertos eran testimonio de su historia y paso sobre el mundo. Los entierros de la gente común se hacían en las paredes de la ciudadela de Kuelap u otras, pero sus jefes, antiguos militares convertidos en gobernantes, eran sepultados en lugares inaccesibles, a 250 mts. de altura sobre el río; en farallones y acantilados, en grutas articiales excavadas en una pared rocosa. como una forma  de protegerlos de la inclemencia del tiempo y de los saqueos y de garantizar su descanso eterno. El viento y el frío, así como la ausencia de vegetación los protegió de humedad y mantuvo los cuerpos intactos.  Los barrancos o peñas eran sagrados.  Pensaban que si alguien los alcanzaba y destruía sus cuerpos, su espíritu no podría seguir viviendo en la eternidad.  Habían dos clases de entierros: los sarcófagos y los mausoleos. Los mausoleos se limitan a la zona de la margen izquierda del río Utcubamba.
Su construcción data del siglo XV y han sido sujetos a constantes saqueos por diferentes huaqueros y pseudo-arqueólogos que han destruído los sarcófagos para llevarse las momias a museos o colecciones particulares, de los que nunca podrán ser recuperadas. Recién en el siglo XX se ha tomado especial interés en su conservación como patrimonio histórico.  En la zona donde fuimos habían 7 figuras de una altura de hasta 2.50 mts. Una de ellas  se desprendió y cayó al abismo en 1928, y como estaba unidas, se abrieron forados a los costados de las dos estatuas extremas, permitiendo ver su contenido con las momias dentro. Acceder al sitio resulta muy complicado y riesgoso.  Desde la cueva hay 24 mts que la separan del camino estrecho al pie del acantilado.  De alli, éste desciende 200 mts. hasta alcanzar la quebrada de Aispachaca..
Para momificar, les vaciaban todas las vísceras por el ano, les introducían una semilla de nogal por el mismo y los jugos de este vegetal, se descomponían dentro del cuerpo y ayudaban a encogerlo y soltar las articulaciones para ponerlos, luego, en posición sentada.  La cara y nariz, las rellenaban con algodón para mantener su forma.  El cuerpo lo cubrían con telas y en algunas les bordaban caras.
Los sarcófagos eran de cerámica pintada que simulaba una vestimenta con mantos de plumas y  diferentes símbolos mágicos. Las narices tenían forma de pico de ave de rapiña y tenían quijadas prominentes. Se dice que semejan las formas de las máscaras plantadas sobre los fardos funerarios de la etapa Tiahuanaco-Huari. Las imágenes parecen que van a volar y proteger a su pueblo.  Estas figuras, tienen un parecido con las estatuas de la Isla de Pascua. Estaban orientadas hacia el Este, de forma que sus momias pudiesen contemplar el amanecer todos los días de su muerte.
Dentro de estas estructuras, se encontraron momias encogidas, artefactos de cerámica y figuras de madera.  Se cree que para los entierros, escalaban los farallones cargando sus momias, y ya arriba construían estas figuras, utilizando barro y caña y paja brava, material que encontraban en una cuevas que están detrás de estos personajes a los que llaman Purunmachos (derivada de la palabra quechua que significa hombre ancestral).  Sobre las cabezas de las estatuas de arcilla, se ven algunas calaveras, que se dice que fueron de los jefes de enemigos vencidos.  Existe una versión del Instituto de Arqueología que dice que estas calaveras eran empastadas en arcilla para simular el rostro del personaje vencido. Con el tiempo, esta pasta se ha ido desintegrando.





Semillas de Nogal Utilizadas en la Momificación











Despues de una caminata excesiva, tuvimos nuestra recompensa yendo a uno de los restaurantes más interesantes en la ciudad de Chachapoyas, el Batán del Tayta.  La comida es excelente y de tipo fusión, como ceviche vegetariano o chaufa con piña tipo Thai. El ambiente es fabuloso...muebles rústicos hechos con troncos, hamacas tipo sillones, cubículos que parecen chozas techadas, tragos de chocolate, de café, de tuna, de fresa, hormigas gigantes remojadas en pisco.









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